sábado, 7 de abril de 2012

En plena crisis, los graduados del sur de Europa buscan trabajo en Alemania


Los trabajadores cualificados de los países del sur de Europa, en plena crisis, emigran cada vez más numerosos con la esperanza de hallar un trabajo en Alemania, considerada el nuevo El Dorado del empleo en una Europa amenazada por la recesión.

A fines de 2011, 6,93 millones de extranjeros vivían en Alemania (total de 82 millones de habitantes), 2,6% más que un año antes. Se trata del "mayor aumento en 15 años", destacó esta semana la Oficina federal alemana de estadísticas, Destatis.

La mayoría de los inmigrantes procede de Europa central y oriental. Pero el número de personas llegadas de los países con más dificultades de la zona euro -- Grecia, Italia, España y portugal-- crece de forma sensible: +1,7%, es decir 16.726 nuevos llegados, de ellos unos 7.000 griegos.

Elena Núñez-Arenas, una madrileña de 44 años, con un diploma de abogada, está a la espera de recibir respuestas a sus demandas de empleo precario en Francfort (oeste), la ciudad donde reside desde enero.

"Estaba en lo más alto, ganaba bien mi vida, y ahora estoy en lo más bajo", afirma, y asegura haber caído en "la trampa del exceso de cualificación".

"A fines del año pasado, mi situación era tan difícil en España que, de golpe, decidí irme. Tengo una prima que vive desde hace años en Fráncfort, y que me decía: +Aquí vas a encontrar trabajo+", explica.

Pero Elena no puede ejercer como abogada en Alemania sin pasar antes un difícil examen de derecho alemán, algo de momento imposible debido a su escaso nivel de alemán, y a unos ahorros cada vez más reducidos.

La perspectiva de un "mini-job" en las cocinas del aeropuerto de Fráncfort, a tiempo parcial y por 8 euros la hora, no le resulta muy atractiva: "apenas tendría tiempo para estudiar, porque tengo que estar disponible en cualquier momento. Y con ese salario, podría hacer lo mismo en España".

Así, Elena no está segura de quedarse en Alemania. "Me doy un mes. Si no encuentro nada, regreso".

Federica Sozzi, por su parte, no lamenta un instante haber dejado Italia por Alemania. "¡Aquí conseguí un contrato fijo, estoy mejor pagada y trabajo menos horas!" se maravilla esta elegante joven de 33 años, que traduce juegos de video.

"En Brescia (norte de Italia) trabajaba 14 horas diarias, pero como tenía un estatuto de independiente, estaba acribillada por los impuestos y ganaba de promedio 1.000 euros netos por mes", relata.

Tras un máster de ingeniería aeroespacial en Lisboa, Joao Vasco Lopes no dudó en viajar a Alemania cuando consiguió una pasantía en su sector en Darmstadt (oeste), en enero de 2011, que se transformó seis meses después en contrato fijo.

Volver ahora a Portugal "sería difícil", asegura este joven de 25 años, ya que las perspectivas de empleo son mínimas en su país, donde además los ajustes presupuestarios amenazan el futuro de la investigación científica.

Para encaminar esta atracción que genera Alemania, gracias a su floreciente economía y a su bajo nivel de desempleo (6,7% en marzo), la Agencia federal del empleo creó el año pasado una división destinada a captar la mano de obra europea cualificada y dispuesta a emigrar.

Este país, en efecto, se ve afectado por un declive demográfico, y faltan los ingenieros, los técnicos o los profesionales de la salud o la hostelería,.

"Parece que cada vez son más numerosos los trabajadores cualificados que vienen", confirma a la AFP Marion Rang, una portavoz de la agencia. "Tenemos la impresión que la tendencia está apenas en sus inicios", añade.

etb/oaa/lo/me.zm

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