sábado, 5 de junio de 2010

Crisis mundial capitalista: La espiral destructiva se adueña de los mercados


Beatriz P. Galdón / Fernando Martínez - 05/06/2010

La situación se complica cada vez más. Las Bolsas vivieron el viernes otra jornada de importantes castigos, especialmente en algunas zonas de Europa. Fue el caso del parqué español, con un recorte del 3,80% en el día y del 5,33% en la semana que llevó al Ibex a un nuevo mínimo en 14 meses, en los 8.923,40 puntos. La caída en el año asciende ya al 25,26%.

Los inversores se centraron una vez más en vender la renta variable de aquellos países con las economías en una situación más problemática. Y el viernes tocó Hungría. El índice de referencia recortó el 7,15%, después de que un portavoz del nuevo Gobierno reconociera que la situación de las finanzas era "muy grave", al estilo de la griega, el estilo de la griega, y que el Ejecutivo anterior había manipulado las cuentas. Una de las primeras consecuencias es que el déficit público, que se esperaba que fuera este año del 3,8%, podría llegar incluso al 7,4%.

La sangría continuó también en el mercado heleno, que cedió el 5,56%, así como en el portugués y en el italiano, que retrocedieron el 2,20% y 3,79%, respectivamente. Los recortes resultaron algo inferiores en el Dax (1,91%), el Cac (2,86%) y el Footsie (1,63%). El Euro Stoxx concluye el periodo de las cinco últimas sesiones con una bajada del 2,31%, menos de la mitad que el Ibex.

"El mercado ha reaccionado tan bruscamente porque el caldo de cultivo para la tensión ya lo tiene. Hay muchos factores negativos al mismo tiempo y se está entrando en un círculo vicioso muy malo", valora José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "El ajuste financiero necesario para reducir el endeudamiento y su coste de financiación reduce las perspectivas de crecimiento y esto, a su vez, hace que cada vez sea más difícil obtener liquidez. Es lo que está ocurriendo en estos momentos", añade el estratega de la entidad estadounidense.

Europa arrancó la sesión con el ambiente ya enrarecido. La preocupación sobre el estado de Hungría aceleró el repunte de las primas de riesgo desde primera hora. La española llegó a rozar los 200 puntos básicos, un nuevo máximo histórico, mientras que los CDS (credit default swaps), seguros contra el riesgo de impago, escalaban hasta los 255 puntos básicos. Los inversores tienen dudas además de cómo resultará la reducción del déficit y las consecuencias que traerá para la economía, de los vencimientos de deuda que tiene el Estado para los próximos meses, que superan los 20.000 millones de euros. Hace justo una semana que Fitch decidió recortar el rating de la deuda española desde AAA a AA+.

"El poder de las agencias de rating es inmenso y esas 'simples letras' pueden provocar crisis enormes, ya que influyen directamente sobre las economías mundiales. Las rebajas de rating, encarecen el precio de la deuda y dificultan la financiación de empresas y países", explica David Galán, director de renta variable de BolsaGeneral.

Los bancos cotizaron, por otra parte, su crisis particular, que se vio agudizada por rumores que apuntaban a que Société Générale había tenido importantes pérdidas con alguna operativa en derivados. La entidad perdió el 7,58% e hizo que el sector financiero europeo retrocediera el 3,76%. En la Bolsa española, el Santander y el BBVA finalizaron con pérdidas del 5,78% y 6,84%, y dentro del Ibex 35 ningún valor se escapó de las ventas.

Pero, realmente, los mercados comenzaron a caer con fuerza después de la publicación del dato de empleo de Estados Unidos en mayo. Se crearon 431.000 puestos de trabajo, frente a los 540.000 previstos por el mercado. La decepción fue incluso mayúscula cuando se analizó el dato, ya que del total del empleo generado, 411.000 son puestos temporales, cuyos contratos terminarán en próximo otoño. Wall Street abrió a la baja y llegó al final de la jornada en fuertes pérdidas. El Dow Jones cayó el 3,16%, el S&P, el 3,44% y el Nasdaq, el 3,64%. En la semana se dejaron el 2,03%, el 2,25% y el 1,68%, respectivamente. Los índices se sitúan en niveles mínimos desde el pasado febrero. El presidente de EE UU, Barack Obama, salió al paso de los datos y comentó que mayo ha vuelto a ser "otro mes de creación de empleo en el sector privado", lo que da muestras de que "la economía se está fortaleciendo". El mercado, sin embargo, parece que no lo interpreta de la misma manera.

En el momento de la noticia de Estados Unidos, el Ibex se encontraba cotizando sobre los 9.098,94 puntos; en cinco minutos bajó un 2,38%, hasta el 8.882,10, mínimo intradía.

El euro dibujó una trayectoria similar, a pesar de que los datos desfavorecían a la economía estadounidense. La divisa llegó a cotizar por debajo de 1,2 por primera vez desde 2006, a pesar de los rumores que apuntaban a que el banco central de China estaría comprando euros.

De poco ha servido el plan pactado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar la integridad del euro. Incluso esta semana se ha seguido hablando de la posibilidad de que Grecia saliera del euro, y en parte la tensión en los mercados de deuda refleja esa desconfianza en existe entre los inversores.

Para las próximas jornadas los analistas esperan más volatilidad. Desde la sociedad de valores de Renta 4, señalan que "los datos macroeconómicos, especialmente de Estados Unidos y de los países emergentes, deberían actuar como factor de apoyo a las Bolsas". Pero reconocen, al mismo tiempo, que "será clave que se modere el riesgo soberano para que se restablezca el sesgo negativo actual de los inversores, y permita a los índices no romper niveles importantes y en el caso del Ibex recuperar la referencia de los 9.000". Los analistas añaden que "aun cuando consideramos que las valoraciones son atractivas, recomendamos ser prudentes y selectivos en renta variable española de cara a las próximas semanas, debido a la evolución de la reestructuración del sistema financiero, negociación de la reforma laboral y sobre todo a la refinanciación de la deuda del Estado que deberá realizar con motivo del vencimiento de importes elevados de bonos y letras en los meses de junio y julio (32.000 millones de euros)".

En unas circunstancias tan difíciles, desde Sabadell Banca Privada se recomienda la deuda pública de países desarrollados: o bien está sujeta a volatilidad extrema, o bien cotiza con rentabilidades mínimas, ante su condición de valor refugio, como es el caso de la deuda alemana y la de Estados Unidos. En el caso de la renta variable, el consejo de Sabadell es apostar por EE UU y exportadoras alemanas.

El euro pierde los 1,2 dólares por primera vez en cuatro años

El último sobresalto de la economía mundial se saldó el viernes con un fuerte ajuste en la cotización del euro frente al dólar, que llegó a situarse por debajo de 1,2 dólares por primera vez desde marzo de 2006. "A corto plazo, va a ser muy difícil ver un euro fuerte", confirma José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

El euro llegó a cotiza a 1,1993 dólares, si bien luego se recuperó y estuvo fluctuando cerca de la cota técnica de 1,2 dólares

Este experto advierte que el panorama podría cambiar en la segunda mitad del año si finalmente los datos de actividad económica en EE UU son más débiles de lo esperado y la economía americana crece a tasas del 2%, en lugar de ritmos del 3,5%, que es lo que se está esperando en el mercado. En ese caso, José Luis Martínez apuesta por un tipo de cambio más cercano a los 1,3 dólares.

La crisis de deuda en Grecia ha acelerado el castigo contra el euro, penalizado también por los problemas que atraviesan otros socios, particularmente España e Italia. El euro ha perdido contra el dólar un 16,25% en lo que va de año. De momento, las expectativas económicas juegan contra la moneda europea. Las posibilidades de que el BCE suba los tipos desde el 1% actual han quedado aplazadas.

Un respaldo adicional puede venirle de los países emergentes. En el mercado corrió el rumor el viernes de que el banco central de China estaba comprando euros. Por otra parte, el forint húngaro llegó a perder un 3,4% contra el euro, pero al final el ajuste se quedó en el 2%.

Hungría: crisis de dimensión reducida

La economía húngara es de dimensiones muy reducidas. Su PIB ronda los 120.000 millones de euros, que viene a ser aproximadamente un 0,9% del PIB de la UE-27. Su deuda asciende a unos 87.160 millones de euros y este año tendrá que hacer frente a vencimientos por valor de 35.000 millones.

El problema es que el país ya recibió en 2008 un paquete de ayuda por 20.000 millones de euros, dentro de un plan de rescate organizado por la UE, el Banco Mundial y el FMI. A la luz de las cuentas falseadas, parece que este rescate no fue suficiente para sanear la economía.

La cifra


-25,2% es la caída acumulada por el Ibex en lo que va de año, que supera en más de 10 puntos al ajuste sufrido por el Euro Stoxx.




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