jueves, 25 de agosto de 2011

Bolivia: "El machismo del MAS me asfixia cada día más"

Por María Galindo

Imaginemos que Fidel Surco hubiera sufrido el accidente y estuviera ciego y sordo, seguramente sería el partido quien lo hubiera abandonado y sería su mujer que lo bañaría, le daría afecto y lo
mantendría económicamente, de eso estoy segura como bruja que lo lee en una bola de cristal.

Surco, al convertirse en senador, ha vivido un ascenso social donde cambiar de mujer es parte intrínseca de su guión de poder; lo mismo hicieron Santos Ramírez y Álvaro García. En el poder necesitan otro tipo de mujer: complaciente, funcional, no madre, que no estorbe y que sea útil para exaltar socialmente su virilidad, de ahí el éxito político de una Jessica Jordan.

También en su tiempo Paz Estenssoro llegó a matar a su mujer, la que lo acompañó en el exilio, para cambiarla por la Miss del momento. Hay cientos de libros escritos sobre él, pero nadie ha escrito una línea sobre el Presidente asesino porque hasta a la hora de escribir historia la complicidad masculina funciona y ese dato ha resultado dizque irrelevante para entender la grandeza del personaje.

Todos los colegas hombres de Fidel Surco han coincidido en declarar que cuestionar en el escenario de la Asamblea Plurinacional el comportamiento de irresponsabilidad paterna es confundir lo público con lo privado.

Separar esquizofrénicamente lo público de lo privado es una de las operaciones políticas básicas en toda sociedad patriarcal. Es ésa la raíz de la doble moral. Una valoración para lo público otra para lo privado, lo público como el lugar de la historia y por lo tanto el mundo de dominio masculino, y lo privado como lo doméstico cotidiano intrascendente y femenino.

Los hombres públicos, como cargan las grandes responsabilidades de la historia, dice que tienen el derecho de descuidar a sus wawas, de servirse de sus compañeras como esclavas y de sustituirlas por otra cuando les resulta necesario y oportuno. Bajo esa premisa es que los senadores colegas de Fidel Surco no hallan ninguna necesidad de cuestionar desde el punto de vista ético a su colega.

Un hombre puede ser un excelente “padre de la patria” y al mismo tiempo un padre irresponsable como lo fue también Evo Morales durante largos años de crecimiento y maduración de sus hijos a quienes hoy exhibe orgulloso. Ahora que están crecidos y que no hay que velar ni cambiar pañales ni enseñar a caminar ni hacer comer la sopa. Ahora que la hija resulta un objeto más que ornamental para su poder, es fácil y útil tenerla a su lado. Y no salto de Paz Estensoro a Fidel Surco o a Evo por gusto, son incontables las denuncias que recibimos sobre la irresponsabilidad paterna del abogado, del diputado, del juez, del policía, del militar, del cirujano, del
diplomático.

La irresponsabilidad paterna en nuestra sociedad es un fenómeno masivo que tiene un carácter político. No es un fenómeno de insolvencia, es un fenómeno de poder y de la forma cómo en la sociedad boliviana se entiende la paternidad. La paternidad no es cargar la wawa en el aguayo, la paternidad es otorgar el apellido, la paternidad en la sociedad boliviana no es el ejercicio de crianza sino figurar como padre cuando el hijo sale bachiller, cuando sale profesional, cuando se recibe como militar. El padre en nuestra sociedad es un padre ausente y canalla. Si permanece en la casa resulta ser el quinto hijo caprichoso al que hay que atender cuando llega, si se va es lo que se añora y desea porque supuestamente queda incompleta la familia. El padre resulta ser el insustituible y por eso se larga seguro de que su lugar no está nunca en peligro.

En el caso de los hombres en el “poder” esta deshumanización es mayor, la erótica del poder en una sociedad patriarcal necesita que el “líder” dé pruebas de virilidad, por eso Evo Morales no abandona su grotesco lugar de “conquistador” en ningún momento y considera esa actitud intrínseca a su carisma de seducción de las masas.

No se trata de una crítica moralista a la libertad humana en el amor. Es una crítica al machismo que no es que afecta los derechos o la dignidad de las mujeres en “particular”, sino que deshumaniza todas las relaciones sociales empezando por las relaciones padre-hijo, padre-hija, hasta las relaciones en el amor, el placer y la búsqueda de una sociedad horizontal y justa.



María Galindo es miembro de Mujeres Creando.




Cumbre Regional Amazónica de la COICA: Derechos indígenas amazónicos: clave para salvar los bosques


Sally Burch

ALAI AMLATINA, 25/08/2011.- Con un llamado a un cambio profundo de las macro-políticas de la globalización neoliberal y propuestas para afianzar los derechos indígenas, como principales soluciones para salvar los bosques, culminó la "1ra Cumbre Regional Amazónica: Saberes Ancestrales, Pueblos y Vida Plena en Armonía con los Bosques" (Manaus, 15 – 18 agosto 2011). Esta Cumbre, organizada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, COICA, junto con la organización anfitriona COIAB (Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña), contó con la presencia de dos centenares de delegados y delegadas de organizaciones indígenas de los nueve países amazónicos, así como representantes de instancias aliadas de la COICA.

El “Mandato de Manaus” (http://alainet.org/active/48803) adoptado por las organizaciones participantes denuncia "la hipocresía y contradicción" entre las políticas globales de protección de los bosques aprobadas por los gobiernos, y la pervivencia de prácticas cotidianas de deforestación, degradación de la selva por los negocios mineros y de hidrocarburos, ganadería extensiva, producción de soya, ‘agro-combustibles’, supercarreteras de colonización, uso de pesticidas, entre otras.

La Cumbre abordó la problemática desde diversos ángulos, principalmente: territorios indígenas, planes de vida y áreas protegidas; crisis climática, bosques y REDD+ indígena; saberes ancestrales, usos sustentables, patrimonio intelectual y vida plena; e incidencia y comunicación en derechos indígenas. Además, debatió propuestas y alternativas para encaminar a las próximas citas mundiales en el marco de Naciones Unidas.

Territorios y áreas protegidas

En el tema de los territorios, las preocupaciones se sitúan, principalmente, en la falta de demarcación y titulación colectiva de los territorios que tradicionalmente ocupan los pueblos indígenas amazónicos. Varios países carecen de una legislación adecuada en esta materia. La Cumbre considera que el reconocimiento de los territorios sería una de las barreras más efectivas a la depredación de los bosques, gracias a los saberes y prácticas milenarias de vida en armonía con la naturaleza de estos pueblos.

Esta situación se complica aún más en el caso de las áreas protegidas declaradas por los Estados, que muchas veces se superponen a los mismos territorios indígenas. Con excepción de algunos casos donde las áreas protegidas han sido definidas bajo acuerdo entre gobierno y las comunidades indígenas, las legislaciones generalmente prohíben titularizar las tierras en estas áreas, lo cual genera conflictos respecto a la gestión de los recursos. Se propone, por lo mismo, cambios legislativos en materia de gobernanza de las áreas protegidas, para reconocer los derechos y la gestión indígena.

Otro tema de conflicto frecuente son los megaproyectos e industrias extractivas ubicadas en territorios indígenas tradicionales, para lo cual la Cumbre exige que los procesos de consulta previa sean transparentes y vinculantes. En este plano, la Cumbre realizó acciones de solidaridad con dos luchas actuales: la primera, contra la represa de Belomonte, en Brasil. Este “Belomonstruo”, que será la tercera represa más grande del mundo, desplazará a unos 25 mil indígenas que viven en las riberas del río Xingú en el oriente amazónico. La segunda fue con la marcha en Bolivia contra la construcción de la carretera en el territorio/parque nacional TIPNIS, que inició durante los días de la Cumbre. (1)

Conservación de los bosques y saberes ancestrales

En el tema de los acuerdos sobre cambio climático, si bien sigue siendo un tema polémico, el Mandato de Manaus aboga por fortalecer un programa REDD+ Indígena (Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de Bosques), a la vez que exige “garantías y condiciones inmediatas para los Pueblos antes de avanzar más en estos procesos”, incluyendo una “adecuación del REDD+ a las cosmovisiones y derechos colectivos de los pueblos”. Se considera que “sin Territorios ni derechos colectivos es inviable el REDD+”. Es más, se acuerda no firmar ningún contrato comunal mientras no queden definidas las reglas internacionales del programa. Se expresa también un rechazo al mercado de créditos de carbono, por encubrir a los contaminadores globales.

En los debates se reconoció que existen fuertes presiones hacia los pueblos indígenas para que entren en los programas de REDD+. Algunas organizaciones (entre otros en Perú, Ecuador y Colombia) se están preparando para ingresar en estos programas. Otras los rechazan o consideran que las condiciones mínimas están lejos de estar dadas. Un cuestionamiento de fondo es que implicaría monetizar la relación entre pueblos indígenas y la conservación de su hábitat, que no solo implica una contradicción con su cosmovisión sino que les alienta a entrar en la sociedad del consumo. Estas propuestas serán encaminadas a la conferencia de Durban sobre cambio climático, en diciembre.

En el tema de saberes ancestrales, Mirna Cunningham, Presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, deploró en su discurso de clausura de la Cumbre que la comunidad internacional valora el conocimiento indígena, pero “muchas veces no valora a nosotros, los portadores de estos conocimientos”. En tal sentido, la Cumbre afirma que “los recursos genéticos de los territorios indígenas y los conocimientos ancestrales constituyen el patrimonio natural e intelectual colectivo indígena” y que tales conocimientos “no están en el dominio público, sino en el ámbito cultural de los pueblos indígenas”.

El Mandato plantea que el acceso a los recursos genéticos dentro de los territorios indígenas y a los conocimientos tradicionales asociados debe pasar por el consentimiento libre e informado de las comunidades concernidas, garantizando una participación justa y equitativa en los beneficios, incluyendo los productos derivados. A la vez, se rechaza la comercialización del conocimiento ancestral y su uso indebido y no autorizado para las reivindicaciones de patentes biotecnológicas.

En materia de comunicación y educación (2), la Cumbre planteó posicionar la comunicación como una línea de acción política -no solo instrumental-, e incidir en políticas públicas de acceso a medios de comunicación y uso de tecnologías de información. Acordó poner en marcha una Red de Comunicación Amazónica en el seno de la COICA. En este marco, propuso, entre otros, fortalecer la relación entre comunicación, cultura y política, desarrollar la formación de jóvenes en estos campos y promover una educación en lectura crítica de los medios.

Hacia Rio + 20

La Cumbre debatió también propuestas de cara a la conferencia Rio + 20 sobre desarrollo sustentable (Rio de Janeiro, junio 2012). Con el lema “Soluciones para la Vida no para los Mercados”, el Mandato propone “No aceptar que la ‘Economía Verde’ sea la combinación de neoliberalismo desarrollista con ‘proyectos verdes’ sino un cambio profundo”, incluyendo en el patrón de producción, consumo, distribución y energía, “con alternativas de armonía entre sociedades, culturas y naturaleza”. Además, apela a la renovación del protocolo de Kioto y apoya el
establecimiento de una Corte Ambiental Internacional.

Reconociendo que Rio+20 es “una de las últimas posibilidades para salvar todas las formas de vida del planeta” los pueblos amazónicos se proponen desarrollar estrategias de intervención dentro y fuera de la Cumbre oficial, realizar actos culturales-políticos en Durban y contribuir a construir una Cumbre de los Pueblos plural y democrática.

Notas:

(1) Al día siguiente a la Cumbre se realizó en Manaus el Foro Indígena del Abya Yala, con la participación de otras organizaciones indígenas del continente, que emitió un "Llamado al diálogo para solucionar el caso del TIPNIS".

http://www.movimientos.org/enlacei/show_text.php3?key=19718

(2) ALAI fue invitada a apoyar la mesa sobre comunicación con una intervención motivadora y el acompañamiento a la sistematización de las conclusiones.


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Entrevista a Boaventura de Sousa Santos: “Las izquierdas europeas tienen que refundarse”


Experto en Sociología del Derecho, Boaventura de Sousa Santos 
analiza las protestas de “los indignados”, las razones para su proliferación, el rol de los partidos políticos y la influencia de los medios

POR BÁRBARA SCHIJMAN


Doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale, profesor de Sociología en la Universidad de Coímbra, Portugal, y profesor distinguido del Institute for Legal Studies de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, Boaventura de Sousa Santos se ha convertido en un referente indiscutido en el pensamiento político y social contemporáneo. Sus obras, traducidas a diversos idiomas, son un fiel reflejo de su compromiso por lo social y abordan, entre otras cuestiones, la sociología del derecho, el Estado, la globalización, la democracia, los derechos humanos y los movimientos sociales. Identificado como promotor y activista del Foro Social Mundial, De Sousa Santos es un arduo defensor de las luchas de los silenciados y un crítico acérrimo de los poderes hegemónicos.


A partir de las protestas reivindicatorias encarnadas por el movimiento de “los indignados” en España, y en un contexto signado por amplias manifestaciones sociales que sacuden a diversas ciudades europeas, Boaventura de Sousa Santos analiza -en esta entrevista vía telefónica desde Portugal- las protestas sociales actuales y el antecedente inmediato en Oriente Medio y el norte de África. Asimismo, el rol de los partidos políticos y la influencia de los medios de comunicación en el escenario mundial.


¿Cuál es su análisis acerca de las protestas sociales que se vienen sucediendo en España?

Las protestas ocurren hoy en varios países europeos, en España, Grecia y Portugal. Todas ellas tienen en común el hecho de ser pacíficas (hubo algunos casos de violencia que los propios movimientos denunciaron), y de adoptar como consigna la lucha por una democracia real o verdadera. Estos dos rasgos las separan de las protestas de jóvenes europeos en períodos anteriores, que se caracterizaron por ser violentas o que tuvieron como consigna la destrucción de la democracia (sobre todo en Alemania, en el período anterior al surgimiento del nazismo). En términos de sus objetivos, son protestas más defensivas que ofensivas y en eso se distinguen también del movimiento estudiantil de 1968. En general, este último tenía objetivos socialistas y sus blancos eran los partidos obreros (comunistas y socialistas) y los sindicatos que, al entender de los estudiantes, habían traicionado la causa obrera y socialista. Al contrario, y a pesar de la retórica más radical, los jóvenes de hoy se manifiestan para defender la protección social y los horizontes de vida personal y colectiva que tuvo la generación anterior.

El Mayo del 68 era regulado por expectativas ascendentes, en tanto las protestas de hoy son reguladas por expectativas descendentes. Las consignas anticapitalistas o poscapitalistas, que acompañan en la actualidad a las protestas sociales, son de naturaleza ecológica o ambiental, y en eso también resulta una novedad en relación a las protestas de períodos anteriores. Además luchan contra la corrupción que el neoliberalismo promovió al destruir la idea del interés y del servicio público.


El movimiento de “los indignados” en España evidenció su compromiso con la realidad política y social, y su decisión de expresar sus demandas y reivindicaciones por fuera de los espacios tradicionales. ¿Qué pasa con los partidos políticos?

A pesar de todas las trampas del liberalismo, la democracia entró en el imaginario de las grandes mayorías como un ideal liberador, el ideal de la democracia verdadera o real. Es un ideal que, si se toma en serio, constituye una amenaza demoledora para aquellos cuyo dinero o posición social les ha permitido manipular impunemente el juego democrático. Los jóvenes verifican que la democracia está manipulada por minorías, quizá, más que nunca. De lo contrario, ¿cómo explicar que el Estado tenga dinero para rescatar bancos y no para garantizar la salud y la educación? ¿Cómo entender que el Estado tenga compromisos más fuertes para con los mercados que para con los ciudadanos?

En las protestas de hoy, los jóvenes y los ciudadanos en general viven intensamente estas contradicciones. Dado que el Estado y el sistema político no les brindan respuestas adecuadas, buscan presionarlos a partir de un nuevo (muy viejo de hecho) espacio público: la calle y la plaza. La importancia de su lucha se mide por la ira con la que cargan contra ellos las fuerzas conservadoras. Los jóvenes no tienen que ser impecables en sus análisis, exhaustivos en sus denuncias o rigurosos en sus propuestas. Les basta con ser clarividentes en la urgencia por ampliar la agenda política y el horizonte de posibilidades democráticas, y genuinos en la aspiración de una vida digna social y ecológicamente más justa.


En algunas ciudades europeas comenzaron a registrarse situaciones similares. ¿Qué escenarios prevé en el corto plazo?


En los próximos tiempos, las elites conservadoras europeas, tanto políticas como culturales, tendrán un choque: los europeos son gente común y, cuando están sujetos a las mismas carencias o frustraciones por las que han pasado pueblos de otras regiones del mundo, en lugar de reaccionar a la europea, reaccionan como ellos. Para estas elites, reaccionar a la europea es creer en las instituciones y actuar siempre dentro de los límites que ellas imponen. Un buen ciudadano es un ciudadano de buen comportamiento y éste es el que limita sus horizontes de acción y de intervención a los horizontes institucionales. Dado el desarrollo desigual del mundo, no es de prever que en un futuro próximo los europeos padezcan las mismas carencias a las que han sido sometidos los africanos, los latinoamericanos o los asiáticos. Pero todo parece indicar que pueden ser víctimas de las mismas frustraciones.


¿En qué sentido?

Formulado de maneras muy diferentes, el deseo de una sociedad más democrática y justa es hoy en día un bien común de la humanidad. El papel de las instituciones es regular las expectativas de los ciudadanos para evitar que el abismo que media entre ese deseo y su cumplimiento no sea tan grande como para que la frustración alcance niveles disfuncionales.


¿Qué sucede del lado de las instituciones?

Lo que se observa en España, Grecia y Portugal (y mañana quizá en otros países) es que las instituciones democráticas existentes están realizando peor su papel y que cada vez les resulta más difícil contener la frustración de los ciudadanos. Si las instituciones existentes no sirven, es necesario reformarlas o crear otras. Hasta que esto ocurra, es legítimo y democrático actuar al margen de ellas, pacíficamente, en las calles y las plazas. Estamos entrando en un período posinstitucional. A corto plazo, vamos a asistir a un nivel de confrontación social al que los europeos que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial, no están acostumbrados. De forma progresiva, se irá viendo claramente que estamos por entrar en un período de bifurcación histórica en el que se abrirán dos caminos alternativos.


¿Cuáles son estos dos caminos a los que alude?

El primer camino, el camino deseado, se asienta en la reinvención de las izquierdas europeas. Estas últimas se articulan para ofrecer una alternativa poscapitalista o por lo menos posneoliberal y hacen posible una refundación democrática y federalista del proyecto de la Unión Europea. Esta refundación va a permitir relanzar en nuevos términos la solidaridad comunitaria nacida de la posguerra y de la Guerra Fría. En este escenario, los países con dificultades financieras van a poder salir de la crisis con alguna dignidad. El segundo camino es el camino del desastre. Las izquierdas no se libertan de los fracasos recientes. La derecha sigue sus planes de destruir el modelo social europeo; el nacionalismo arrogante y el colonialismo interno se intensifican y la Unión Europea se desmorona. La probable intensificación de la protesta social va a ser combatida con soluciones autoritarias y represivas y surgirá un tipo nuevo de Estado de excepción (bien conocido para otros pueblos del mundo). Éste consiste en combinar la democracia política de baja intensidad con el fascismo social en cuanto gramática de sociabilidad desigual.


¿Qué diría acerca de la relación entre partidos políticos y movimientos sociales?

En la Europa de la posguerra, los partidos políticos han dominado la vida política mucho más intensamente que en América Latina. En consecuencia, el diálogo entre los movimientos sociales y los partidos de izquierda no ha sido fácil. La tentación de los partidos por criar “sus” movimientos sociales ha sido grande y la lucha de los movimientos por la autonomía ha sido difícil. De todas maneras, los movimientos sociales han cumplido la función de ampliar la agenda política forzando la entrada de nuevos temas en las agendas de los partidos. Con la crisis financiera, en un primero momento, los nuevos movimientos sociales (ecológicos, por la paz, de mujeres, de inmigrantes, de lucha antirracista, de gays y lesbianas, etcétera) prácticamente desaparecieron de la escena y los viejos movimientos sociales, los sindicatos, volvieron a tener un fuerte protagonismo.

Entretanto, surgieron protestas en las que participaron jóvenes y otros ciudadanos que, hasta entonces y en su gran mayoría, no pertenecían a lo que llamamos la sociedad civil organizada, la cual ha sido siempre una pequeña minoría de la población. A partir de entonces surgió un nuevo desafío de articulación política, ya no de respeto a la relación entre partidos y movimientos sino, más bien, de respeto a la relación entre partidos y movimientos, por un lado, y la sociedad hasta entonces considerada no organizada, por el otro.

Estamos ante nuevas formas de movilización política que se presentan como extrainstitucionales y buscan presionar el sistema político desde fuera. Las distinciones convencionales entre la sociedad organizada y la no organizada, entre la sociedad civil politizada y no la politizada, tienen que ser reformuladas pues ya no se aplican como lo hicieron hasta ahora.


¿Hasta qué punto la urgencia social por ampliar y fortalecer la democracia influye en la agenda política?

Es difícil prever el impacto real de las protestas en la transformación del sistema político (en su estructura y en su funcionamiento). Pero el mensaje es claro y es doble. Por un lado, las protestas dicen que hay alternativas a las recetas neoliberales que empobrecen a las grandes mayorías y enriquecen a pequeñas minorías y además conducen a la destrucción del planeta. Por otro lado, la democracia representativa no es lo suficientemente fuerte como para poder resistir a su secuestro por intereses minoritarios pero económicamente muy poderosos; hay que reforzarla complementándola con mecanismos de democracia participativa que permitan a los ciudadanos un control más directo sobre las decisiones políticas.


Salvando las distancias y diferencias entre un escenario y otro, ¿qué paralelismo marcaría entre lo ocurrido en Egipto, Túnez y España?

Se ha intentado desacreditar las protestas en Europa con el argumento de que mientras las del Norte de África buscan construir la democracia, “los indignados” europeos buscan destruirla, que en cuanto las primeras luchan porque haya partidos políticos para organizar los intereses colectivos, los segundos critican a los partidos sin ofrecer una alternativa. Las protestas del Norte de África y del Sur de Europa ocurren en contextos políticos distintos. Las primeras marcan una transición de dictaduras a la democracia, en tanto las segundas marcan una transición de democracias de baja intensidad a democracias de alta intensidad. Consecuentemente, sus objetivos de corto plazo son distintos. En el Norte de África las manifestaciones tienen finalidades más claras (echar dictadores, demandar nuevas constituciones, convocar elecciones) que las protestas del Sur de Europa. A pesar de todas las diferencias, no podemos olvidar que las protestas surgen en los dos márgenes del Mediterráneo como consecuencia de una fuerte crisis económica y social provocada por el neoliberalismo y su arma privilegiada, el capitalismo financiero global más volátil y desreglado que nunca. Y luchan contra el empobrecimiento injusto, el desempleo, la injusticia social, y la corrupción causada por la promiscuidad entre el poder económico y el poder político.

Los objetivos últimos son coincidentes: una democracia real o verdadera que, para serlo, debe combinar democracia política con democracia socio-económica. En este momento, los movimientos de Túnez y Egipto son bien conscientes de que la democracia política no basta, puesto que las clases dominantes, que se aprovecharon de las dictaduras, ya están intentando aprovecharse de las democracias emergentes.


En este contexto, ¿cuáles son los nuevos desafíos de la izquierda?

Las izquierdas europeas (y también mundiales) tienen que refundarse para responder a los desafíos que enfrentan. La izquierda socialdemócrata debe comenzar por reconocer el fracaso total de la llamada Tercera Vía tal como fuera formulada por el partido laborista británico de Tony Blair y su padrino, el sociólogo Anthony Giddens. La Tercera Vía ha revelado que no es otra cosa que neoliberalismo mal disfrazado. Las políticas de los partidos socialistas de España, Portugal y Grecia son una muestra grotesca de la falta de alternativa al neoliberalismo, lo mismo que cuando sus disfunciones son económica y socialmente más destructivas. Sus derrotas electorales son la prueba del sentido común de los ciudadanos indoctrinados por años de rechazo de alternativas progresistas.

Un segundo desafío versa sobre cómo radicalizar la democracia de forma tal que resulte vencedora en un enfrentamiento con el capitalismo. Por último, el tercer desafío es buscar articulaciones y coaliciones efectivas entre las diferentes izquierdas de modo que construyan un mosaico de izquierdas y superen el fraccionalismo destructivo que ha dominado hasta ahora.


¿A qué alude su idea sobre la presencia de un “fascismo financiero” global?

El fascismo social es un régimen social que combina la democracia de muy baja intensidad con dictaduras plurales en las relaciones sociales, económicas y culturales. Consiste en la emergencia de relaciones sociales de tal modo desiguales que los grupos sociales dominantes adquieren un derecho de veto sobre la vida y las expectativas de ciudadanos y grupos sociales oprimidos. Los ciudadanos desposeídos son formalmente libres e iguales, pero viven su cotidianidad como siervos. El fascismo social no es un régimen político sino un régimen social y civilizatorio; promueve la democracia representativa al mismo tiempo que destruye las condiciones de ejercicio efectivo de los derechos democráticos de la gran mayoría.


¿De qué manera disfraza su existencia?

Es un fascismo pluralista que se reproduce en lenguajes de autonomía, libertad, empowerment (empoderamiento u otorgamiento de poderes). Existe en un Estado de excepción que se autodefine como normalidad democrática. El fascismo financiero es, quizá, la forma global más virulenta. Es el conjunto de instituciones y lógicas de intervención del capitalismo financiero global con sus movimientos autorregulados e instantáneos en la escala global. Es la forma más pluralista de fascismo social porque es comandada por una entidad que verdaderamente no existe pero que, contradictoriamente, está presente de manera simultánea en todos los cantos del mundo: “los mercados”.

El fascismo financiero puede destruir en pocas horas o meses las economías y las expectativas sociales de países enteros, como lo han vivido los países latinoamericanos y asiáticos en el pasado y ahora los países del Sur de Europa. Y tiene muchas vertientes. Por ejemplo, las agencias de rating, que determinan la estabilidad de la economía de países enteros; poco importan los criterios arbitrarios en que se funda el nivel del riesgo. Estas agencias no fueron elegidas por nadie, pero las democracias de baja intensidad les obedecen con más fidelidad que a una sentencia de la Corte Constitucional del país.

En cuanto el capitalismo financiero siga “resolviendo” las crisis que produce, las agencias seguirán siendo sus armas de destrucción masiva. Es importante notar que el fascismo financiero prefiere la “normalidad” democrática para poder imponer su dictadura social.


En los últimos tiempos ha surgido con fuerza un profundo debate sobre el rol y la injerencia de los medios de comunicación en sistemas democráticos. ¿Qué piensa al respecto?

En muchos países los medios de comunicación son hoy el mega partido conservador. Son dominados por poderes oligárquicos o por fracciones de la gran burguesía que han logrado una alianza con el capitalismo financiero global por vía del sistema bancario nacional que controlan. Rechazan todo lo que signifique demanda social por más democracia o justicia social que impliquen. Son totalmente hostiles a la regulación democrática del Estado, como hemos visto recientemente en la Argentina. Tampoco les interesa un periodismo independiente. Por ejemplo, los grandes medios norteamericanos despiden periodistas y contratan técnicos de relaciones públicas para identificar los intereses económicos que alimenten la publicidad y, con eso, la sustentabilidad de las ganancias.




Izquierda y ciencias sociales: propuestas teóricas para una renovación

Es necesario replantearse el papel de la izquierda, también desde la teoría, y desde las ciencias sociales. Propuestas para debatir...
Javier Soria | impensando para Kaos en la red

Decía Don Durito de la Lacandona que “el problema de la realidad es que no sabe nada de teoría”. Eso sí, la teoría, y más aún la de las ciencias sociales, condiciona la realidad al influir en ella, modificándola a través de la actuación que se hace por la aplicación (o no) de la propia teoría. Y a día de hoy hay una teoría dominante que se ha hecho con el poder a través del dominio de la palabra, entre otras cosas. Entremos en “la guerra por la palabra” y hablemos de teoría, entonces, a fin de dar alguna idea para el debate de cómo debería posicionarse la izquierda ante el ataque neoliberal.

Hoy propongo valorar la renovación que propone el profesor B. de Sousa Santos, cuyas ideas enlazan con temas clave de nuestro mundo como la globalización neoliberal, el cuestionamiento de las ciencias sociales, el replanteamiento de la historia, el dominio de nuestros principios culturales sobre los demás y su imposición global obligatoria… y únicamente pretende dejar algunas puertas abiertas para una reflexión analítica y teórica en profundidad.

En su libro El milenio huérfano (Ensayos para una nueva cultura política), Ed.Trotta, 2005, el profesor Sousa pone como punto de partida que las ciencias sociales que manejamos habitualmente “no dan cuenta de nuestro tiempo adecuadamente y, por eso, no confiamos en ellas para que nos orienten en los procesos de transformación social en curso…”. Desde la conciencia de que las ciencias sociales dominantes no sirven para explicar la realidad, y por tanto tampoco para influir en ella, plantea una renovación teórica y analítica que sigue tres líneas maestras, con las que estoy plenamente de acuerdo. Cito al profesor Sousa:

1)“El desafío de la renovación científica al que nos enfrentamos exige la elaboración de una nueva teoría de la Historia (…) que cumpla dos objetivos. Por un lado, que amplíe el presente de modo que dé cabida a muchas de las experiencias sociales que hoy son desperdiciadas, marginadas, desacreditadas, silenciadas por no corresponder a lo que en el momento, es consonante con las monoculturas del saber y de la práctica dominante. Por otro lado, que encoja el futuro de modo tal que la exaltación del progreso (que con tanta frecuencia se convierte en realismo cínico) sea sustituida por la búsqueda de alternativas a la vez utópicas y realistas”.

2)“La necesidad de superar los preconceptos eurocéntricos, nortecéntricos y occidentecéntricos de las ciencias sociales [lo que] hará posible dos resultados que son cruciales. En primer lugar permitirá revelar en toda su extensión la colonialidad del poder y del saber (…) En segundo lugar, la superación de los preconceptos fundantes será decisiva para ampliar los principios y los criterios de inclusión social mediante nuevas sinergias entre el principio de la igualdad y el principio del reconocimiento de la diferencia

3)“La necesidad de dar prioridad a la reconstrucción teórica del Estado y de la democracia en el contexto de lo que se conoce como ‘globalización’. Este último concepto, lejos de ser trivial, tiene connotaciones políticas y analíticas decisivas y, por lo tanto, debe, en sí mismo, ser objeto de escrutinio. Su análisis crítico permite mostrar hasta qué punto es responsable del descrédito del Estado y de la trivialización de la democracia. Al contrario de lo que pretende la globalización neoliberal, el Estado continúa siendo un campo decisivo de acción social y de lucha política, y la democracia es algo mucho más complejo y contradictorio de lo que las apresuradas recetas políticas promovidas por el Banco Mundial hacen suponer”.

Dejemos que concluya el profesor Sousa, definiendo dónde se sitúa: “Mi postura, que defino como posmodernismo de oposición, parte de la idea central de que vivimos en un tiempo caracterizado por la circunstancia de eternos problemas modernos (las promesas incumplidas de la modernidad: libertad, igualdad, solidaridad y paz) para los cuales parece no haber soluciones modernas. La designación de mi posición como posmodernismo de oposición me ha causado muchos desencantos, debido, por un lado a la hegemonía del posmodernismo celebratorio, sobre todo en los países del Norte, y, por otro lado a la intolerancia desesperada con que los científicos sociales, principalmente en los países del Sur, defienden el modernismo como si fuese la última tabla de salvación”.
Ya sé que hay conceptos de cierta densidad teórica, pero también creo que hay buenos puntos de partida para una reflexión de, al menos, cierta profundidad.

http://impensando.wordpress.com/2011/08/25/103-propuestas-teoricas-para-la-izquierda/
Más información:

BRIC, cuatro naciones que cambian la economía mundial


CIUDAD DE MÉXICO, 22 de agosto.- Desde el nacimiento del término BRIC: Brasil, Rusia, India y China, en 2001, se ha definido un nuevo concepto del desarrollo económico mundial.

El analista de Goldman Sachs, Jim O’Neill, pronosticó que estos países reordenarían la economía mundial para 2050, y fue él quien acuñó el término hace diez años.

Sin embargo, a una década de la constitución del BRIC, estas naciones ya representan un tercio de la economía mundial impulsados por la producción de bienes y servicios, recursos naturales y una clase media en ascenso.

Para los especialistas, fueron la clase media y el aprovechamiento de recursos naturales las claves para el despunte de los países, ecuación que ya es una realidad, pues Brasil es hoy la primera economía en América Latina, con una de las mayores reservas de petróleo en el mundo (50 mil millones de barriles de crudo en reservas submarinas) y diversos tratados de libre comercio con el resto del globo, que le permiten pisar más allá de Occidente.

Este impulso lo comenzó el ex presidente brasileño, Luis Ignacio Lula da Silva, y hoy lo continúa Dilma Rousseff, la nueva mandataria. El arrojo de romper las barreras comerciales ha sido un punto a favor de los brasileños, que han sabido manejar su comercio exterior.

La nación más grande

Del otro lado del mundo se encuentra la extensión territorial más grande sobre la tierra con 17 millones 98 mil 242 kilómetros cuadrados, que conforman una sola nación: Rusia.

Acostumbrada al cambio y a la sombra del antiguo régimen comunista, los rusos poseen 27 por ciento de la reserva hídrica total del mundo, así como depósitos de gas natural, crudo, energía nuclear y un adelantado desarrollo tecnológico que les permitirá posicionarse, de acuerdo a la proyección de G oldman Sachs, como la sexta economía del mundo en 2050.

India sostiene uno de los crecimientos más sólidos, en lo que respecta a la capacitación y estudios de su población. Ellos exportan talento de negocios y servicios de tercerización que impulsan su economía, y la ajena también.

Ya no es emergente

Como última letra del acrónimo, aunque con la mayor presencia mundial, está China, una ancestral cultura que ha aprovechado el trabajo de su población para catapultar sus recursos.

Apoyada en una fuerza laboral que representa a la mayor concentración poblacional del planeta, con un mil 336 millones de personas,.

China ratifica la importancia de los BRIC al colocarse como la única de las cuatro que ya no es considerada emergente, sino la segunda economía más poderosa del mundo, con una sólida supremacía comercial y tecnológica, la cual espera mantener su dirección de crecimiento bajo su nuevo líder, Xi Jinping, actual vicepresidente chino, que tomará las riendas en 2012.

Para Fiodor Lukiánov, director de la revista Rusia en la política global, una prestigiosa publicación rusa que difunde opiniones de expertos sobre la política exterior de Rusia y el desarrollo global, Brasil, India, China y su nación están buscando maneras de afianzar sus posiciones a la hora de formarse un mundo nuevo con nueva distribución de fuerzas, poderes y privilegios.

El hecho de que juntos representen todas las partes importantes del mundo, será un considerable argumento a favor de ellos, pues son, además, polos de desarrollo mundial.

La predicción de Goldman Sachs de un nuevo orden parece cumplirse y de acuerdo a los avances promete sumar naciones, como la recién añadida Sudáfrica, en 2011, y algunas otras como Indonesia, Turquía y México, de quienes se dice mantienen su perspectiva de integración a este grupo en un corto plazo.

Un visionario que predijo el cambio hace una década

Jim O’Neill se convirtió en uno de los más respetados economistas del mundo por su capacidad de predecir los movimientos financieros mundiales basándose en la influencia del contexto geopolítico.

Predijo la escalada del euro y una lenta pero larga caída del dólar, a la par de su más reconocido estudio, los BRIC, acrónimo de cuatro economías que, en su opinión, dominarán el mundo en 2050.

Tras haber ejercido, entre 1991 y 1995, como analista económico en el Banco Suizo y en Bank of América, el economista originario de Manchester ingresó a las filas de la consultora financiera Goldman Sachs en 1995 como socio y analista de mercados internacionales, puesto en el que fue ganando confianza y destacando por su capacidad de pensamiento.

Sus biógrafos y la comunidad de negocios cercana a él advierten que la fortaleza más grande, de quien fuera nombrado por la revista Business Week, como el “rockstar de Goldman Sachs”, es su capacidad de pensar más allá de la línea convencional, ya que en sus proyecciones suele salir del puro análisis numérico e incorpora los datos al contexto social, político y económico.

O’Neill atrajo la atención del mundo por primera vez en la década de los noventa, cuando acuñó una nueva manera de medir el flujo comercial, incorporando a la ecuación la inversión extranjera directa y el flujo de bonos y dividendos bursátiles.

Tiempo después acertó al proyectar el crecimiento del euro y la turbulencia del dólar. Sin embargo, su más certero análisis fue publicado en 2001, en el que nombró a Brasil, Rusia, India y China (BRIC) como las próximas potencias mundiales.

A partir del nacimiento del BRIC, la figura de O’Neill y la presencia de Goldman Sachs se fortalecieron, ya que las naciones pertenecientes al acrónimo han despegado sus ganancias a doble dígito desde 2001, año en que nació el término, y no poseen más que miras de mayor crecimiento.

Desde su oficina en el número 133 de la calle Fleet, en Londres, el economista egresado de Sheaffield University publica periódicamente informes actualizados de los BRIC y entre sus visiones más actualizadas destaca la inclusión de Sudáfrica al bloque, y la consideración de países como Turquía e incluso México.

Además de su labor en Goldman Sachs, es miembro de la junta de negociaciones entre Gran Bretaña e India.

Tras recibir honores por parte del Instituto de Educación de la Universidad de Londres en 2009, la opinión del economista en respuesta al éxito materializado por los BRIC sigue siendo que fue “un éxito por casualidad”.

ngc