martes, 14 de febrero de 2012

Grecia no tiene aún garantizado segundo plan de rescate


Clase política debe asumir nuevo plan de austeridad


BRUSELAS - Grecia deberá sortear más obstáculos y postergaciones antes de que reciba un segundo paquete de rescate de 130,000 millones de euros (171,000 millones de dólares), a pesar de que sus legisladores aprobaron nuevas medidas de austeridad en medio de violentas protestas.

La Unión Europea dijo el lunes que la aprobación de un nuevo plan de austeridad por parte del parlamento griego es "un paso crucial", aunque no es suficiente.

El Comisionado para Asuntos Financieros de la UE Olli Rehn insistió que Grecia tienen aún que "precisar las medidas" que adoptará para ahorrar otros 325 millones de euros (poco más de 429 millones de dólares).

Agregó que la clase política griega "debe asumir por completo" la responsabilidad del nuevo plan de austeridad, en referencia a la demanda de que los líderes de los principales partidos políticos firmen una garantía que les obligue a adoptar esas demandas incluso después de las elecciones generales de abril.

Además, el Ministerio de Hacienda alemán reiteró el lunes que su país no otorgará la aprobación final al pago de las nuevas ayudas sino hasta principios de marzo, hasta que quede plenamente aclarado el canje de bonos con los acreedores privados y el parlamento apruebe las nuevas medidas.

Rehn dijo sentirse optimista de que Grecia cumplirá esas demandas para la próxima reunión de ministros de hacienda de la eurozona que tendrá lugar el miércoles.

No se sabrá en varias semanas si Grecia entra en bancarrota

Los ministros de Hacienda podría aprobar el nuevo plan de rescate y una reducción de 100,000 millones de euros (más de 132 millones de dólares) de la deuda soberana griega en manos de los acreedores privados.

El retraso de varias semanas en la entrega de la nueva ayuda resalta la desconfianza que ha ocasionado Grecia en los últimos dos años, cuando muchas de las reducciones y reformas prometidas fueron aprobadas por el parlamento pero nunca adoptadas.

Empero, al mismo tiempo significa que Grecia, sus ciudadanos y el resto de la economía mundial no sabrán en varias semanas si el país puede librarse de una inevitable bancarrota.

Los líderes políticos de Grecia aprobaron el fin de semana nuevas medidas de austeridad antes de la reunión del miércoles de ministros de Hacienda de las 17 naciones que integran la eurozona. Entre las medidas aprobadas el domingo figuran la eliminación de uno de cada cinco funcionarios públicos en los próximos tres años y la reducción del salario mínimo en más de un quinto.

Mientras los legisladores aprobaban las nuevas medidas de austeridad, las calles de Atenas y otras ciudades fueron presa de la violencia. En la capital griega, por lo menos 45 edificios fueron incendiados y decenas de comercios y cafés fueron asaltados y saqueados.

El canje de bonos con los acreedores privados debe ser iniciado esta semana para que pueda ser completado antes del 20 de marzo, cuando Grecia debe amortizar 14,500 millones de euros en bonos (alrededor de 19 mil millones de dólares). El canje supondrá para los bancos y otras instituciones de crédito una pérdida del 70% en el valor de sus bonos, mediante una revaluación automática del 70%, menores intereses y mayores plazos de amortización.


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