sábado, 28 de abril de 2012

Matrimonios de niños, una práctica en África y Asia


En la India existen matrimonios entre menores pactados por sus padres. También en países como Pakistán hay ese tipo de bodas. La joven india logró pactar con su esposo se anuló su boda (derecha arriba). Hay casos de niñas que son casadas con adultos.

Dar en matrimonios las niñas de corta edad es una práctica particularmente difundida en el África Subsahariana y en el Asia Meridional. Sin embargo, también en Medio Oriente, África del Norte y otras regiones de Asia, el matrimonio a edad temprana o inmediatamente después de la pubertad es frecuente entre quienes siguen el estilo de vida tradicional. Existen asimismo zonas específicas del África Occidental y Meridional y del Asia Meridional en las que los matrimonios a edad muy inferior a la pubertad no constituyen una excepción mientras que el matrimonio de muchachas de edades comprendidas entre los 16 y los 18 años es relativamente frecuente en algunas partes de América Latina y en puntos aislados de Europa Oriental.

Un problema a la hora de evaluar la difusión de los matrimonios precoces radica en que muchos de ellos quedan sin registrar y no resultan verificables oficialmente, por lo cual no se los cuenta en los sistemas corrientes de compilaciones de datos. Existen muy pocos datos recogidos a nivel nacional en cuanto a los matrimonios celebrados por debajo de la edad de 14 años, y hay todavía menos informaciones cuando se trata de matrimonios contraídos antes de los 10 años de edad. Bangladesh constituye una excepción: el Estudio Demográfico y Sanitario (DHS, por las iniciales en inglés) de 1996- 1997 reveló que en dicho país el 5 por ciento de los jóvenes de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años ya estaban casados.

Algunos estudios llevados a cabo en pequeña escala y ciertas informaciones esporádicas sirven para completar el cuadro, e indican que el matrimonio a edad muy temprana es más común de lo que permiten suponer las estadísticas nacionales. Los datos nacionales suelen ocultar altos índices de matrimonios prematuros en determinadas regiones y en sectores particulares de la población. Por ejemplo, en el Estado de Rajastán, en la India, una encuesta llevada a cabo en 1993 entre 5.000 mujeres reveló que el 56 por ciento de las mismas se había casado antes de los 15 años, y el 17 por ciento de estas últimas se había casado antes de tener 10 años. Un estudio llevado a cabo en 1998 en Madhya Pradesh descubrió que casi el 14 por ciento de las niñas se casaban entre los 10 y los 14 años de edad. En Etiopía y algunas zonas del África Occidental, el matrimonio a la edad de 7 u 8 años no es una raridad. En el Estado de Kebbi, al norte de Nigeria, entre las niñas la edad media para casarse es de apenas poco más de 11 años, lo que contrasta con el promedio nacional de 17 años.

Hay muchos datos relativos al matrimonio de quienes tienen entre 15 y 19 años, y la mayor parte de dichas informaciones tienen que ver con la reproducción o la educación. Los datos de los DHS también permiten analizar en cierta medida la proporción de mujeres actualmente casadas que contrajeron matrimonio antes de los 18 años.

Las tendencias han sido examinadas exhaustivamente gracias a los datos del Estudio Mundial sobre la Fertilidad (World Fertility Survey) y de los DHS. Los analistas han identificado dos grupos de países: aquél en los cuales la edad de casarse está aumentando, como Kenya, Uganda, Zimbabwe y Senegal, y aquéllos en los que se producen escasas variaciones, como Camerún, Costa de Marfil, Lesotho, Liberia y Mali. En varios países, más del 40 por ciento de las jóvenes ya han contraído matrimonio antes de haber llegado a la edad de 18 años. Por el contrario, solamente en dos países la proporción de muchachos casados antes de alcanzar los 19 años es superior al 10 por ciento .

Primera joven india que logra anular boda infantil

Diecisiete años después, un matrimonio infantil ha sido anulado en la India. La unión entre un niño de tres años y una niña de uno, ha sido anulado después de que la joven descubriera que fue preparado por su familia. La chica tiene hoy 18 años.

El matrimonio entre niños es ilegal en la India. Pero este caso arroja luz sobre la cultura persistente de este tipo de uniones entre las comunidades rurales de la India tradicional, que esperan con estas decisiones mejorar su seguridad financiera gracias al sistema de dote.

Laxmi Sargara fue casada a la fuerza hace 17 años con Rakesh, que hoy tiene 20, en el estado de Rajastán (oeste del país). Lo supo cuando sus familias decidieran que, como ya eran adultos, debían vivir juntos y tener hijos.

Se trata de la primera vez que se consigue la anulación de un matrimonio de este tipo. La unión fue declarada nula el martes por un juzgado de Jodhpur, en el contexto de una campaña contra los matrimonios infantiles.

"No estaba feliz con respecto a estar casada. Se lo dije a mis padres, que no estaban de acuerdo conmigo, y entonces busqué ayuda", declaró la joven. "Ahora, los miembros de mi familia lo han aceptado", afirmó.

AYUDA DE UN CONSEJERO Cuando descubrió que estaba casada, Laxmi Sargara pidió consejo a un trabajador social, Kriti Bharti, que encabeza la asociación Sarathi Trust, en Jodhpur, y que milita en la defensa de los derechos de la infancia.

Bharti debatió con el marido, Rakesh y con dos familiares para persuadirles de que se trataba de un casamiento injusto.

"Laxmi fue casada cuando no tenía más que un año. Sus padres no se lo dijeron hasta hace unos pocos días, fue cuando supo que tenía que ir a vivir a casa de su esposo", relató el activista.

"Ella se sentía deprimida, no amaba a ese chico y no estaba dispuesta a conformarse con la decisión de sus padres. Entonces, decidió rechazar ese matrimonio", agregó.

"Hasta donde yo sé, se trata del primer ejemplo de una pareja de niños casados que quieren que su unión sea anulada y espero que le sigan otras muchas más", concluyó.

Aunque las tradiciones siguen vivas: los residentes de una localidad de Rajastán agredieron a una decena de funcionarios del Gobierno que intentaban interrumpir una ceremonia masiva de matrimonio que implicaba a 40 parejas de niños, hace una semana.

El matrimonio infantil viola los derechos humanos

El matrimonio infantil viola los derechos humanos independientemente de si la persona involucrada es un niño o una niña, pero sin duda se trata de la forma más generalizada de abuso sexual y explotación de las niñas. Algunas consecuencias negativas son la separación de la familia y los amigos, la falta de libertad para relacionarse con las personas de la misma edad y participar en las actividades comunitarias, y una reducción de las oportunidades de recibir una educación adecuada.

El matrimonio infantil puede acarrear trabajos forzados, esclavitud, prostitución y violencia contra las víctimas. Puesto que no pueden evitar las relaciones sexuales ni insistir en el uso del preservativo, las novias menores de edad se exponen a graves riesgos para su salud, como los embarazos prematuros, las infecciones transmitidas sexualmente y, cada vez más, al VIH/SIDA.

Los progenitores a veces consienten estos matrimonios por necesidades económicas. En estos casos, el matrimonio se considera como un medio de proporcionar a sus hijas una tutela masculina, de protegerlas contra las agresiones sexuales, de evitar embarazos sin estar casadas, de alargar sus años de fecundidad o de asegurar su obediencia en el hogar del marido.

MENORES DE 18 AÑOS El 36 por ciento de las mujeres de 20 a 24 años de todo el mundo se casaron o vivían en pareja antes de cumplir los 18 años (Fuente: EMI 2006, la cifra no incluye China).

Se calcula que 14 millones de adolescentes de entre 15 a 19 años dan a luz cada año. Las que se encuentran en esta franja de edad tienen más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto que las que ya han cumplido 20 años (Fuente: FNUAP, El estado de la población en el mundo 2005).

El matrimonio de niñas es más frecuente en África subsahariana y en Asia meridional. En el Níger, el 77 por ciento de las mujeres entre 20 y 24 años se casaron antes de cumplir los 18. En Bangladesh, la tasa era del 65 por ciento (Fuente: EMI 2006).

UNICEF A nivel mundial, una de las formas en que UNICEF aborda el problema de los matrimonios infantiles es promoviendo la educación de las niñas. Los estudios han demostrado que un mayor nivel de educación las protege contra los matrimonios precoces. UNICEF es el organismo principal de la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas, cuya misión es que todos los niños y niñas del mundo puedan terminar sus estudios primarios antes de 2015.

Testimonios de las menores que fueron casadas en Nepal

En el transcurso de una investigación comisionada por la Fundación Salvar a los Niños (Reino Unido), algunas niñas de edades comprendidas entre los 14 y los 17 años y provenientes de distintos grupos étnicos y diferentes castas de dos poblaciones del Distrito de Surkhet, en Nepal, hicieron las siguientes observaciones acerca de los matrimonios prematuros:

“Hicieron casar a mi hermana cuando tenía 14 años. Suplicó a las autoridades de la escuela que impidieran el matrimonio, pero fue inútil”. Una niña de 14 años.

“Mis padres me hicieron casar con un hombre de Lekh. Yo tenía que trabajar mucho, pero mis suegros no lo reconocían. Mi marido me golpeaba, así que no tengo ganas de ir a su casa aunque venga a buscarme. Quiero ir a la escuela”. Una niña de 14 años.

“Me casé debido a la insistencia de mi padre. Tuve un hijo, pero igualmente los miembros de mi familia me alentaron para que fuera a la escuela. Estudio más que los demás. Por lo tanto, los miembros de la familia de mi marido me respetan”. Una muchacha de 17 años.

Las niñas eran conscientes de que el matrimonio precoz es peligroso desde el punto de vista de la salud y de que el embarazo prematuro puede representar una amenaza para la salud e incluso para la vida tanto de la madre como del bebé.

Respondiendo a preguntas acerca de las razones que motivaban el matrimonio prematuro, las niñas mencionaban la resistencia de la sociedad a aceptar el embarazo de madres solteras y las relaciones sexuales fuera del matrimonio, los fracasos escolares, los chismes del vecindario, el trabajo abrumador en casa de sus padres y el sueño de encontrar el amor, de tener buena comida y vestidos bonitos y de conocer otros sitios gracias al matrimonio. Muchas muchachas pensaban que el matrimonio y la maternidad les darían seguridad, la impresión de sentirse protegidas y un mayor prestigio social. Algunas jóvenes creían que su valor y prestigio eran escasos porque pasaban a pertenecer a la familia del marido y las hijas mujeres no heredan la propiedad de los padres.


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