miércoles, 19 de octubre de 2011

El Cuerno de África entre la muerte y la agonía


Cada tres o cuatro segundos muere una persona de hambre. En este siglo persisten 925 millones de seres humanos que la padecen, una cifra que es superior a la suma de las poblaciones de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.


Sobre todo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha declarado el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia y ha pedido a la comunidad internacional 210 millones de euros para intentar “salvar vidas”. Además de Somalia, 11 millones de personas necesitan ayuda urgentemente en Kenia, Etiopía y Yibuti, todos territorios del Cuerno Africano.

Esa zona sufre la mayor crisis humanitaria y alimentaria del planeta, la más grave que se haya visto en los últimos 60 años. Allí cerca de 20 millones de personas reclaman ayuda de manera urgente.

La realidad resulta tan crítica que para cientos de miles de personas no existe otra alternativa que abandonar sus hogares y marcharse hacia los campos de refugiados y a las grandes ciudades en busca de comida. Y ciertamente, lo más preocupante es la desnutrición en menores de cinco años, ya que las secuelas de esa enfermedad pueden afectar a los niños por el resto de sus vidas al ocasionarles un retraso en el crecimiento cuyas consecuencias irreversiblemente los incapacitará para toda la vida.

En Somalia, por ejemplo, a esa situación se une la violencia incesante, agravada por una terrible sequía, que ha obligado a huir a más de 135.000 personas tan sólo en lo que va de año.

Hambruna en el cuerno africanoEn Etiopía la realidad no es diferente. Se une en aquel país, la dramática situación de los campamentos para refugiados. Ya un informe de Naciones Unidas sobre esas instalaciones en el sureste etíope arroja un dato desolador: más de 100.000 menores tienen como único hogar a las tiendas y la arena del lugar.

"Lo más trágico para nosotros, es ver que hay niños que llegan en un estado de tal debilidad, que a pesar de nuestros cuidados de emergencia y de alimentación terapéutica, se mueren en veinticuatro horas", comentó recientemente un médico a varias agencias internacionales.

Y si algún testimonio conmueve es el de una refugiada del campo de Dadaad, considerado el mayor del mundo: “Estamos muriendo por falta de ayuda humanitaria inmediata. ¿Dónde está la ONU? ¿Dónde está el mundo musulmán? Por favor, venid en nuestra ayuda. Estamos sufriendo mucho. El mundo debe actuar para salvar nuestras vidas”.

El hambre en esa parte del mundo subsiste, agravada, entre otras causas, por la falta de medios agrícolas y la especulación en torno a los alimentos. Todas razones interconectadas entre sí.

Algunas cifras de la crisis

-La crisis alimentaria en el Cuerno de África afecta a más de 12 millones de personas.
-Es la peor sequía en 60 años en Somalia
-La situación se agrava debido a la violencia que se registra en ese país.
-Se estima que 135.000 somalíes han huido por la sequía y la violencia este año.
-Más del 50% de los niños somalíes que llegan a Etiopía presentan serios signos de desnutrición.
-Los organismos de ayuda humanitaria han hecho un llamado de emergencia para recaudar US$ 150 millones.

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