domingo, 1 de abril de 2012

Tuareg llegan a Gao, en el norte de Malí; fuerza oesteafricana "en alerta"


Los rebeldes tuareg penetraron el sábado en Gao, última posición defendida al norte de Malí por las tropas de una junta actualmente cercada por la rebelión y por los países de África del Oeste, que pusieron en alerta su fuerza de intervención.

Bajo los disparos de armas pesadas, los rebeldes entraron al menos en tres de los ocho barrios de Goa, principal ciudad del norte de Malí, a unos 1.000 km al noreste de Bamako, y donde se encuentra el estado mayor del ejército maliense para toda la región septentrional.

Los combates se concentraban alrededor de los dos campamentos militares de Gao, donde las fuerzas gubernamentales se refugiaron para resistir a los asaltantes, según testimonios concordantes.

"Se escuchan disparos de armas pesadas. También vimos helicópteros del ejército despegar para disparar", dijo Mahamane Diakité, consejero del gobierno de Gao, en conversación telefónica con la AFP.

"Los rebeldes tuareg entraron en la ciudad", agregó Diakité, confirmando las informaciones de otras fuentes.

De acuerdo a testigos, en el asalto participaron islamistas. Algunos atacaron los puestos de ventas de bebidas gritando "Alá Akbar" (Dios es grande) o "Ansar Dine", el nombre del grupo armado del jefe tuareg Iyad Ag Ghaly, uno de los principales integrantes de la rebelión.

El viernes, rebeldes tuareg y grupos islamistas armados se apoderaron de la estratégica ciudad de Kidal, en el noreste de Malí, hacia la frontera con Argelia.

Kidal fue tomada por el grupo armado islamista Ansar Dine, apoyado por el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), el principal grupo tuareg, y elementos de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).

Casi todo el noreste de Malí, salvo la ciudades de Gao y Tombuctú, está ahora en manos rebeldes.

Bamako, a unos 1.000 km, parece aún fuera del alcance de los rebeldes, pero la toma de Kidal y los actuales combates en Gao amenazan más que nunca la junta del Consejo Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado.

Arrinconada por los rebeldes y totalmente aislada en la escena internacional, la junta, por medio de su jefe, el capitán Amadú Sanogo, había juzgado ya el viernes la "situación crítica", tras las amenazas de la Comunidad Económica de Estados del África del Oeste (CEDEAO) de imponer un embargo "diplomático y financiero" si el orden constitucional no es restablecido de aquí al lunes.

Una delegación de la junta que tomó el poder el 22 de marzo en Malí afirmó el sábado en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, que estaba "de acuerdo" con "los grandes principios" para salir de la crisis que imponen un retorno rápido "al orden constitucional normal", reclamado por los jefes de Estado oesteafricanos.

"Sobre los grandes principios que nos han sido solicitados, decimos que estamos de acuerdo. Es necesario una vía constitucional regular y normal y las modalidades para llegar a eso. Es de lo que vamos a discutir", declaró a la prensa el coronel Musa Sinko Coulibaly, director de gabinete del jefe de la junta, tras una reunión con el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, mediador en la crisis malí.

La delegación de tres militares de la junta, dirigida por el coronel Musa Coulibaly, comprende igualmente al capitán Adama Diarra y al teniente Amadu Konaré, quien es el portavoz

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