sábado, 24 de marzo de 2012

África: Pigmeos sin identidad ni educación

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Nyong Superior, Camerún. - Kokpa Pascale Moangue, un pigmeo baka del sudeste de Camerún, pudo dar a sus hijos la educación que siempre soñó, pero que sus padres no le garantizaron. Y lo logró gracias a unos simples papeles: los certificados de nacimiento.


Una sonrisa ilumina el rostro de Moangue cuando sus cuatro hijos regresan al hogar después de tomar clases en una escuela de Lmie, localidad en la división de Nyong Superior, en la Región Oriental de Camerún.

"Nunca fui a la escuela, pero tengo grandes sueños para mis hijos", dijo a IPS.

La vecina inmediata de Moangue, Anzuom Clarisse, cuenta una historia similar. Ella también quería ir a la escuela cuando era pequeña, pero no pudo hacerlo por carecer de un certificado de nacimiento.

La parte central del proyecto es la "Campaña por el registro universal de nacimientos". Con la colaboración de funcionarios del Ministerio de Asuntos Sociales, jefes de los centros de registro civil, alcaldes y representantes de otras organizaciones no gubernamentales, Plan International hizo posible que 12.000 niñas y niños camerunenses recibieran sus partidas entre 2010 y 2011.

Para este año, la organización intentará registrar y distribuir 20.000 certificados más.

Plan International "ayudó a que mis hijos obtuvieran partidas de nacimiento. Ahora sé que su futuro será más brillante", dijo esperanzado Moangue.

Sin embargo, la enorme mayoría de los baka aún no anotan a sus hijos al nacer. Las principales razones son las largas distancias que deben recorrer para llegar a los centros de registro u hospitales y la ignorancia sobre la importancia que tienen los documentos.

"Ya no tengo mi certificado porque mi padre lo usó como si fuera cualquier pedazo de papel y se hizo un cigarrillo", dijo Sandra Neckmen, de 14 años. Sin embargo, tuvo la suerte de que eso ocurrió luego de que fuera inscrita en la escuela. Neckmen asiste al colegio público de Mindourou, en la Región Oriental.

Denis Njanga, otro baka, refleja en sus dichos la opinión predominante en su comunidad. "Ese pedazo de papel no puede poner comida en mi mesa", dijo este pigmeo de la localidad de Yokadouma, en la Región Oriental.

Pero el problema con los registros no se limita a los baka. Menos de 34 por ciento de los nacimientos son anotados en Camerún.

Según un informe de 2007 del camerunés Instituto de Formación e Investigación Demográfica, este país afronta un gran problema al no garantizar el derecho de todo niño a un nombre y una nacionalidad.

El estudio indica que la situación es aun peor en las partes norte y este del país, donde nueve de cada 10 nacimientos no son anotados dentro del periodo de 30 días estipulado por la ley.

La baja tasa de inscripciones también es atribuida a la mala administración de los centros de registro civil, en los que el proceso puede tomar más de 30 días.

"Es una situación muy grave", dijo Kaldaussa Faissam, subdirector de Asuntos Administrativos del Ministerio de Administración Territorial y Descentralización.

"La mayoría de los partos en áreas rurales se llevan a cabo en los hogares, pero los certificados solo son expedidos en hospitales, y el procedimiento es largo", indicó.

Kaldaussa informó que el ministerio elaboraba nuevas leyes para facilitar el proceso de inscripción, pero no quiso dar más detalles.

"Una partida de nacimiento es el primer vínculo que tiene un ciudadano con su gobierno. Deja constancia de que un niño ha nacido y de quiénes son sus padres, así como de su nacionalidad", indicó Kaldaussa.

Alertó que la falta de estos documentos a veces facilita que se cometan abusos contra menores, como en casos de matrimonios forzados a edad temprana o de trabajo infantil.

Pero esta madre de 19 años se prometió a sí misma que el futuro de sus hijos sería diferente. "La criatura que llevo en mi vientre irá a la escuela. Me aseguraré de que mi bebé tenga un certificado", afirmó.

Sin embargo, a diferencia de Clarisse y Moangue, no muchos baka están dispuestos a anotar a sus hijos.

En 2003, Plan International lanzó su Proyecto de Derechos y Dignidad para los Baka. El director de país de la organización, Barro Famari, explicó que se buscaba crear conciencia entre los pigmeos sobre sus derechos y trabajar con las autoridades camerunesas para asegurar que estos fueran respetados.

Si bien no existe discriminación a los pigmeos en las leyes, sí hay denuncias de trato diferencial en la práctica, especialmente en asuntos laborales, según la organización International Women’s Rights Action Watch.

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