martes, 10 de julio de 2012

Indígenas colombianos exigen al ejército y a las FARC que dejen de combatir en sus territorios

Indígenas del departamento de Cauca destruyeron trincheras de la policía para excluir a sus comunidades del conflicto armado. Iniciaron un movimiento que incluye a un millar de nativos.

Indígenas del departamento colombiano de Cauca destruyeron trincheras de la policía ubicadas en sus territorios para excluir a sus comunidades del conflicto armado interno, en medio de la ofensiva que protagoniza desde hace varios meses en esa provincia la guerrilla de las FARC.

Los nativos iniciaron ayer un movimiento que incluyó al menos un millar de indígenas que exigieron tanto a las FARC como al Ejército y a la Policía Nacional que dejen de combatir en sus territorios.

La medida fue adoptada a raíz de los ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el municipio caucano de Toribío, que este fin de semana dejaron 10 heridos y por lo menos un centenar de casas afectadas, reseñó DPA.

Los guerrilleros lanzaron desde las montañas explosivos artesanales contra una estación policial, pero muchos de los artefactos se desviaron y afectaron casas habitadas por civiles. Una cantidad aún no precisada de habitantes de la población huyó hacia zonas más seguras.

Uno de los dirigentes del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Feliciano Valencia, advirtió que conseguirán levantar los campamentos (guerrilleros) y las trincheras militares y policiales por sus propios medios, pues la población civil resulta afectada por su presencia en la zona.

Por su parte, el gobernador indígena del sector, Marcos Yules, dijo a la cadena de radio RCN que los nativos iniciaron la protesta porque el ataque de varias horas en Toribío "rebasó la copa".

Entretanto, al menos cinco militares resultaron heridos ayer tras la explosión de una embarcación que viajaba sin tripulación por el río Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander (noreste), según registró la edición digital del diario El Tiempo.

El matutino señaló que pese al hermetismo de la brigada 30 del Ejército frente al hecho, en donde estaban adscritos los uniformados, se conoció que "los militares fueron llevados al hospital de Tibú".

Sin embargo, el diario precisó que "otras fuentes informaron que los soldados fueron trasladados hacia Cúcuta (capital de Norte de Santander) para que recibieran atención médica especializada" por la gravedad de las heridas.

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