domingo, 26 de agosto de 2012

Declaración de los Pueblos Indígenas de Abya Yala



Los representantes de los pueblos indígenas de Abya Yala, articulados en la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica- COICA, la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas CAOI, el Consejo Indígena de Centro América CICA, el Consejo Indígena de Meso América CIMA, la Red de Mujeres Indígenas por la Biodiversidad RMIB, el Consejo de Todas las Tierras, Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, los representantes del Pueblo Saramaka y otros delegados de Pueblos Indígenas que suscriben esta resolución, en el marco del desarrollo del “Diálogo Regional de Pueblos Indígenas y el Fondo Cooperativo para el Carbono Forestal (FCPF) del Banco Mundial”, efectuado en Lima, Perú del 22 al 24 de agosto del 2012, luego de haber desarrollado un profundo análisis sobre la política de los gobiernos en relación a la elaboración, implementación y aplicación de la política de REDD+, en la región.

Considerando que la implementación de los procesos REDD+ en Abya Yala ha significado la violación de los derechos fundamentales de los Pueblos Indígenas; reiteramos al Banco Mundial, al FCPF y a su Comité de Participantes, nuestras propuestas generales siguientes.

Hemos revisado la Política Operativa 4.10 del Banco Mundial sobre Pueblos Indígenas. A este respecto las experiencias nos reportan que tales políticas no cubren las diversas situaciones en materia de derechos colectivos que afectan a los Pueblos Indígenas en los países de la región y que debe ser armonizada con la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI).

Los Pueblos Indígenas reiteramos que dicha Declaración (DNUDPI), es el instrumento que estipula derechos mínimos y al mismo tiempo constituye una herramienta elemental para el diálogo nacional y multilateral basado en la buena fe. Sin embargo, este instrumento no ha sido respetado ni aplicado por los gobiernos en muchas partes de la región. De la misma forma y a pesar de las limitantes del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de la OIT, sigue siendo un instrumento válido que se debe respetar, promover y aplicar. Asi mismo, los estados y la banca multilateral, deben respetar la jurisprudencia (Casos Saramaka, Awas Tigni, Sarayaku, entre otros) sobre Derechos de los Pueblos Indígenas que va estableciendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que hace parte de los “acuerdos internacionales” que comprometen a los estados latinoamericanos. En relación a la armonización de la normativa interna de cada país con sus obligaciones internacionales de derechos humanos de los pueblos indígenas, exigimos que todo esto sea un requisito previo a la aprobación de los proyectos de REDD+ en nuestros países.

Los Pueblos Indígenas ratificamos el derecho inherente e imprescriptible sobre nuestras tierras, territorios y sus recursos, basados en el artículo 28º de la DNUDPI.

Los Pueblos Indígenas reiteramos el derecho a la Libre determinación que nos asiste y que ha sido reconocido recientemente por la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas para la implementación Universal de dicho derecho y del mismo modo reconocido en el artículo 3º de la DNUDPI, así como en la “Declaración del Derecho al Desarrollo” y como lo estipula inequívocamente el artículo 1º del Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 1º del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Asi mismo, señalamos las propuestas siguientes:

1. A raíz de la experiencia de preparación, implementación y aplicación de los R- PP sobre políticas de REDD, en América Latina y el Caribe, los Pueblos Indígenas consideramos un imperativo establecer un Protocolo Internacional (Principios, reglas y procesos) para la relación institucional y permanente entre el Banco Mundial, FCPF y los Pueblos Indígenas sobre la implementación de los mecanismos y procesos REDD+ en todas sus etapas; que estén basados en la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI).

Consideramos que dicho Protocolo Internacional debe elaborarse mediante un diálogo directo, transparente, equitativo y de fiel cumplimiento, entre el Banco Mundial y los Pueblos Indígenas del Abya Yala, a través de las organizaciones presentes en este Diálogo y ampliable a otras más, mediante un proceso, que deben ser apoyado por el FCPF y construido conjuntamente con nuestras organizaciones.

2. Los procesos REDD+ no deben ser continuados o implementados en aquellos países donde no se hayan respetado los derechos colectivos y territoriales de nuestros pueblos; ni efectuado las debidas consultas, con la participación efectiva de los pueblos, o donde se carecen de mecanismos institucionales para la preparación y ejecución de REDD+; hasta que dichos derechos fundamentales sean respetados y garantizados, con evaluaciones independientes al respecto. Lo que empieza o se prepara mal, no se podrá mejorar en las etapas siguientes.

3. Sobre la revisión de la Directiva Operacional 04.10 del Banco Mundial sobre Pueblos Indígenas, rechazamos el enfoque de diluirla o desaparecerla en una norma sobre “comunidades locales”. Nuestra solidaridad con ellas implica, no reducir derechos, sino al contrario ampliar lo ya conseguido por nuestros pueblos a dichas comunidades locales.

4. En cuanto a la capacitación y relación directa e institucional entre los Pueblos Indígenas, el FCPF y el Banco Mundial, las organizaciones de los Pueblos Indígenas articuladas en la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica COICA, la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas CAOI, el Consejo Indígena de Centro América CICA, Consejo Indígena de Meso América CIMA, la Red de Mujeres Indígenas por la Biodiversidad RMIB, el Consejo de Todas las Tierras, Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, los representantes del Pueblo Saramaka y otros delegados de Pueblos Indígenas que suscriben esta resolución, conformaremos un equipo con organizaciones idóneas para establecer y efectuar las actividades denominadas de “Intermediarios Regionales”. Esta se formalizará ante el Banco Mundial y FCPF en un plazo que no exceda los 30 días y se solicita a dichas entidades, el apoyo para el proceso indígena que permita viabilizarlo.

Finalmente reiteramos nuestra firme disposición al dialogo tanto con el Banco Mundial y con el FCPF, con el objeto de definir el alcance y contenido del Protocolo Internacional, lo cual debe constituir la base para la relación firme y duradera en el futuro; para lo cual proponemos la continuidad de este Diálogo mediante un nuevo cronograma posterior al Diálogo global de Diciembre del 2012 en Doha.

Lima, 24 de agosto del 2012

Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica COICA

Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas CAOI

Consejo Indígena de Centro América CICA

Consejo Indígena de Meso América CIMA

Red de Mujeres Indígenas por la Biodiversidad RMIB

Consejo de Todas las Tierras

Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas


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Bolivia/ Adolfo Chavez: ‘Resistencia hasta que este Gobierno deje su mandato’

La Razón / Rubén D. Atahuichi López / La Paz

A más de dos meses de la llegada a La Paz de la IX marcha indígena, el líder de la Cidob hace un análisis del movimiento que le ayudó a encumbrarse políticamente. Sin embargo, considera que esa tarea ha tenido un costo personal, que se complicó al final de la movilización con una peritonitis que padeció. “Me he sentido muy golpeado de la salud porque, primero, me accidenté del brazo, que ahora está en plena recuperación con los clavos y fierros empotrados que tengo”, cuenta.

La IX marcha indígena por el TIPNIS no sólo le dejó secuelas físicas, sino políticas. Adolfo Chávez, el líder de la Central de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), disputa su lugar con Melva Hurtado, quien incluso tiene tomadas las oficinas de la organización en Santa Cruz.

En una charla con el suplemento Animal Político, confiesa que la dirigente, a quien considera su amiga, fue absorbida por el Gobierno. Y advierte que habrá “resistencia nomás hasta que este Gobierno deje su mandato y venga otro presidente” que entienda las demandas indígenas.

— ¿Cuando se rompió su alianza con Evo Morales? Usted estaba antes en el lugar de Melva Hurtado acompañando al Presidente

— Necesito tiempo para explicarle, pero una de las razones es que no nos dio los escaños (legislativos) que pedimos. Pedíamos 34, pero Carlos Romero hizo su jugarreta, una traición, y nos mandó ante Héctor Arce, que era el ministro sin cartera, y al Ministerio de Economía, mientras él estaba en el legislativo tratando con la derecha.

En otras palabras, (nos dijeron) “como son indígenas, que aguanten”. Redujeron a cinco escaños. Nosotros queríamos (una elección) por usos y costumbres, pero hicieron vía partido político. Creo que de ahí empezamos a distanciarnos. Recuerdo que lloré frente a la plaza Murillo.

— ¿Cuándo habló por última vez con el Jefe del Estado?

— No recuerdo, pero fue hace bastante tiempo.

— ¿No le llamó?

— Después de la IX marcha, yo prometí nunca más llamar al Gobierno. Si éste necesitara hablar, que me llame, porque él (Presidente) siempre manifestó que lo llamáramos para hablarle de los problemas en los pueblos. Los pueblos van a asociar su problema, van a hacer marchas, pero como (Morales) era absorbido por el Vicepresidente (Álvaro García Linera) hemos dejado que las aguas corran por donde tienen que ir.

Una de las mejores muestras es que los problemas fueron creciendo y van a seguir siendo más agudos; no se está demostrando el avance de los territorios, y si un pueblo no tiene territorio, pues no va a tener autonomía, no va a ser libre. Así de sencillo.

— Sin embargo, estas dos marchas de la Cidob no fueron iguales; la primera fue mucho más contundente y la segunda, menos. ¿A qué se debió eso?

— No hacemos comparación de las marchas. Cada cual fue distinta, pero la exigencia de los hermanos ha sido demostrar su carácter pacífico y, por propia voluntad, decirle con humildad al país que no pase la carretera por el TIPNIS. El Gobierno se jugó al partir a los corregidores y ahora éstos están presionados en la comunidad. Los van a desconocer y ahí se jugarán dos cosas: el abandono del territorio o el castigo tradicional.

— ¿Sintió que en la XI marcha hubo menos apoyo que en 2011 de los colectivos urbanos?

— Yo creo lo contrario. La Paz fue impresionante, mostró su desacuerdo con el Gobierno. Ha sido, y va a seguir siendo en la historia del movimiento indígena, la cuna de la paz, de la solidaridad y del amor.

— Se ha contaminado con partidos como el MSM y Convergencia...

— Personalmente, no he tenido contacto con ningún partido político. Creo que algunas otras personas han querido dañar la imagen de nuestra plataforma clara y seria. Los comentarios que han hecho los mismos políticos, los mismos masistas, ni nos van ni nos vienen.

— Una sobre otra marcha. ¿No se ha usado mal esa medida de movilización tan fuerte?

— Sí, es que queríamos hace beber de su misma agua al Gobierno y cometió el mismo error de gasificarnos y echarnos agua.

— ¿Se refiere a cuando algunas mujeres apoyaron a Bertha Bejarano?

— Por supuesto. El Gobierno no tiene ese corazón de paternidad y menos de humanidad hacia los niños, porque (Morales) es una persona que no tiene hogar y nunca va a sentirlo así.

— Se cuestionó que Justa Cabrera haya hecho un acuerdo con Percy Fernández. ¿No afectó eso a la movilización?

— No, de ninguna forma. Yo creo que esos sentimientos son retrógradas. Un ejemplo: el MAS ha reclamado a la derecha sobre por qué no incluye a los indígenas, y cuando (la derecha) incluye a indígenas, se cae de espaldas. Ni el mismo MAS ha incluido a indígenas en diferentes espacio, y si ha incluido ha sido por presión nuestra, no como regalo de Morales.

— Fernando Vargas le dijo a Animal Político que Adolfo Chávez “metió la pata” al hacer un acuerdo con Rubén Costas.

— No, eso fue claro. Si yo estuviera dependiendo de quién o con quién firmo o no convenios, si me reúno con Evo Morales o firmo con la cooperación u otro alcalde, (no sería correcto). No estoy para esconderme, estoy para hacer gestión y tarde o temprano ese convenio de desarrollo departamental, de leyes y de construcción de viviendas, debía firmarse. Pero el Gobierno lo ha politizado y ahora se cae de espaldas. Y quien (dijo algo) cuando hizo acuerdos con el MNR. Quiere decir que su buen alumno es el señor (Juan Ramón) Quintana, a quien nadie le cuestiona ni se fija que es fruto de la dictadura.

— ¿Pero por qué Vargas ha cuestionado ese acuerdo?

— Todo tiene su momento y lo hemos aclarado en la V Comisión Nacional, porque se lo ha firmado de buena fe. Ahora, cómo lo mal entienda la parte política, es un resorte ajeno.

— El Gobierno dice que la mayoría de las comunidades está rechazando la intangibilidad y encaminando la carretera.

— Estos días ingresarán nuestras propias comisiones para hacer el relevamiento de actas y vamos a saber la verdad. Tengo reportes de que no ha avanzado más la comisión (de la consulta) porque las comunidades que han marchado dijeron no, como es el caso de San Miguelito. De ahí para abajo está rebotando (el proceso).

— ¿Es posible alguna acción que evite en definitiva la construcción de la vía?

— Pueden construir por otro lado, pero no por el corazón del TIPNIS. Éste va a ser la espina del gran desgaste del Gobierno, que realmente va a llegar con bastón a 2014.

— ¿Cómo evitar la construcción de la carretera?

— Pueden hacerla por otro lado, por el lado izquierdo o por el derecho, no nos interesa, no estamos para recomendar por dónde va a ser la carretera.

— El Gobierno aparentemente ya tiene respaldo de la consulta

— Estarían diciendo “señores, si no se apartan por donde está diseñada la carretera, los vamos a matar”. En otras palabras, estamos ya hablando con el asesino; va a haber enfrentamiento.

— ¿Habrá una décima marcha?

— No va a haber ya una marcha sino en plena selva.

— ¿Qué en plena selva?

— El grupo que esté mejor parado va a resistir. La ventaja es que no- sotros somos de la selva, nos pican los mosquitos, aguantamos la diarrea y los vómitos… Necesitamos trabajar con nuestros ancestros para que les estorben ahí en sus carpas.

— ¿Quiere decir confrontación?

— No la necesitamos, basta que vayan dos tigres por ahí, atropellen sus carpas y los hagan asustar.

— Eso parece de fábula

— Si hay muchos tigres. A ver, que vaya un altiplánico o uno que no conoce la selva a dormir en una carpa, cualquier ratón le asusta. Usted no me va a decir que no tiene miedo en el monte; si voy, por supuesto que va a pedir auxilio.

— ¿Está pasando eso con los brigadistas?

— Cuando ingresé al TIPNIS, los he visto nadar los ríos, cruzar de bando a bando. Yo que he sido de muchacho montaraz, cuando el tigre sale, de pronto uno se asusta. Pero será para los que no están acostumbrados.

— Encarga la tarea a la propia naturaleza

— La propia naturaleza. Nosotros no somos hombres de odio, somos hombres de paz.

— ¿Cuál sería la salida?

— La resistencia nomás, hasta que este Gobierno deje su mandato y venga otro presidente y nos entienda.

— ¿Implica eso que ya no interesa tanto si construyen o no la carretera?

— Sí, nosotros vamos a hacer la resistencia como corresponde. Son los propios hermanos, hombres y mujeres con sus niños, que están poniéndole el pecho.

— ¿Qué implica resistir hasta que el Gobierno se vaya?

— Significa hacerle una campaña internacional malísima.

— ¿Usted cree que con sólo una campaña se va este Gobierno?

— Se desgasta su nombre en el ámbito internacional.

Perfil

Nombre: Adolfo Chávez Beyuma

Nació: 02-03-1971

Profesión: Agricultor

Cargo: Presidente de la Cidob

Carrera

Nacido en Tumupasa, norte de La Paz, dice que en 2015, cuando termine su mandato, dejará la dirigencia indígena. De todos modos, quiere volver con su familia a Tumichucua, a vivir de la naturaleza, la carne de monte y los frutos del lugar. Cumple su segundo mandato al frente de la Cidob.

‘Me siento odiado por el presidente Evo Morales’

Confiesa que en 2009, tras su victoria electoral, el presidente Evo Morales le ofreció el puesto de embajador de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas. “Mi respuesta fue sencilla: si me dejan terminar mi gestión (en la Cidob) hasta 2010, puedo ser un hombre útil para otras instituciones”, respondió Adolfo Chávez.

Ahora, tras dos movilizaciones por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), el dirigente muestra cierto rencor respecto del Mandatario, a quien considera un hombre que se ensañó con el movimiento indígena. “Veo ahora (en el Presidente) que mira 500 años atrás para arremeter contra esta generación, como si esos hijos tuvieran la culpa para enjuiciarlos”.

Sin embargo, considera que Morales tiene tiempo para redimirse ante los indígenas. “Creo que tiene todavía un año, en 2013, para hacer un alto y hacer un paréntesis, él solito, y hacerse una valoración y una radiografía interior, bajo cero noticias”.

Pero no deja de llamarle la atención la actitud del Mandatario incluso en contra suya. “Lo peor es que el señor (Morales) empieza a odiar a las personas que le dicen la verdad. Me siento odiado por el propio Presidente, por el que en los peores momentos de dificultad durante el revocatorio hemos puesto el pecho todos los pueblos indígenas”.

Chávez, no obstante, no guarda tanto reparo para el líder del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, de quien reconoce la simpatía que tiene en La Paz. “Sé que viene de alianzas de la derecha o que han sido parte de la derecha, lo que a nosotros no nos va ni nos viene. Quizá su gestión urbana le ha hecho bien a Juan del Granado y es posible que pueda ganar por tercera vez”.

Sobre el gobernador Rubén Costas, con quien tiene una alianza en ciertas políticas vinculadas a los pueblos indígenas, dice que representa una nueva visión. “Costas sale del fruto de dos bandos muy enfrentados en Santa Cruz. Lo que yo veo es que está tratando de demostrar que no es de la crema que tomó las instituciones y las oficinas en 2008, que fue el fracaso de las manifestaciones, y está en procura de expandirse a otras ciudades con un tinte político”.

Chávez, ahora, no piensa en ninguna alianza política, y su destino parece estar marcado como el líder que en par de veces complicó la administración de Morales, con quien, aparentemente, no hay punto alguno de reconciliación personal y política.