lunes, 13 de febrero de 2012

Descontento social, la otra cara de los planes de austeridad en Europa


Los planes de austeridad aplicados en varios países para resolver la crisis de la deuda en Europa generan un creciente descontento y un riesgo de explosión social en las naciones más afectadas, a imagen y semejanza de las escenas de guerrilla urbana vividas en Atenas.

Para el 29 de febrero, víspera de la próxima cumbre europea en Bruselas que confirmará el refuerzo de la disciplina presupuestaria en la UE, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) llamó a una "jornada de acción europea" en torno a la consigna: "¡Esto ya es demasiado!".

La 'cura' impuesta a los empleados griegos es "inaceptable", estima Bernadette Ségol, secretaria general de la CES, que agrupa a 84 organizaciones del continente.

Según la sindicalista, "los sucesivos planes de rigor han hundido a los países en la crisis".

"Las nuevas medidas son insostenibles: reducción del salario mínimo, bajas en las pensiones, despidos rápidos en la función pública. Se desprecia el derecho laboral, se destroza a hombres y a mujeres", añade.

En España, donde el gobierno adoptó el viernes una reforma laboral para liberalizar el mercado del trabajo, los dos principales sindicatos, UGT y CCOO, llamaron a una movilización general y a manifestarse en todo el país el 19 de febrero contra estas medidas.

En su cumbre del 1 y 2 de marzo, los dirigentes europeos firmarán un nuevo tratado de disciplina presupuestaria, cuyo principio fue adoptado en enero, que impone a todos el retorno al equilibrio de las cuentas públicas.

Es la condición que impone Alemania, primera economía de la región, para mantener su solidaridad financiera con los países más frágiles.

El mundo sindical no entiende estas medidas y cita el caso de Portugal, que a duras penas trata de emerger de la crisis pese a drásticos cortes en los presupuestos públicos, o el de Grecia, país sometido a una brutal cura a pesar de estar hundido en una larga recesión.

"Será imposible aplicar (en Grecia) lo que exige la troika (Unión Europea, Banco central europeo, FMI), debido a la caída libre de su economía y a su ruptura social", opina el director del club de reflexión Re-Define, Sony Kapoor.

Según este experto, la situación griega "ofrece un adelanto de lo que pueden esperar otros países si la UE no cambia de rumbo".

Pero nadie en la UE contempla un cambio de rumbo, pese a los llamados de varios economistas, entre ellos el Nobel estadounidense Paul Krugman que reitera que "la austeridad en tiempos de recesión es una muy mala idea".

"Admiro a la canciller alemana Angela Merkel por su capacidad de liderazgo. Pero, desgraciadamente, está llevando a Europa en la mala dirección", declaró por su lado el domingo el financiero George Soros al semanario alemán Der Spiegel.

Soros aboga por "estimular la coyuntura en los Estados europeos mediante la inyección de dinero, en lugar de forzar a los gobiernos a ahorrar".

"Si no lo hacemos, repetiremos los errores que en 1929 hundieron a Estados Unidos en la Gran Depresión. Es lo que Angela Merkel no comprende", afirmó.

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