miércoles, 27 de julio de 2011

Luis Miguel Castilla: El hombre de la confianza (de la derecha, por supuesto)


Luis Miguel Castilla: El hombre de la confianza

La elección de Luis Miguel Castilla como primer ministro de Economía de Gana Perú es una insospechada medida que Ollanta Humala se ha sacado de la manga para ganarse la bendición de los mercados. Al principio generó resquemores y una destemplada renuncia en su equipo técnico, pero hoy sus cuadros la han aceptado y la respaldan. Humala, por cierto, ha tomado previsiones para impedir que el ortodoxo invitado se aleje de las líneas matrices del programa.

Por Óscar Miranda

En una oficina en las inmediaciones del PNUD, en Magdalena, Luis Miguel Castilla y un equipo de 25 profesionales trabajan en el Plan de los 100 días que será anunciado el próximo jueves. Ollanta Humala le ha encargado que revise todo lo que había dejado casi listo el equipo técnico de Gana Perú (Félix Jiménez, Kurt Burneo y compañía). Su labor se parece mucho a la de un alquimista: debe calcular las dosis precisas de ortodoxia económica y afanes redistributivos para, por un lado, financiar los programas sociales que ha prometido el presidente electo y, por el otro, mantener la caja en equilibrio y las cifras en azul.

La tarde del miércoles, horas antes de que Alejandro Toledo llegara al PNUD y sellara su acuerdo de gobernabilidad con Humala, Castilla le hizo al presidente electo y a su entorno una exposición de sus avances. “Ya está afinando programas como Pensión 65, Cuna Más, el aumento del salario”, le dijo a esta revista, el jueves, uno de sus colaboradores, “tienen que estar listos para anunciarlos el 28”. El equipo del virtual ministro, integrado por jales del Banco Mundial, del FMI, de universidades privadas y de algunas dependencias del Estado, trabaja por estas horas contra el reloj.

La elección de Castilla como titular de Economía resultó una sorpresa para todo el mundo, pero sobre todo para los técnicos de Gana Perú, que apostaban a la carta de Kurt Burneo (como a la de Óscar Dancourt para la presidencia del BCR). La versión que circula entre ellos es que le fue recomendado a Humala por Enrique García, presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), en el encuentro que sostuvieron el viernes 15 en Caracas. La misma versión manejan fuentes del MEF.

Luis Miguel Castilla: El hombre de la confianza

Las reacciones adversas llegaron desde la izquierda. A mitad de semana, el investigador Hugo Cabieses, miembro de Ciudadanos por el Cambio –el colectivo de intelectuales que integra Gana Perú–, envió un mail a Nadine Heredia y a Salomón Lerner advirtiéndoles que la oferta de la CAF de otorgar créditos por hasta US$ 7,500 millones para programas sociales, supuestamente condicionada a la designación de Castilla y a la ratificación de Julio Velarde en el BCR, era “puro cuento”. Entre otras razones, porque la CAF no tiene liquidez y porque en el mejor de los casos los créditos se harían efectivos recién en tres o cuatro años.

Los colaboradores del virtual ministro señalan que este se reúne con Humala y el núcleo cerrado que lo rodea –Nadine y el empresario Carlos Paredes– desde fines de junio, en charlas en las que les exponía la situación de la caja fiscal. Para cuando el presidente electo viajó a Caracas, Castilla “ya casi era ministro”. El viernes 15, mientras Humala se reunía con Hugo Chávez y en El Peruano se oficializaba la renuncia del hasta entonces viceministro de Hacienda, el equipo técnico de Gana Perú se enteró de que ni el MEF ni el BCR estarían en su ámbito de intervención.

Ese día, Óscar Dancourt decidió largarse. Humala planeaba enviarlo al BCR junto con Félix Jiménez y Daniel Schydlowsky, para ejercer de contrapeso a Velarde, pero Dancourt no estaba dispuesto a verle la cara de nuevo a alguien con quien ya había tenido encontronazos en el pasado. “Está muy dolido, no quiere aceptar nada, estamos tratando de convencerlo de que reconsidere su posición”, le dijo un miembro del equipo económico a Domingo.

“Es mejor dar la pelea desde adentro”, agregó.

Tecnócrata ortodoxo

Con una maestría en Harvard y un PhD en la Johns Hopkins University, Luis Miguel Castilla es un economista de credenciales tan notables que hasta los cuadros izquierdistas de Gana Perú lo reconocen. Hizo la mayor parte de su carrera en la CAF (entre el 2000 y el 2009), adonde llegó, según una versión, recomendado por Cecilia Blume, quien dirige una consultora en sociedad con la hermana del futuro ministro. En la CAF, Castilla ascendió hasta convertirse en la mano derecha de Enrique García. En el 2009, Luis Carranza lo llevó al MEF como asesor y en enero del 2010 Mercedes Aráoz lo nombró viceministro de Hacienda.

Un reciente reportaje de Ricardo Uceda en la revista Poder describe los trances que Castilla tuvo que pasar, entre enero y abril de este año, cuando el Ejecutivo metió en problemas al MEF al ordenar el aumento de sueldo de militares y policías poco después de haber dispuesto la reducción del IGV y en medio de un plan de ajuste fiscal que el viceministro de Hacienda había puesto en marcha para cerrar el 2011 con déficit cero. No había plata para repartir. Ministerios y gobiernos regionales no dejaban de quejarse. La crisis desencadenó la renuncia del director de Presupuesto Público, Roger Díaz. Según fuentes del MEF consultadas por Domingo, Castilla habría estado a punto de hacer lo mismo.

¿Por qué Castilla?

“Tiene sentido”, dice un miembro del equipo económico; “todavía hay dudas sobre si el presidente electo seguirá el modelo. ¿Qué mejor para generar tranquilidad que poner a los operadores del modelo?”. Según su explicación, con Castilla y Velarde se busca generar confianza en los mercados en poco tiempo y así preparar el terreno para aplicar el plan de inclusión social. Algo que también se habría logrado con Kurt Burneo, pero no tan rápidamente.

El futuro inmediato de Burneo es el Ministerio de la Producción. Fuentes de Gana Perú sostienen que esa estadía sería transitoria. El líder de los técnicos que llegaron de Perú Posible ocuparía el nuevo y estratégico Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, que se crearía en el mediano plazo y que tendría el manejo de todos los programas sociales.

“En lo inmediato, sí, claro, hay un viraje. Pero esto es como el ajedrez; uno tiene que mirar dos o tres jugadas después”, dicen las fuentes del partido.

Pugnas en el horizonte

Sobre el control que Luis Miguel Castilla tendrá del MEF hay versiones discrepantes. En el equipo técnico de Gana Perú afirman que Ollanta Humala se reservará la designación de algunos cargos claves, entre ellos el del viceministro de Hacienda. Aunque algunas versiones señalan a Félix Jiménez como el elegido, otras dicen que aún no hay un nombre seguro. “Lo que es un hecho es que será del equipo técnico o muy vinculado a él”, sostienen.

Desde la otra orilla, los colaboradores del futuro ministro aseguran que el presidente electo le ha dado total libertad para que designe a sus funcionarios de confianza, incluyendo a sus dos viceministros. Adelantan que ya se ha elegido a los profesionales que se harán cargo de estos puestos y que ninguno pertenece al equipo de Gana Perú.

Otra manera de mantener cierto control sobre el MEF sería la creación de un consejo de asesores para el presidente, una idea promovida por Salomón Lerner cuando el empresario no tenía intenciones de asumir un cargo público y mucho menos el de presidente del Consejo de Ministros. Se da por descontado que uno de los asesores será Félix Jiménez, líder del equipo que elaboró el Plan de Gobierno original y cuyo pensamiento en materia económica poco tiene que ver con las ideas de Castilla.

Pablo Secada, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), el centro del liberalismo económico peruano, cree que ponerle al titular del MEF un viceministro de Hacienda y crear un grupo de asesores presidenciales que opinen en materia económica creará problemas. “Va a haber una pugna permanente entre el ministro y el viceministro, algo que nunca se ha visto. Poner asesores económicos trae el riesgo de que se debilite políticamente al ministro, se cuestionen sus decisiones; podrían tener una agenda paralela”, advierte.

Al cierre de esta edición, lo único que estaba claro es que Félix Jiménez iría al BCR, entre otras cosas, a ser el contrapeso de Velarde. “Félix es temperamental y Julio también, así que en determinadas circunstancias ese va a ser un choque de trenes”, dice un miembro del equipo técnico. “Pero la sala del directorio es grande, así que los gritos no se van a escuchar”.

No hay viraje

¿Para la tecnocracia izquierdista de Gana Perú las últimas decisiones de Humala son un giro a la derecha? No necesariamente. Es verdad que el lunes, después de haber visto a su líder la noche anterior anunciando en televisión la continuidad de Velarde, la gente de Ciudadanos por el Cambio estaba desconcertada. Sin embargo, con el correr de las horas entendieron los nombramientos y los respaldaron públicamente. Alberto Adrianzén, uno de sus voceros, le dijo a esta revista que la mejor garantía de que no hay un giro a la derecha es el nombramiento de Salomón Lerner como premier. En todo caso, los más descontentos son los partidos de izquierda. Javier Diez Canseco cree que designar a Castilla y Velarde les puede traer problemas. Aun así, antes que anunciar batallas internas, prefiere esperar los anuncios que hará Humala este jueves. “Hay palabras empeñadas. Y esas palabras tienen que cumplirse”.

Testimonio de una amiga, por Mercedes Aráoz*

Luis Miguel Castilla: El hombre de la confianza

“Miguel tiene todos los pergaminos académicos y técnicos para ser ministro de Economía. Lo conozco hace muchos años, desde que estaba en Estudios Económicos de la CAF, coordinábamos muchos trabajos para el Proyecto Andino de Competitividad, en el cual yo participaba como la coordinadora del Perú desde la Universidad del Pacífico. Le tengo mucho respeto profesional y personal; él ya trabajaba en el MEF como asesor del gabinete y por nuestra afinidad lo invité (en el 2010) a ser viceministro de Hacienda. Lo conversamos mucho pues él estaba pasando por un problema familiar muy delicado, y considero que fue una buena elección pues es un técnico serio y dedicado. De hecho su trabajo y el de su equipo permitieron iniciar el retiro del Plan de Estímulo Económico en nuestra gestión. Llegamos a ser más amigos. Estoy segura de que la presencia de Miguel en el gabinete tranquiliza a los mercados y a los inversionistas, pues es conocida su prudencia en el ámbito fiscal y el éxito de su gestión de la deuda peruana. También tiene mucha sensibilidad social”.

*Ex ministra de Economía

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