viernes, 9 de marzo de 2012

Movilización global por video sobre las atrocidades en África


Movilización global por video sobre las atrocidades en África

Los cineastas estadounidenses que filmaron las atrocidades de la guerra en África para un documental titulado "Invisible Children" (Niños invisibles) captaron mayor atención de lo que habían pensado cuando su proyecto fue presentado en el 2005. Poco después hallaron una organización sin fines de lucro para hacer campaña contra la brutalidad.

El nuevo video de 29 minutos del grupo captó todavía más atención gracias a nuevos medios como las redes sociales en línea. El trabajo presentado forma parte de un esfuerzo llamado KONY 2012 sobre el grupo Ejército de Resistencia del Señor y su líder Joseph Kony, un combatiente del monte buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

Las palabras Uganda, niños invisibles y #stopkony (detener a Kony en inglés) estuvieron entre los 10 términos más buscados en Twitter entre la audiencia de Estados Unidos y en todo el mundo el pasado miércoles por la noche, mucho más populares que el nuevo iPad o Peyton Manning. El las principales tendencias de seguimiento en Twitter por lo general incluyen a las celebridades en vez de milicianos fugitivos.

Ben Keesey, de 28 años, director ejecutivo de Niños Invisibles, dijo que el éxito viral demuestra que su mensaje tiene eco y que el público se siente entusiasmado para provocar un cambio. Fue difundido a través del sitio web: www.kony2012.com.

"El principal mensaje es solo demostrar que hay muy pocas ocasiones en que los problemas son blanco y negro. Hay situaciones muy complicadas en el mundo, pero Joseph Kony y lo que hace es blanco y negro", destacó Keesey el pasado miércoles.

El grupo rebelde de Kony, en Uganda, es responsable de decenas de miles de mutilaciones y asesinatos en los últimos 26 años. La milicia secuestra niños, los obliga a servir de soldados o a ser esclavos sexuales, e incluso a matar a sus padres.

El grupo Niños Invisibles ocupa una pequeña oficina en una torre en San Diego, donde sus tres fundadores crecieron. Con un personal de unas 40 personas y un centenar de practicantes impagos, el grupo entrena a la gente durante seis semanas en su sede a fin de que vayan a difundir las atrocidades que comete el grupo ugandés.

El año pasado, el grupo comenzó a instalar radios de alta frecuencia en los lugares más remotos del África a fin de ayudar a seguir los ataques de los milicianos en el Congo, la República Central Africana y Sudán del Sur. Áreas donde vive gente sin teléfono y que gracias a estos radios pueden reportar sobre los ataques a las personas, además pueden poner la denuncia en internet en un sitio llamado LRA Crisis Tracker.


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