miércoles, 29 de febrero de 2012

Masivo repudio al ajuste en Europa antes de la cumbre de la UE


Cientos de miles de personas marcharon en Bélgica, Francia, España, Grecia y otros países de Europa para protestar contra las medidas de ajuste impuestas en la eurozona, un día antes de una cumbre de la Unión Europea para reactivar el crecimiento y endurecer la disciplina fiscal.

Frente a la sede de la UE en Bruselas, cientos de trabajadores de sindicatos europeos exigieron un cambio radical en el abordaje de la crisis financiera, y delegados de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se reunieron con el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, para presentarle sus pedidos.

Bajo el lema "Por el empleo y la justicia social", los sindicatos que participaron de la "jornada de acción europea" reclamaron un cambio de rumbo y una alternativa al ajuste, como un impuesto a las transacciones financieras, redoblar la lucha a la evasión fiscal y unificar la deuda europea con la creación de eurobonos.

Las protestas en Bruselas, Atenas, París y Lisboa coincidieron con multitudinarias marchas estudiantiles contra los recortes en el área de educación en Barcelona y otras ciudades de España, que en algunos casos se tornaron violentas y fueron duramente reprimidas por la policía, en especial en la capital catalana.

En Bruselas, el actual presidente de la CES y secretario general del sindicato español Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, dijo que ya es hora de poner límites a las políticas económicas "orientadas exclusivamente a la reducción del déficit público".

Esta estrategia, al no ir acompañada de incentivos a la inversión pública o privada, "está provocando un aumento del desempleo y una recaída en la recesión" en toda la UE y en especial en países como Grecia, Portugal o España, algunos de los más afectados por la crisis de la eurozona, dijo Toxo a periodistas.

Las protestas llegaron un día antes de que los gobernantes de los 27 países de la UE inicien una cumbre de dos días en Bruselas en para discutir formas de retomar la senda del crecimiento económico y contener el desempleo.

Además, 25 de los 27 países -todos menos el Reino Unido y la República Checa- firmarán en el encuentro un pacto fiscal aprobado el mes pasado que incluye la obligación de que cada nación tenga presupuestos equilibrados so pena de sanciones automáticas.

En vísperas de la cumbre de la UE, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, reconoció que los sacrificios necesarios para superar la crisis financiera del continente deben distribuirse de manera más equitativa si Europa quiere conservar lo que le queda del modelo de gobierno de estado de bienestar.

"Se están haciendo sacrificios de manera inequitativa", dijo Barroso luego de reunirse con líderes sindicales junto a Van Rompuy, citado por la agencia de noticias Europa Press.

Barroso dijo que la crisis puso bajo una enorme presión el modelo de estado de bienestar ya que los ajustes en países como Grecia, Irlanda o España han dejado a muchas personas en la pobreza, y que al mismo tiempo, más impuestos sobre compañías podría socavar la competitividad internacional de esas naciones.

"Es muy difícil establecer un equilibrio. Queremos conservar nuestro modelo social, pero al mismo tiempo hay una necesidad de reformas" económicas estructurales, agregó.

Además de los varios cientos de activistas de distintos países que protestaron frente a la sede de la UE, más de 1.000 dirigentes y afiliados sindicales belgas realizaron una manifestación frente al Banco Central (BNB) del país.

En Grecia, los sindicatos del endeudado país realizaron una retención de tareas de tres horas y una serie de marchas en el centro de Atenas contra medidas de ajuste aprobadas por el gobierno, entre ellas un recorte del 22% del salario móvil y una rebaja de las jubilaciones sancionados anoche por el Parlamento.

En España, miles de estudiantes de distintos niveles se manifestaron en ciudades de todo el país contra recortes en educación implementados por diferentes gobiernos regionales.

La protesta degeneró en violencia en Barcelona, donde la policía española reprimió con bastones y balas de goma luego de que algunos manifestantes quemaran contenedores de basura y un auto cerca del centro de la ciudad catalana.

En Francia, los sindicatos dijeron 130.000 personas participaron de manifestaciones en 160 ciudades del país, entre ellas París, donde hubo 15.000 personas según los gremios y 8.700 según la policía.

El candidato socialista Francois Hollande, de viaje en Londres, dio su apoyo a la manifestación.

“Todos los sindicatos están contra estos nuevos tratados”, declaro Bernard Thibault, secretario general de la CGT francesa.

“Estamos aquí contra la austeridad generalizada, porque existe una suerte de acercamiento político que hace pagar a los trabajadores las consecuencias de una crisis, de la cual ellos no son los responsables", agrego Thibault.

También en Alemania, Italia, Eslovaquia o Lituania se organizaron concentraciones, manifestaciones y protestas ante autoridades nacionales u oficinas de instituciones comunitarias.

En otros países como Dinamarca, Chipre, Hungría, Bulgaria o Letonia, las acciones se limitaron a encuentros de los líderes sindicales con representantes políticos nacionales, convocatorias de prensa y sesiones de información a los trabajadores

Asimismo, las centrales obreras británicas organizaron visitas a las embajadas de Alemania, Francia y Grecia y acciones en internet.


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