martes, 7 de junio de 2011

El triunfo de Humala y el nuevo horizonte

Oscar Ugarteche

ALAI AMLATINA, 06/06/2011.- Las elecciones del 5 de junio del 2011 han dividido el Perú en dos: los que creen en una actitud ética en la política y los que piensan que la ética no importa sino solo sus intereses, parafraseando eso de que Estados Unidos no tiene amigos sino intereses. Además, la derecha financiera y minera ha mostrado con su accionar que la depresión salarial está bien. El Perú tiene una participación salarial de 22% del PIB versus 45% en Chile y 40% en Brasil, ambos países donde nunca se cayó el salario en el PIB desde antes de los inicios de los ajustes en los años 80. El único otro país con una participación salarial tan baja es México donde cayó de alrededor de 40% a 29% del PIB.

La reacción de los especuladores en bolsa ha sido un retiro de la bolsa de Lima que hizo que se desplomara 12% a la mañana siguiente a las elecciones. PPK (Pedro Pablo Kuczynski) lo advirtió y en esa advertencia lo hizo realidad. Hizo terrorismo económico y se materializó. Como el anuncio de que van a escasear las latas de lecha del supermercado. El Perú completo queda advertido de cómo va a actuar la derecha.

Lo que se espera de Humala primero y por sobre todo es una actitud ética en la política que tanto Fujimori como García han hecho lo posible por desacreditar. García ha llegado a demoler su propio partido político con el objetivo de perpetuarse en el poder, siendo o no presidente. Ya demolida el APRA con su larga historia, el Perú puede emprender un nuevo rumbo político en general sin el temor de los retrocesos que tanto daño le han hecho. Atrás quedó para siempre “El antiimperialismo y el APRA” de Haya de la Torre y toda la literatura que a ratos permitían ver en ese partido uno progresista y relativamente autónomo de los poderes económicos más primitivos. El final de la vida del APRA fue cuando García le jugó en contra de todo a lo que simbolizaban desde los años 30. Ganó la apuesta García y perdió el partido. RIP.

Humala tiene por delante todo tipo de retos. El primero será quedarse en el asiento presidencial cuando la derecha ha hecho una campaña sucia incluyendo llamadas telefónicas a casas de votantes hasta el día de las elecciones para denunciar el “peligro Humala”. PPK, hombre de varios pasaportes incluyendo el peruano, salió como terrorista económico a denunciar que se desplomaría la bolsa de Lima por el resultado electoral. CNN le dio cabida a esta tontería que encubre que las bolsas del mundo han tenido en las últimas siete semanas una racha de caída solo superada en el año 2004. Es fácil culpar a Humala de que llueva o deje de llover y lo van a hacer. Como culpan a la alcaldesa Susana Villarán –por la Comisión de la Verdad–. Hemos visto que la libertad de expresión sirve para decir lo que los dueños de los medios y sus socios quieren decir. El titular de El Comercio del lunes 6 de junio fue “Un resultado que llama a concertar, Humala 50.9%, Keiko0 49.1%”. El resultado fue 51.5% versus 48.5% y eso era lo que había salido del conteo rápido y de las proyecciones del conteo inicial pero mejor era una noticia falsa para forzar el argumento de que el poder no lo van a perder.

Para concertar tienes que tener ánimo de concertación y eso la derecha no lo tiene. Es una derecha falangista, racista, fóbica, oscurantista e ignorante, pegada al Opus Dei que aunque católico extrañamente carece de valores éticos, a no valorar el conocimiento; y que ha permitido que el Perú se coloque y alinee con los regímenes más retardatarios en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que se reeligiera a Alan García; y que la hija de un delincuente corra a las presidenciales, para beneficio de lavarle la cara a los 75 presidiarios, que están en la cárcel con su padre. Es una derecha que ha rifado una política exterior digna y la ha sustituido por un mamarracho. ¿Podrá Humala recuperarle la dignidad a la cancillería peruana? ¿Podrá recuperarle la fe en la política a los peruanos?

El Perú está en un momento expectante del crecimiento económico. Tal vez ponerle impuestos a la renta a las inversiones en bolsa sería un acto para afectar las riquezas que se están apilando sin impuestos en el nombre del libre mercado. Eso realmente espantaría los capitales golondrinos de la bolsa y tal vez terminaría con las burbujas especulativas y ayudaría a ajustar el tipo de cambio. Promover que el MILA (las bolsas de Bogotá, Lima y Santiago) que inició sus operaciones el lunes después de las elecciones se articule con la bolsa de Sao Paulo quizás sería otro acto simbólico.

Hay que recordar que el impuesto a las transacciones financieras (ITF) se instituyó en 2002 para financiar la educación en el Perú cuya meta de gasto debe de ser 6% del PIB. El ITF fue reducido por PPK en 2003 cuando era ministro porque distorsionaba el mercado, dijo. Quizás sea hora de recuperarlo a los niveles que tuvo al inicio en el 2002 y que tanto impacto positivo observó en la recaudación tributaria. ¿Podrá Humala recuperar el nivel de la educación pública perdida hace varias décadas? ¿Podrá recuperar la universidad pública a niveles reconocibles?

El regreso del Perú a Sudamérica es lo más significativo, empero. Eso es positivo para el país y para la región como un todo porque consolida el bloque regional progresista. Esto podrá facilitar el proceso de UNASUR que la derecha peruana detesta por razones ideológicas y pondrá al país a la par con sus vecinos en la Comisión de coordinación macroeconómica de UNASUR, en el Banco del Sur, en el uso de la moneda nacional para el comercio exterior y nivelará los aspectos políticos y migratorios del espacio así como consolidará el Consejo de Defensa Suramericano. La batalla contra la derecha peruana en estos campos será tenaz.

Para todos Humala es una interrogante y Fujimori una certidumbre. El futuro nos espera a todos los y las peruanos/as que deberemos de enfrentar los retos del futuro. La familia peruana debe de reunificarse dice Mario Vargas Llosa, pero escuchándolo a de Soto, eso es muy difícil. El horizonte peruano ha cambiado para mejor, para el regreso de la ética en la política y para la recuperación de la dignidad nacional. Esa, no se cotiza en bolsa.

- Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) http://www.obela.org



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