domingo, 6 de septiembre de 2009

"La situación de la nación canaria es el reflejo de siglos de colonización"


ENTREVISTA CON
INDEPENDENTISTA RAFAEL DELGADO

EL DÍA, Tenerife


Autor del libro "La Bandera Nacional Canaria. Normas, protocolo y uso", Rafael Delgado nació en Las Palmas de Gran Canaria hace 75 años. Fue socio durante más de veinte años de una asociación cultural nacionalista canaria, organizadora de la Ruta de Bentejuí, y en la actualidad interviene en un programa de Radio Juventud llamado "Hablando en canario". Afirma que la independencia de la Nación Canaria no puede tener "fecha de caducidad", y critica que Coalición Canaria haya utilizado la palabra nacionalista de forma engañosa "para el gran público".

-La ONU fijó 2010 como fecha límite para erradicar el colonialismo en el mundo. ¿Conseguirá el Archipiélago la independencia en esa fecha? Si España no accede, ¿qué medidas debe adoptar el pueblo canario?

-Al igual que mis creencias, la independencia de nuestra Nación Canaria no puede tener fecha de caducidad, pues este derecho del pueblo canario no prescribe nunca con el paso del tiempo, aunque lo fije la ONU, como ya pasó en el año 2000, en que también fijó ese año para la descolonización de otros territorios en iguales circunstancias que nosotros. En todo caso es el pueblo canario el que tiene que asumir de una vez por todas su responsabilidad como pueblo y tomar las riendas de su destino. En cuanto a las medidas a adoptar, diré que tenemos que dotarnos de los medios necesarios para hacer escuchar nuestra voz, pues si luchamos por conseguirla podernos ganarla, pero si no lo hacemos no podemos obtenerla.

-¿Qué diferencia supone la independencia para Canarias frente a su situación actual en temas como la ampliación de la Zona Económica Exclusiva marroquí, la explotación de recursos naturales o la eventual extracción de petróleo de las aguas marinas?

-La independencia supone un cambio substancial no sólo en el terreno político y económico, sino también en el psicológico, que supondrá la aparición de hombres y mujeres nuevos con una distinta visión a la imperante hoy en día, no sólo de quiénes somos, sino de cómo somos y qué objetivos tenemos que marcarnos. El reto, por lo tanto, es muy importante, pero tenemos gentes con capacidad suficiente para superarlo. La situación actual de nuestra Nación Canaria es el reflejo de siglos de colonización y extracción de nuestros recursos. La ampliación de nuestra Zona Económica Exclusiva, que supondrá unos 564.000 kilómetros cuadrados aproximadamente y que implica derechos soberanos de explotación del mar, lecho y subsuelo, será indudablemente una fuente enorme de recursos. Se acabaría con la situación acomodaticia y anacrónica actual, en la que Marruecos, principalmente, se siente bastante cómodo con la indefinición actual de Canarias y los canarios por su situación colonial. No hay que olvidar que si, efectivamente, existen bolsas de petróleo en nuestras aguas, tendríamos esos recursos a nuestra disposición, máxime cuando la falta de combustibles fósiles se está convirtiendo en una realidad cada vez más cercana.

-¿Una Canarias independiente podrá delimitar de igual a igual sus fronteras con Marruecos y el resto de los países del entorno, incluido Portugal?

-Este es un asunto que no admite ningún tipo de discusión, pues Canarias como país soberano tendría acceso a todos los acuerdos internacionales, incluido los acuerdos de la Convención de Montego Bay del 10 de diciembre de 1982, por lo tanto tendríamos que sentarnos tanto con Marruecos como con Portugal para fijar nuestras fronteras marítimas. Hay que tener en cuenta que España ha hecho dejación por sus particulares intereses de estado en el tema de las Islas Salvajes, que quedarían dentro de las aguas canarias.

-¿Qué ventajas aportaría a la economía canaria la independencia?


-El sólo hecho de que nosotros los canarios podamos diseñar, decidir y tener un proyecto económico de futuro, cosa que hasta ahora no hemos tenido, es transcendental. Ya va siendo hora de que nos pongamos de pie y denunciemos los continuos pactos coloniales como han sido el llamado Estatuto de Autonomía, que nunca nos sirvió y que ha fracasado totalmente, o cuando se nos metió en la Comunidad Europea sin contar tanto en un caso como en otro con la opinión de los canarios. La independencia supondrá poner en pié todas las estructuras del joven Estado: hacienda propia, justicia, así como un banco central, entidades financieras, seguros, etc., que controlarían todos los flujos del capital que conforma el PIB. A pesar de lo débil de sectores importantes como el industrial o el agropecuario, seguiremos contando con el sector turístico. La ventaja que supondría la independencia es que daríamos los pasos necesarios para diversificar nuestra economía, asunto de verdadera importancia.

-¿Qué futuro tiene la independencia con Coalición Canaria o con cualquier otro partido, excluidos los de ámbito estatal, en el Gobierno de las Islas?

-No hay que olvidar que Coalición Canaria surgió aprovechándose de un nacionalismo emergente, y aunque en su sigla no aparece la palabra nacionalista, ha utilizado esta forma engañosa para el gran público mientras sus máximos dirigentes se han declarado de forma inequívoca que son fervientes españoles, por lo tanto, no se le puede conceder el aval de que son nacionalistas canarios y que sean ellos los que lideren un proceso como la descolonización e independencia. No se puede estar siempre con la falsedad, y su retroceso electoral, entre otros motivos, es consecuencia de todo ello.

-¿Cree que los jóvenes de CC terminarán dando un giro soberanista a esta formación?

-Desconozco los entresijos de CC, y por lo que sé de su último congreso no pudieron sacar adelante sus propuestas sobre una definición más clara de su futuro proyecto político. Evidentemente, CC tiene los medios necesarios, tanto económicos como organizativos para que los jóvenes de Coalición puedan aspirar a que Canarias consiga más cuota de poder, Pero, como dije antes, los que tienen realmente el mando de esa formación no están por la labor, ya que se sienten cómodos con las prebendas que reciben como servidores del poder colonial.

-¿Qué opina de aquellos que dicen que hay que esperar por la independencia? En caso de ser así, ¿en qué quedaría el plazo señalado por la ONU, porque el estatus de colonia de Canarias es indubitable?


-Los que así opinan son los resignados. La independencia no nos vendrá dada de forma graciosa y mucho menos por España, y a su historia me remito. Es el pueblo canario, y más en concreto las clases populares, el que tiene el poder de decisión. El poder colonial sigue haciendo todo lo posible y lo seguirá haciendo para que los canarios no conozcan su Historia. Ya llevamos más de cinco siglos con el yugo colonial, y en este terreno CC nunca ha dado muestras de estar interesada en romper esta trayectoria de ignorantación. En lo que se refiere al plazo señalado por la ONU para 2010, pienso que es totalmente necesario internacionalizar el problema canario, ya que entraríamos en otra dinámica. Echo en falta la existencia de una delegación representativa de todas las fuerzas independentistas que haga acto de presencia en la ONU durante este otoño, en que se abre un nuevo periodo de sesiones para recabar los apoyos necesarios para que la Asamblea General, a propuesta del llamado Comité de Descolonización, incluya a Canarias como sujeto a su descolonización e independencia.

-¿Hasta qué punto la división entre las fuerzas nacionalistas canarias ha frenado la independencia de las Islas?


-Desde el punto de vista humano, es lógico que las gentes se agrupen por afinidades, por lo tanto no veo negativo el que esto suceda en lo político. Otra cosa es que las siglas políticas independentistas estén sujetas a los personalismos, que entiendo que es lo que ha estado pasando hasta ahora, y no sean capaces de converger en un frente común por la descolonización e independencia, que hasta diría que no tiene matices, pero donde sobran los tópicos y frases que se utilizan como jaculatorias. La sociedad canaria de por sí es bastante compleja y encima dividida en siete pequeños mundos.

-¿Cree que la crisis internacional favorece las reivindicaciones soberanistas? ¿Qué pasa en el caso concreto de Canarias?

-Las crisis en Canarias siempre han sido cíclicas y en la que estamos inmersa ahora nos va a resultar mucho más dura que las anteriores, debido a nuestra mayor dependencia alimentaria, energética, etc., y al no haber contado con mecanismos de decisión sobre la necesidad de planificar tanto el uso del territorio como el movimiento migratorio. Esto nos ha llevado a este desequilibro tan brutal donde siempre aparecemos como los últimos en todo. No creo que la crisis internacional tenga nada que ver con las reivindicaciones soberanistas, pues esta solo le afectaría a España, que perdería el mercado cautivo canario y lo que ello representa. En Canarias, curiosamente, parece no pasar nada aún teniendo casi un 28 por ciento de paro, que es como para estar todo los días en la calle.

-¿Es viable la economía de las Islas sin las ayudas europeas?


-Las llamadas ayudas europeas tienen diversas lecturas, y la más perversa de ellas es que las mismas tienen el carácter de subvenciones o ayudas, que es una forma de que se nos da algo a cambio de nada o que no merecemos, cuando en el mercado canario hay operadores e inversores de todas clases y pelajes que detraen nuestras riquezas por distintos medios. Por poner un ejemplo, el brutal crecimiento poblacional de las islas ha sido un enorme negocio para los importadores de alimentos y de sus áreas comerciales, que se han beneficiado de las subvenciones del Régimen Específico de Abastecimiento (REA). Canarias da muchísimo más de lo que recibe.




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