viernes, 8 de julio de 2011

Movimiento Quintín Lame: 20 años de apuesta por la paz


El pasado jueves 30 de junio de 2011, en el municipio de Caldono del departamento del Cauca se dio inicio a la celebración de los 20 años de entrega de armas y apuesta por la paz del movimiento Quintín Lame. Ex militantes, autoridades y comunidades indígenas y diferentes invitados estuvieron celebrando la apuesta por la paz durante cuatro días y se mantuvieron en dicha apuesta.

En la década de 1980 tuvieron lugar perseguimientos y ataques de todo tipo por parte de los “pájaros” grupos de paramilitares usados por los terratenientes contra comunidades indígenas como estrategia para apropiarse de los resguardos.

En 1984 y tras el asesinato del sacerdote nasa Álvaro Ulcué Chocué en Santander de Quilichao (Cauca) en unos hechos en los que se encuentra involucrados los agentes del F-2 Miguel Ángel Pimentel y Orlando Roa según lo aseveró un testigo ocular del hecho que fue luego obligado a cambiar su versión, un asesinato que se habría gestado con la participación de terratenientes y políticos de la región que se sentían incómodos y amenazados sus intereses con el proceso organizativo de los indígenas emprendidos por el primer sacerdote indígena como lo fue Álvaro, sin que hasta ahora se hayan judicializado tal como lo aseveró.

Es en este contexto en el que salió a la luz pública el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) un grupo de 139 militantes entre hombres y mujeres principalmente indígenas Nasa quienes tomaron el nombre de uno de los líderes indígenas más importantes de comienzos del siglo XX quien libró una lucha jurídica en defensa de los resguardos indígenas no sólo del departamento del Cauca sino que también en departamentos como el Tolima.

En ese momento contó con apoyo de la entonces organización insurgente Movimiento 19 de Abril (M-19). Posteriormente, el MAQL hizo parte de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (coordinadora que logró agrupar buena parte de las guerrillas existentes en la década de los 80, FARC, ELN, M-19, MAQL, EPL,). En 1989 junto con el M 19, el MAQL entró en proceso de desmovilización y consecuente entrega de armas en 1991, proceso que permitió su participación en la Asamblea Nacional Constituyente, desde entonces el MQL se comprometió a ser gestor de paz, una tarea en la que se ha comprometido y ha desarrollado desde diferentes procesos.

El evento se inició el pasado jueves 30 de junio con la bienvenida de los y las participantes y con una marcha de recorrido de Pueblo Nuevo al CEFI-LAM -centro de formación integral comunitario Luis Ángel Monroy-, una establecimiento educativo que nace como una iniciativa de la Fundación Sol y Tierra del movimiento Quintín Lame surgida en 1991 con el fin de fomentar y apoyar las iniciativas de desarrollo en las comunidades en las que tuvo presencia –gran parte del departamento del Cauca- Esta institución educativa CEFI-LAM fue luego asumida por la comunidad y el cabildo directamente y que hoy se ha convertido en una institución constructora de autonomía educativa, étnica y cultural.

El segundo día, viernes 1 de julio se inició el evento brindando un homenaje a los ex quintinos que murieron o fueron asesinados en combate o luego de su desmovilización, o que simplemente se han retirado del movimiento pero que aportaron desde sus lugares a las luchas del movimiento, seguida por intervenciones de diferentes panelistas en torno al tema de la paz en los veinte años del la Constitución Política de 1991 en el que invitados como el politólogo Álvaro Villarraga miembro de la Asamblea Permanente para la Paz, Tatiana Montaño, Alfonso Peña Chepe (representante a la asamblea constituyente por el MQL) y Orlando Riscos en representación de Pax Christi ONG que se propone trabajar por la paz, en estas ponencias se presentaron reflexiones sobre el proceso constituyente, los avances de éste, los desafíos propuestos y las dificultades.

Es importante rescatar que los ponentes hacen reconocimiento en cuanto a los avances que ha tenido la constitución en cuanto al reconocimiento de derechos, es también evidente la preocupación que existen entre el movimiento por las 33 reformas que se han realizado a la constitución y que han desdibujado o deformado el espíritu del documento constitucional aprobado en 1991. El día se cerró con la presentación de documentales del Quintín Lame y del centro de formación integral comunitario Luis Ángel Monroy.

El sábado 2 de julio se dio cabida a las propuestas de paz que se vienen gestando desde el movimiento indígena, como la resistencia a hacer parte del conflicto, a exigir que sus territorios no sean usados para el desarrollo del mismos, a y a construir propuestas que permitan el diálogo entre diferentes sectores sociales para la construcción de un país mejor. De esta manera, se contó con las intervenciones de representantes de la ACIN –Asociación de Cabildos Indígenas del Norte- y del consejero mayor del CRIC- Consejo Regional Indígena del Cauca.

Las ponencias, además de reconocer el camino andado por el MQL, reivindica el reto emprendido por el movimiento de construir la paz. Se presentó las iniciativas desarrolladas por el movimiento alrededor de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria y el Congreso de los Pueblos, planteando los avances, pero también señalando las dificultades con las que se encuentran las comunidades al estar en medio del conflicto armado, constantemente asediados por actores armados (Ejército Nacional, Policía Nacional, guerrilla y paramilitares) que representan una amenaza latente y constante a las comunidades, al movimiento, y una dificultad para avanzar. Por los constantes enfrentamientos en territorio indígena, la instalación de campos de minas, reclutamiento forzado de jóvenes comuneros, asesinato de líderes y expansión del narcotráfico. Tal como ellos mismos lo vienen denunciando.

Otro de los puntos que se evidenció en este encuentro fue una denuncia y queja por parte de los “desmovilizados”; la denuncia presentada se dio por el incumplimiento por parte del Estado de los acuerdos del proceso de desmovilización, razón por la cual gran parte de los “quintinos” se encuentran en condiciones de pobreza y abandono teniendo en cuenta que las tierras entregadas a los “ex-movilizados” son en gran mayoría zonas de reserva forestal y que por tanto no aptas para el cultivo. Por otro lado, una queja al movimiento indígena, es que algunos han sentido un cierto aislamiento por parte del mismo, por esta razón hacían el llamado a no ser vistos como desmovilizados ni como exguerrilleros sino como agentes sociales y parte constitutiva del movimiento.

Cada día concluyó con espacios musicales, artísticos y culturales en los que se permitió el encuentro y reencuentro fraterno, el reconocimiento, la reflexión, la esperanza y compromiso por seguir apostando al complejo camino que llevará a la paz.

Yaneth Valero

Politóloga, Universidad Nacional




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