miércoles, 7 de marzo de 2012

La historia de Evie, la mujer transexual que cuidó a Obama en su infancia


Evie, quien se considera mujer pese a haber nacido hombre en Indonesia, fue la niñera del ahora presidente de Estados Unidos.

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Evie vive en un barrio pobre pobre de Indonesia - AP


Hace muchos años, Evie cuidó a "Barry" Obama, el niño que con el tiempo llegó a ser el hombre más poderoso del mundo. Ahora, la antigua niñera travesti dejó los vestidos florales, chalecos de brocados y sostenes, y vive con temor en las calles de Indonesia.

Evie, quien nació como hombre pero se considera mujer, soportó una vida de burlas y golpizas debido a su identidad. Ella relata cómo una vez unos soldados le afeitaron su larga cabellera negra y le apagaron cigarrillos en sus manos y brazos.

Eligió este nombre porque pensaba que sonaba dulce. Pero indicó que en su identificación oficial su nombre es Turdi, del género masculino. Muchos residentes del viejo barrio de Menteng donde vivió Obama confirmaron que Turdi trabajó aquí dos años y que también se hizo cargo de la hermana menor, Maya. Cuando se le preguntó sobre el cuidador, la Casa Blanca no opinó al respecto.

Evie, que al igual que muchos indonesios utilizan un solo nombre, ahora vive en una precaria casa del tamaño de un armario en un barrio pobre y sobrepoblado en un rincón de Yakarta, juntando y fregando ropa sucia para poder comer. Viste jeans holgados y una camisa que promociona una playa turística en un lugar muy alejado al que nunca ha ido. Habla suave y amablemente, mientras se asoma una línea de profunda preocupación entre su mirada.

Cuando era niña, su padre la golpeó varias veces porque no soportaba que su hijo fuera una "mariquita''. "Quería que me comportara como niño, a pesar de que no me sentía así en el alma", relató. En medio de burlas y el acoso, decidió abandonar la escuela después del tercer grado y decidió aprender a cocinar.

Y resultó ser muy buena para ello, lo que le permitió llegar a las cocinas de varios funcionarios de alto rango cuando era adolescente, recuerda con una sonrisa y brillo en la mirada. Fue en 1969 en una fiesta donde conoció a Ann Dunham, la madre de Barack Obama, quien había llegado al país dos años antes después de casarse con su segundo esposo, el indonesio Lolo Soetoro.

Dunham quedó tan impresionada por el guiso de carne y arroz frito de Evie que le ofreció trabajo en su casa. No pasó mucho tiempo para que también se hiciera cargo de Barry, de ocho años, con quien jugaba y llevaba y traía de la escuela.

Los vecinos recuerdan que ellos veían frecuentemente a Evie salir de la casa en la tarde con vestido y maquillaje. Pero Evie duda que Barry lo hubiese notado alguna vez. "El era muy joven'', dijo Evie. "Y nunca permití que me viera con ropa de mujer. Pero algunas veces me vio cuando me probaba el labial de su madre. Eso solía darle mucha risa''.

Hoy, Evie busca aislarse en la religión y va regularmente a la mezquita, hasta cinco veces al día, para rezar. Dice que sólo espera el momento de morir. "Ya no tengo futuro".

Evie dice que no sabía que el niño que cuidó se convirtió en presidente de Estados Unidos en 2008 hasta que vio una foto de la familia en la prensa local. No podía creer que lo conociese. Al principio sus amigos se rieron y le dijeron que estaba loca, pero quienes vivían en el viejo vecindario de Obama sabían que era verdad.

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