viernes, 11 de septiembre de 2009

Inmanuel Wallerstein: "La tomenta de fuego que viene"



En Medio Oriente se avecina una tormenta de fuego para la que ni el gobierno ni el público de Estados Unidos están preparados. No parecen tener la mínima conciencia de qué tan cerca está en el horizonte o qué tan feroz será. El gobierno estadounidense (y por lo tanto es casi inevitable que el público estadounidense) se engaña a sí mismo a nivel masivo acerca de su capacidad para lidiar con la situación en términos de sus objetivos expresados. La tormenta irá de Irak a Afganistán a Pakistán y a Palestina/Israel y, para utilizar la expresión clásica, "se regará como lumbre".

Comencemos con Irak. Estados Unidos ha firmado con Irak un Acuerdo de Estatus de Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés), que entró en vigor el pasado primero de julio. Éste fijó la responsabilidad de la seguridad interna en el gobierno iraquí y, en teoría, esencialmente restringe las fuerzas estadounidenses a sus bases y a algún limitado papel de entrenar a las fuerzas iraquíes. Algo del fraseo de este acuerdo es ambiguo. Y esto es deliberado puesto que fue la única forma en que ambos lados lo firmaran.

Aun los pocos meses de operación que tiene muestran lo mal que funciona este acuerdo. Las fuerzas iraquíes lo han estado interpretando muy estrictamente y con formalidad prohíben los patrullajes conjuntos y también cualquier acción militar unilateral de los estadounidenses sin que exista una aclaración previa y detallada con el gobierno. Las fuerzas iraquíes han llegado al punto en que a diario impiden que las tropas estadunidenses crucen con abasto durante las horas del día los puestos de revisión.

Las fuerzas estadounidenses se resienten. Han intentado interpretar de una manera mucho más suelta de lo que quisieran las tropas iraquíes la cláusula que les garantiza el derecho a la defensa propia. Apuntan al resurgimiento de la violencia en Irak y por tanto, implícitamente, a la incapacidad de las fuerzas iraquíes para garantizar el orden.

Es obvio que el general que comanda las fuerzas estadounidenses, Ray Odierno, se encuentre descontento en extremo y patentemente trama para encontrar excusas que restablezcan un involucramiento estadounidense directo. Recientemente se reunió con el primer ministro iraquí, Nuri Maliki, y con el presidente del gobierno regional kurdo, Masoud Barzani. Odierno buscó persuadirlos de que permitieran patrullajes conjuntos tripartitas (iraquíes/kurdos/estadounidenses) en Mosul y en otras áreas del norte de Irak, con el fin de evitar o minimizar la violencia. Cortésmente accedieron a considerar su propuesta. Por desgracia para Odierno, su plan requeriría una revisión formal del acuerdo SOFA.

Originalmente se suponía que a principios de julio habría un referendo sobre la aprobación popular al acuerdo SOFA. Estados Unidos tenía miedo de perder la votación, lo que habría significado que todas las fuerzas estadounidenses tendrían que retirarse de Irak para el 31 de diciembre de 2010, un año antes de la fecha teórica del acuerdo SOFA.

Estados Unidos pensó que era muy inteligente al persuadir a Maliki que pospusiera este referendo para enero de 2010. Ahora se llevará a cabo en conjunción con las elecciones nacionales. En estas elecciones, todos buscarán obtener votos. Nadie va a hacer campaña a favor de un SI en el referendo. Por si hubiera alguna duda, Maliki está presentando un proyecto al Parlamento iraquí que permitirá que una mayoría simple de votos NO anule el acuerdo. Habrá una mayoría de votos NO. Puede aun haber una mayoría aplastante de votos NO. Odierno debería empezar a empacar ahora. Apuesto a que aun tiene la ilusión de que puede evitar el comienzo de la tormenta de fuego. No puede.

¿Qué pasará entonces? Hasta ahora, pero esto puede cambiar de aquí a enero, parece que Maliki ganará las elecciones. Logrará esto volviéndose el campeón número uno del nacionalismo iraquí. Hará tratos con todos y cada uno sobre esta base. Al momento, el nacionalismo iraquí no tiene mucho que ver con Irán o Arabia Saudita o Israel o Rusia. Significa primero que nada liberar Irak de los últimos vestigios de dominio colonial estadounidense, que es como casi todos los iraquíes definen lo que han vivido desde 2003.

¿Habrá violencia interna en Irak? Probablemente, aunque posiblemente menos de lo que esperan Odierno y otros. Pero, ¿y qué? La "liberación" iraquí –que es lo que todo el Medio Oriente interpretará con el voto NO en el referendo por venir– tendrá gran impacto sobre Afganistán. Ahí, el pueblo dirá: si los iraquíes pueden hacerlo, nosotros también.

Por supuesto, la situación de Afganistán es diferente, muy diferente, de aquella de Irak. Pero miremos lo que ocurre ahora con las elecciones en Afganistán. Tenemos un gobierno puesto en el poder para controlar y destruir a los talibanes. Los talibanes han resultado ser mucho más tenaces y militarmente efectivos de lo que nadie hubiera anticipado. Aun el rudo comandante de ahí, Stanley McChrystal, lo ha reconocido. El ejército estadunidense habla ahora de "triunfar" tal vez en 10 años. Es claro que los soldados que piensan que cuentan con 10 años para ganar una guerra contra insurgentes no han leído historia militar.

Veamos a los políticos afganos mismos. Tres candidatos punteros a la presidencia, incluido el presidente Hamid Karzai, debatieron en televisión sobre la guerra interna actual. Concordaron en una cosa. Tiene que haber algún tipo de negociación política con los talibanes. Difirieron en los detalles. Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN están ahí, ostensiblemente, para destruir a los talibanes. Y los políticos afganos más importantes debaten ahora cómo llegar a términos políticos con ellos. Aquí hay una discrepancia en la apreciación de las realidades, o tal vez en los objetivos políticos.

Las encuestas –en lo que valgan– muestran que la mayoría de los afganos quiere que las fuerzas de la OTAN se vayan y la mayoría de los votantes estadunidense quiere lo mismo. Ahora miremos hacia enero de 2010, cuando los iraquíes votarán que Estados Unidos salga de Irak. Recuerden que, antes de que los talibanes llegaran al poder, el país era el sitio de un fiero y despiadado combate entre los señores de la guerra que competían unos contra otros, cada uno con sus bases étnicas, por controlar el país.

De hecho, Estados Unidos descansó cuando los talibanes (con respaldo de los paquistaníes) asumieron el poder. Orden por fin. Pero resultó que había un pequeño problema. Los talibanes se tomaban en serio lo de la sharia y eran amistosos con la emergente Al Qaeda. Así que tras el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos, con la aprobación de Europa occidental y la sanción de Naciones Unidas, invadió. Los talibanes fueron derrocados del poder –por un poco tiempo.

¿Qué pasará ahora? Probablemente los afganos vuelvan a la situación de las continuadas e insidiosas reyertas interétnicas de los señores de la guerra, y serán los talibanes solamente una de las facciones. La tolerancia del público estadounidense hacia esa guerra se evaporará por completo. Todas las facciones internas y muchos de los vecinos (Rusia, Irán, India, y Pakistán) seguirán peleando por los pedazos.

Y luego la etapa tres: Pakistán. Aquí hay otra situación complicada. Pero ninguno de los jugadores confía en Estados Unidos. Y las encuestas muestran que el público paquistaní piensa que el mayor peligro para Pakistán es Estados Unidos, y eso lo muestra una votación abrumadora. El enemigo tradicional, India, está muy atrás de Estados Unidos en las encuestas. Cuando Afganistán se desmorone en una guerra civil a toda vela, el ejército paquistaní estará muy ocupado respaldando a los talibanes. No pueden respaldar a los talibanes en Afganistán y combatirlos en Pakistán. Ya no aceptarán que los aviones no tripulados estadunidenses, los llamados drones, bombardeen Pakistán.

Así llegamos a la etapa cuatro de la tormenta de fuego: Israel/Palestina. El mundo árabe observará el colapso de los proyectos estadounidenses en Irak, Afganistán y Pakistán. El proyecto estadounidense en Israel/Palestina es un acuerdo de paz entre los israelíes y los palestinos. Los israelíes no van a ceder un centímetro. Pero tampoco ahora, y especialmente después del resto de la tormenta de fuego, cederán los palestinos. La única consecuencia será la enorme presión que los otros estados árabes pondrán sobre Fatah y Hamas para que unan fuerzas. Esto se hará sobre el cadáver de Mahmoud Abbas –lo que podría ser literalmente el caso.

Todo el programa de Obama se habrá ido en las llamas. Y los republicanos harán paja con él. Le nombrarán "traición" a la derrota estadounidense en Medio Oriente y es obvio ahora que hay un grupo grande al interior de Estados Unidos que será receptivo al tema.

Cuando uno anticipa tormentas de fuego hace uno algo útil al respecto o es barrido por ellas.


EE.UU.: !! La foto del escandalo !!


NORWALK, CT.- La foto de dos legisladores estatales jugando solitario en sus computadoras mientras se debatía en el presupuesto estatal de $37 billones de dólares, el aumento de impuestos y la no deducción de impuestos en los gastos, ha escandalizado a los residentes de Connecticut.


Mientras el líder de la minoría Lawrence F.. Cafero hablaba en la sala, sus colegas preferían jugar el popular juego de cartas.Los legisladores demócratas son; Bárbara Lambert, de Milford, electa por primera vez en Noviembre del 2008; y el representante Jack F Hennessy, de Bridgeport, electo desde el 2005.

La respuesta de la gobernadora Jody Rell al cuestionársele acerca de los dos legisladores jugando cartas en medio de un debate, fue reírse y decir; si ellos hubiesen estado trabajando en vez de jugar en sus computadoras, hubiésemos acabado mas rápido.La foto tomada por Jessica Hill ocupa la primera pagina del periódico Hartford Courant y ya esta ocupando la atención nacional.





Feminismo: “Seguiremos en marcha hasta que todas seamos libres”



Blog "Caminos" conversa con Nalu Farias, representante de la Marcha Mundial de Mujeres en Brasil, quien participó en el VIII Taller de Paradigmas Emancipatorios.



por Miriela Fernández Lozano

“Pan y Rosas” no fue una consigna aislada. Brotaba de las voces de cientos de mujeres que desde Québec, Canadá, se unían en 1995 al renacer que en todo el mundo experimentaba el movimiento feminista.

Cinco años después, la Marcha Mundial de Mujeres (MMM), resultado del progresivo fortalecimiento de esta lucha, soltaba amarras para el comienzo de un mismo viaje contra la pobreza, la violencia sexista y otras expresiones de la dominación patriarcal del capitalismo.

“A partir de su surgimiento, la MMM- explica la brasileña Nalu Farias ––prepara cada lustro de aniversario una acción importante, con más amplitud que las sistemáticas.

“Seguiremos en marcha hasta que todas seamos libres” es el lema que nos une en el 2010”.

La tercera iniciativa mundial de la organización coincide con los cien años de que la revolucionaria Clara Zetkin, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en 1910 en Copenhague, Dinamarca, propusiera el 8 de marzo como Día de la Mujer, lo que anima a una preparación fuerte para que las protestas alcancen mayor visibilidad y envergadura.

“La primera acción internacional que realizamos abarcó más de 150 países y territorios, y con ella logramos aunar movimientos rurales y urbanos de mujeres. Durante la siguiente, en el 2005, compartimos una Carta Mundial de Mujeres para la Humanidad en la que reflejábamos alternativas económicas, sociales y culturales.

“En aquella ocasión, hicimos una inmensa colcha. Fue una forma simbólica de presentar la Carta. Cada país analizaba el documento ––que exigía nuestro derecho a la tierra, al trabajo, a la autoderminación y a la soberanía–– y aportaba un retazo a la manta multicolor que se iba formando.

“Brasil constituyó el punto de inicio, y luego la carta viajó por 55 países en los que crecían las ideas sobre cómo erigir el mundo de igualdad, libertad, justicia, paz y solidaridad que queremos. Estuvimos en marcha siguiendo el movimiento del sol. Fue una experiencia hermosa que concluyó en Burkina Faso, África.

“El 2010 es un año importante para nosotras. Se cumple el centenario de la proposición del 8 de marzo como Día de la Mujer, y proyectamos hacer una marcha en el que sean escuchadas demandas pendientes y las que toman fuerza con la nueva coyuntura internacional.

“Pensamos movilizarnos durante 10 días. Cada país está adoptando su iniciativa, la cual debe llevarse a cabo en alguno de los dos periodos que hemos propuesto: del 8 al 18 de marzo o del 7 al 17 de octubre.

“En el caso de Brasil nos movilizaremos en marzo. Aproximadamente 3 mil mujeres estamos convocadas para realizar una acción que realmente cree impacto en nuestra sociedad.

“Esta vez el sitio de encuentro será la República Democrática del Congo, un territorio en conflicto y donde las mujeres se exponen a disímiles formas de violencia y exclusión”.

En este contexto de preparación, ¿qué significado tiene para la MMM asistir a un espacio como Paradigmas Emancipatorios?

“Después del 2005 hicimos una sistematización, una especie de diagnóstico de nuestro movimiento a partir del que definimos cuatro ejes para trabajar: autonomía económica de las mujeres, la violencia, la privatización de la naturaleza y los servicios públicos, y la desmilitarización.

“Encuentros como Paradigmas sirven, primero, para construir alianzas en torno a estos temas. De hecho, la MMM ha constituido importantes lazos con el Foro Social Mundial, Vía Campesina y Amigos de la Tierra. Además hemos participado en foros por la soberanía alimentaria, contra el agronegocio, entre otros.

“Aunque priorizamos la alianza con movimientos de mujeres, intervenir en estos espacios posibilita vínculos con organizaciones mixtas y así contribuimos a la amplia agenda política que poseen.

“Paradigmas también es un lugar de diálogo para discutir, para dejar claro que las mujeres queremos un cambio integral frente al patriarcado. Mantenemos la proyección de que “lo personal también es político”.

“Las transformaciones a las que aspiramos parten además de que en la división del trabajo existe una división social. Hay relaciones de poder. La labor de las mujeres es desvalorizada, incluyendo la que realiza en el hogar. En ese ámbito, nosotras estamos expuestas a la mercantilización, a un salario mínimo, a condiciones de esclavitud como las que se viven en las maquilas.

“Por eso hablamos aquí de feminismo. Traemos la denuncia, el cuestionamiento, la necesidad de buscar formas para que nuestro movimiento crezca.

“Organizarnos es difícil debido a la carga que sostenemos, la cual muchas veces imposibilita la participación en eventos como estos. Por ello, pretendemos no quedarnos solo en la incorporación, sino, ir más allá, rescatar la contribución de la mujer a la historia y continuar luchando por nuestra LIBERTAD”.


Lo que el feminismo ha hecho por tí

FUENTE: DIARIO VASCO
Si preguntáramos a la gente de la calle lo que ha hecho el feminismo a lo largo de la historia, seguramente la respuesta sería la siguiente: conseguir el voto para las mujeres y luchar contra la violencia de género y por el derecho al aborto. Y, aunque eso es cierto, es evidente que la respuesta correcta está muy lejos de esa simplificación.
Las sufragistas del siglo XIX lucharon no sólo por el voto, sino por el acceso de las mujeres a la educación superior, la mejora en las condiciones laborales de las trabajadoras, contra la prostitución, por la protección a la infancia, etcétera. Años después, la llamada 'segunda ola del feminismo' fue más allá. El discurso feminista de las décadas de los 60 y los 70 estaba centrado en dos reivindicaciones básicas: los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y su independencia económica.
El feminismo defendía la tesis de que toda mujer debía disponer de sus propios ingresos para realizar su proyecto de vida; por otra parte, reivindicaba una sexualidad libre, la legalización de los anticonceptivos y la despenalización del aborto. 'Sexualidad no es maternidad' fue uno de los lemas más coreados de esa época, junto con 'Anticonceptivos para no abortar; aborto para no morir'.
Aunque ésos fueron los ejes centrales, seguían en la agenda del feminismo la igualdad salarial entre hombres y mujeres, la lucha contra la violencia de género, la coeducación y el cambio de algunas leyes que seguían discriminando a las mujeres.
Durante esos años, por otra parte, el análisis de disciplinas como la psicología, la antropología, la filosofía, la historia y la sociología llevó a las expertas a la conclusión de que había un eje fundamental que afectaba a todas: el punto de vista androcéntrico. A lo largo de la historia, el varón había sido la medida de todas las cosas, de forma que todo lo que no se ajustaba al patrón masculino de conducta era considerado de segundo orden. Además, esa visión androcéntrica de la sociedad había llevado a la invisibilización de las mujeres, en el ámbito público y en el privado.
Por lo que al ámbito público se refiere, se ha ocultado a la ciudadanía el conocimiento y la aportación de muchas mujeres a disciplinas como las matemáticas, la física, la pintura, la escultura, la astronomía o la química (por poner unos ejemplos). En el ámbito privado, por su parte, jamás se ha tenido en cuenta la contribución de las mujeres a la economía familiar (superior, en algunos casos, a la de los varones) y nunca se ha valorado en su justa medida el trabajo que las mujeres han desarrollado dentro del hogar, un trabajo necesario para que la sociedad funcione.
Si ese trabajo no fuera realizado por las mujeres, el Estado y las comunidades autónomas deberían poner en marcha más servicios de guarderías, comedores infantiles, residencias de ancianos y centros de atención a mayores que los actualmente existentes. Además, ese trabajo oculto ha beneficiado directamente a los varones, tanto en su desarrollo personal como en su carrera profesional.
Llega la década de los 80 y el feminismo da un paso de gigante en sus reivindicaciones, ya que observa con estupor que, aunque existen leyes no discriminatorias, éstas son insuficientes para conseguir la igualdad, puesto que los hábitos, las costumbres y los prejuicios arraigados durante siglos pueden más, en numerosas ocasiones, que las propias leyes. Se plantean entonces medidas de acción positiva, y, posteriormente, la democracia paritaria, para subsanar el déficit de democracia que tenemos en los países desarrollados.
Estamos en el siglo XXI, y el feminismo sigue luchando por la independencia económica de las mujeres, contra la violencia de género, para que haya una coeducación real, por que no haya diferencias salariales entre hombres y mujeres, por que las mujeres puedan realizar su propio proyecto de vida, por que no haya discriminación en el acceso al trabajo y en la promoción, por que los varones compartan las tareas domésticas, por que los medios de comunicación reflejen la realidad de las mujeres, por que no haya sexismo en el lenguaje...
Por todo ello, hay que decir, para que la gente sepa por qué estamos donde estamos, que si hoy una mujer recibe el mismo salario que su compañero, eso se debe al feminismo; si una mujer no es expulsada de su trabajo al quedarse embarazada, eso se debe al feminismo; si una mujer puede denunciar el acoso sexual o la violencia de género, eso se debe al feminismo; si una joven puede acceder a los estudios que quiere, eso se debe al feminismo; si una mujer tiene acceso a los anticonceptivos y al aborto, eso se debe al feminismo; si una mujer puede decidir tener o no tener descendencia, eso se debe al feminismo; si...
Pero no sólo las mujeres debemos mucho al feminismo. También los hombres que desean una sociedad más igualitaria, y que luchan por ella, le deben mucho. Los hombres que se están cuestionando su masculinidad, se lo deben al feminismo; los que pueden coger la baja por paternidad, se lo deben al feminismo; los que dedican más tiempo al cuidado de la prole o de las personas mayores, se lo deben al feminismo; los que comparten las tareas domésticas, se lo deben al feminismo; los que hablan de corresponsabilidad, se lo deben al feminismo; los que...
Desde hace 150 años hemos avanzado mucho en nuestra sociedad, pero no lo suficiente como algunas mujeres quisiéramos: por un lado, porque en los países desarrollados aún tenemos graves déficits de igualdad, pero, sobre todo, y lo que es peor, porque dos tercios de las mujeres del mundo viven como nuestras abuelas a primeros del siglo pasado. Y el objetivo del feminismo es que todas las mujeres del planeta tengan los mismos derechos que los varones de sus sociedades, y que todos los hombres tengan las mismas obligaciones en el ámbito privado que tienen las mujeres en esas sociedades.