viernes, 5 de octubre de 2012

Indígenas Guatemala : 6 muertos y 30 heridos

AL HONORABLE, DIGNO, SIEMPRE  VALIENTE  Y SOLIDARIO PUEBLO DE GUATEMALA, POR ESTE MEDIO MANIFESTAMOS:
Que dado los acontecimientos que tuvieron lugar en horas de la tarde del día de hoy jueves 04 de octubre de 2012, en la manifestación publica y pacífica realizada en 4 caminos y otros puntos de la carretera interamericana, denunciamos que las fuerzas públicas del ejercito y la policía nacional civil, agredieron violentamente a hombres, mujeres y niños, con lo cual  reprimieron el ejercicio del derecho ciudadano a manifestarse contra las decisiones inconsultas que el gobierno está tomando respecto a las Reformas Constitucionales, el alto costo de la energía eléctrica y los cambios en la carrera magisterial.
Mientras una delegación de nuestra organización ancestral de los 48 Cantones, se reunía con el Presidente de la República, buscando el diálogo para resolver estos problemas que afectan nuestros derechos como pueblos indígenas, las fuerzas militares y de la policía desataban su brutalidad contra los manifestantes.
Esta brutal agresión gubernamental provocó la muerte de seis personas de diferentes comunidades e hirió gravemente a más de 30 manifestantes. Por tal razón en estos momentos de dolor y repudio ante la muerte de nuestros hermanos, apelamos  todos y todas, solidarizarnos con el pueblo de Totonicapán y especialmente con las familias que ahora lloran a sus muertos por causa de estas acciones represivas y violentas de parte de las fuerzas de la policía y el ejército.
A la opinión pública nacional e internacional, de manera urgente les pedimos denunciar esta agresión contra los pueblos indígenas y les pedimos manifestarse públicamente en rechazo y condena al gobierno represor de Guatemala, portando cintas, mantas o cualquier distintivo de luto y dolor, en memoria de nuestros hermanos caídos en la lucha.
El poder del pueblo, está en el servicio.
Maltiox chinimalaj qonojel.
Respetuosamente,  Autoridades de los 48 Cantones de Totonicapán
Totonicapán, 4 de octubre de 2012.

¿Que es la colonialidad? Nos lo cuenta Pablo Quintero

Proyecto: DICCIONARIO DEL PENSAMIENTO ALTERNATIVO II

Colonialidad

por Pablo Quintero (UBA - CONICET)
 

La categoría colonialidad o colonialidad del poder designa al patrón estructural de poder específico de la modernidad, originado a partir de la conquista de América y la subsecuente hegemonía planetaria europea. Se compone históricamente a partir de la asociación entre un sistema de dominación asentado en un entramado de relaciones sociales intersubjetivas, basadas en la clasificación social jerárquica de la población mundial; y un sistema de explotación, que consiste en la articulación de todas las formas conocidas de expropiación del trabajo conocidas en una única estructura hegemonizada por el capitalismo. La colonialidad es, en este sentido, uno de los elementos constitutivos del patrón global de poder capitalista.

La conceptualización de la colonialidad, supone que con la constitución de América, el emergente poder capitalista se hace mundial, sus centros hegemónicos se localizan en las zonas situadas sobre el Atlántico -que después se identificarán como Europa-, y como eje central de su nuevo patrón de dominación se establece la colonialidad (Quijano, 2000b). Según Aníbal Quijano (2000a) la colonialidad, se compone históricamente sobre la asociación estructural de dos ejes centrales que fueron constituyéndose a partir de la conquista de América, entre fines del siglo XV y principios del siglo XVI. El primero de estos ejes consiste, ante todo, en un sistema de dominación asentado en un entramado de relaciones sociales intersubjetivas, basadas en la clasificación social jerárquica de la población mundial, sostenida en la configuración y naturalización de la idea de “raza” (Quijano, 1993). La idea de raza como categoría central de la clasificación social colonial, desempeñará un papel medular dentro de las nuevas identidades geoculturales globales que se constituyeron históricamente con el colonialismo hispánico, articulándose posteriormente en una misma trama de estratificación social, con otras formas de clasificación basadas en la idea de clase y en las ideas de “género”/sexualidad, estas últimas son muy probablemente las modalidades más antiguas de clasificación social, pero fueron reconstituidas dentro de un nuevo marco de sentidos asociados a la colonialidad (Quijano, 2000a).

Es en este sentido que la de idea de raza y el complejo ideológico del racismo, impregnan todos y cada uno de los ámbitos de existencia social y constituyen la más profunda y eficaz forma de dominación social, material e intersubjetiva (Quijano, 2001), por ende la naturalización de la idea de raza y sus concomitantes ha dispuesto que la posición subalterna de las poblaciones derrotadas en el conflicto histórico de la conquista -y las subsecuentemente sometidas por el específico e histórico patrón de poder de la colonialidad- sea considerada no como el resultado de un conflicto de poder sino como la derivación lógica de una inferioridad esencial en su naturaleza.

El segundo eje estructural de la colonialidad, está compuesto por un sistema de explotación que se gestó en el mismo movimiento histórico de producción y de control de subjetividades que da origen a los ejercicios clasificatorios descritos en el primer eje. En este sentido, con la conquista de América, comienza a constituirse paralelamente un nuevo sistema de control del trabajo, que consiste en la articulación de todas las formas de explotación conocidas hasta entonces (esclavitud, servidumbre, pequeña producción mercantil, etc.), en una única estructura heterogénea de producción de mercancías para el mercado mundial, alrededor de la hegemonía del capitalismo (Quijano, 2001). El capitalismo se desarrolló desintegrando a todas las antiguas modalidades societales de trabajo, absorbiendo y redefiniendo todos los fragmentos estructurales anteriores que le fueran útiles, al tiempo que generalizaba la mercantilización de todos los procesos sociales de producción y distribución. Debido a su propio carácter, el capitalismo ha articulado históricamente diferentes formas de explotación desarrolladas en las más diversas latitudes, configurando un único orden mundial encarnado en el control global del trabajo.

Asociados a estos dos ejes de la colonialidad, se yerguen dos procesos constitutivos fundamentales y conexos, a saber: el establecimiento de un nuevo sistema de control generalizado de la autoridad colectiva (o pública) que girará paulatinamente en torno a la hegemonía del Estado (Quijano, 2001) en asociación con la progresiva configuración de un sistema de Estados conformados por los dominadores del actual patrón de poder, del cual serán excluidas las poblaciones subalternas, al menos hasta bien entrado el siglo XIX. En asociación directa al proceso anterior, se funda un nuevo sistema de producción y control de las relaciones (inter)subjetivas que fue elaborado y sistematizado a mediados del siglo XVII en Europa, como parte del eurocentramiento del patrón de poder moderno/colonial, y que puede ser denominado como eurocentrismo (Quijano, 1997).

El eurocentrismo está caracterizado por un conjunto de imaginarios sociales y de perspectivas de conocimiento, dependientes tanto de las exigencias del capitalismo, como de la necesidad de los colonizadores de perpetuar y naturalizar su dominación. Esto ha incluido históricamente la apropiación de los logros intelectuales e incluso tecnológicos de los colonizados (Quijano, 1993). No obstante, el rasgo más potente del eurocentrismo ha sido un modo de imponer sobre los dominados un espejo distorsionante que les obligará, en adelante, a verse con los ojos del dominador, bloqueando y encubriendo la perspectiva histórica y cultural autónoma de los dominados bajo ese patrón de poder. Debe notarse que el concepto de colonialidad difiere de la noción de “colonialismo”. Colonialismo designa una relación política y económica, en la cual la soberanía de un pueblo reside en el poder de otro pueblo o nación que explota la naturaleza y productos del trabajo de los colonizados. En contraposición a esto, la colonialidad se refiere a un patrón de poder que emergió como resultado del colonialismo moderno, pero que en lugar de estar limitado a una relación de poder entre dos pueblos o naciones, más bien da cuenta de la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas se articulan entre sí a través del mercado capitalista mundial y de la diferencia colonial (Mignolo, 2003).

Así, pues, aunque el colonialismo precede temporalmente a la colonialidad, esta última, en tanto patrón de poder, sobrevive al colonialismo. En este mismo sentido, la categoría colonialidad no designa simplemente a una “herencia” colonial sino más bien al modelo estructural de dominación, explotación y conflicto originado con el colonialismo global europeo, pero reconfigurado constantemente durante el largo tiempo histórico de la modernidad. Por ende, se habla de un patrón de poder, en tanto que sistema ordenador y acumulativo de las relaciones sociales en la trama histórica de América Latina. De esta manera, la emancipación latinoamericana del siglo XIX desmanteló al colonialismo pero no a la colonialidad. La colonialidad sigue siendo el elemento central de la estructuración de la sociedad, ya que tanto sus ejes centrales, como sus dinámicas de dominación, explotación y conflicto, siguen (re)produciendo las modalidades de existencia social en América Latina. Los orígenes de la categoría colonialidad remiten directamente a las investigaciones y propuestas teóricas del sociólogo peruano Aníbal Quijano, progenitor de la noción en América Latina. A inicios de la década de los ´90 Quijano propone el término en un texto individual (Quijano, 1991) y en un escrito en conjunto con Immanuel Wallerstein (Quijano y Wallerstein, 1992).

En sus publicaciones subsiguientes Quijano ampliará y reformulará la categoría, articulándola con sus propuestas teóricas. La idea de colonialidad es por ende indisociable de los modelos analíticos de Quijano, particularmente de su teoría sobre el poder (Quijano, 2000a y 2001), de sus estudios sobre la dominación cultural (Quijano, 1980 y 1997) y de sus formulaciones sobre la heterogeneidad estructural de América Latina (Quijano, 1988 y 1990). En las elaboraciones de Quijano el concepto colonialidad y colonialidad del poder son permutables, no así en las producciones posteriores de otros autores. En la última década se ha generado una honda expansión de la categoría y de sus usos, siendo esgrimida actualmente de muy diversas formas incluso más allá de América Latina. El uso más extendido y significativo de la propuesta de la colonialidad está ligado a lo que se ha conocido como el “proyecto modernidad/colonialidad/decolonialidad” que reúne a un conjunto heterogéneo de intelectuales-activistas latinoamericanos en torno al debate sobre estas problemáticas (Escobar, 2005). Desde allí, se han propuesto distintos usos y flexiones del término colonialidad con el fin de profundizar y enfocar diferentes ámbitos o problemáticas; entre las flexiones más extendidas de la noción se encuentran: colonialidad del saber, colonialidad del ser y colonialidad de la naturaleza.

Fuentes: Escobar, Arturo (2005) Más allá del tercer mundo. Universidad de Cauca, Bogotá.- Mignolo, Walter (2003) Historias locales / diseños globales. Akal, Madrid.- Quijano, Aníbal (1980) Dominación y cultura. Lo cholo y el conflicto cultural en el Perú. Mosca Azul, Lima.- Quijano, Aníbal (1988) Modernidad, identidad y utopía en América Latina. Sociedad y Política, Lima.- Quijano, Aníbal (1990) “La nueva heterogeneidad estructural de América Latina”, Hueso Húmero, 26, Lima.- Quijano, Aníbal (1992) “Colonialidad y modernidad/racionalidad”, Perú Indígena, 13 (29), Lima.- Quijano, Aníbal (1993) “Raza, etnia y nación en Mariátegui: cuestiones abiertas”, en R. Forgues (Ed) José Carlos Mariátegui y Europa. Amauta, Lima.- Quijano, Aníbal (1997) “Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina”, Anuario Mariateguiano, 9 (9), Lima.- Quijano, Aníbal (2000a) “Colonialidad del poder y clasificación social”, Journal of World-System Research, 11 (2), Riverside.- Quijano, Aníbal (2000b) “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”, en E. Lander (Comp) La colonialidad del saber. CLACSO, Buenos Aires.- Quijano, Aníbal (2001) “Colonialidad del poder, globalización y democracia”, en AAVV Tendencias básicas de nuestra época. Instituto Pedro Gual, Caracas.- Quijano, Aníbal e Immanuel Wallerstein (1992) “La americanidad como concepto, o América en el moderno sistema mundial”, Revista Internacional de Ciencias Sociales, 134, Paris.
(http://www.cecies.org/articulo.asp?id=404)

Venezuela: Población va a las urnas domingo próximo para elegir al futuro presidente del país

Natasha Pitts
Periodista de Adital
Adital

El próximo domingo, día 7, se celebrarán en Venezuela elecciones presidenciales. La expectativa es que casi 19 millones de electores/as vayan a las urnas para decidir entre seis candidatos, entre los cuales se encuentra el actual presidente, Hugo Chávez, que está en el poder desde hace casi 14 años por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). La disputa, según informaciones de los medios de comunicación locales, está muy pareja entre el mandatario y el abogado Henrique Capriles, dirigente y fundador del Partido Primero Justicia.

Además de estos dos, también están en la contienda, María Josefina Bolívar, abogada, del Partido Democrático Unido por la Paz y la Libertad (Pdupl); Reina María Sequera, secretaria general del Partido Poder Popular; Orlando Chirino, del Partido Socialismo y Libertad y Luis Reyes Castillo, candidato por la Organización Renovadora Auténtica.

De acuerdo con cifras oficiales, se esperan 18.903.143 electores y electoras, que van a distribuirse en 39.018 mesas de votación, las que están siendo instaladas en todo el territorio nacional desde la mañana de este viernes. Los ciudadanos/as venezolanos/as que viven fuera del país también podrán votar, pues se instalarán 304 mesas electorales en embajadas y sedes consulares de Venezuela esparcidas por el mundo, a fin de garantizar el derecho al voto a 100.495 personas.

Ayer, después de 96 días, llegaron a su fin las actividades políticas vinculadas con las campañas presidenciales. A partir de la media noche de ayer está prohibida toda publicidad que haga alusión a las elecciones. Hugo Chávez cerró su campaña con una reunión multitudinaria en Caracas. Una "avalancha Roja” cubrió siete avenidas de la capital, Caracas.
La estimación es que por lo menos 500 mil personas coparon las avenidas Bolívar, Universidad, México, Lecuna, Fuerzas Armadas y Urdanet, en el centro de la capital, y participaron en el último acto de campaña electoral de Chávez, bautizado de Sabaneta a Miraflores.

Por su parte, el opositor Henrique Capriles, candidato que está mejor colocado en las encuestas, junto con Chávez, terminó sus actividades de campaña con concentraciones en tres estados. En el discurso, el abogado trató de pedir el fin de la división del país.
Hugo Chávez Frías

El actual presidente intenta su tercera reelección. Chávez está en el poder desde hace 14 años, tiempo que estuvo marcado por situaciones como un intento de golpe de Estado (2002) y su alejamiento para operarse y tratarse un cáncer. El mandatario pretende continuar en el poder para seguir con la implementación del proyecto socialista bautizado como Revolución Bolivariana, por estar basado en el ideario del libertador Simón Bolívar.

A pesar de los comentarios y cuestionamientos sobre su capacidad para lograr terminar un nuevo mandato, a causa de su salud, Chávez ha demostrado disposición para seguir actuando políticamente, inclusive en forma activa, como lo hizo durante su campaña presidencial. Los medios de comunicación nacional afirman que el mandatario cuenta con una popularidad que supera el 50%.

Para saber más sobre las elecciones en Venezuela: http://bit.ly/Nl4ApD
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com

Perú: Organizaciones internacionales envían carta a Humala por indulto a Fujimori



Organizaciones internacionales envían carta a Humala por indulto a Fujimori
Su Excelencia Ollanta Humala
Presidente de la República del Perú
Lima, Perú

Su Excelencia Presidente Humala:
El día 28 de septiembre del presente, la familia del ex Presidente Alberto Fujimori, actualmente preso por varios crímenes, entre ellos crímenes de lesa humanidad, anunció que solicitará a su Gobierno que aplique el indulto humanitario al ex mandatario.
Al respecto, le exhortamos a Usted, como Presidente de la República, considerar que: (1) Alberto Fujimori fue condenando en varios procesos judiciales que respetaron las garantías del debido proceso y probaron su responsabilidad por una serie de hechos criminales, entre ellos, la matanza de 15 personas en Barrios Altos, incluyendo un niño de ocho años; la desaparición forzada de diez personas de la Universidad La Cantuta; y el secuestro de Gustavo Gorriti y Samuel Dyer; así como varios casos de abuso de autoridad y corrupción.
(2) El indulto presidencial es potestad del Presidente de la República. Sin embargo, existen límites en su aplicación, tanto por la legislación nacional peruana como por el derecho internacional.
(a) Según la legislación peruana (Ley 26478 de 1995): "Quedan excluidos del beneficio del indulto los autores del delito de secuestro agravado". En el caso del ex mandatario Alberto Fujimori, el mismo fue condenado por el secuestro agravado de Gustavo Gorriti y Samuel Dyer, sentencia que fue afirmada en segunda instancia, lo cual excluye al ex Presidente del beneficio del indulto.
(b) El derecho internacional prohíbe la aplicación de amnistías, indultos, u otras excluyentes de responsabilidad a personas que han sido encontradas culpables de crímenes de lesa humanidad. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos encontró que los crímenes perpetrados en el caso La Cantuta constituyen crímenes de lesa humanidad. La responsabilidad del ex mandatario por crímenes de lesa humanidad en los casos Barrios Altos y Cantuta fue posteriormente confirmada por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema del Perú en su sentencia del 7 de abril de 2009. Según dicha Sala, de acuerdo al derecho internacional, los crímenes por los cuales encontraron culpable al ex Presidente Fujimori constituyen crímenes de lesa humanidad. La sentencia de la Sala fue confirmada por la Corte Suprema el 30 de diciembre de 2009.
(3) El ex Presidente Fujimori es mayor de edad y padece ciertos problemas de salud. Sin embargo, para que sea beneficiado con un indulto humanitario, según la Resolución Ministerial 0162-2010-JUS, del 13 de julio de 2010, Fujimori tendría que cumplir uno de dos requisitos: tener una enfermedad terminal o una enfermedad grave en estado avanzado, degenerativa e incurable; o padecer condiciones carcelarias que ponen en grave riesgo su vida y estado de salud.
(a) En declaraciones a la prensa la semana pasada, la hija del ex mandatario, Keiko Fujimori, confirmó que su padre no padece una enfermedad terminal. En todo caso, para poderse otorgar el indulto humanitario se tendría que confirmar, con una evaluación médica rigurosa e independiente, el estado de salud del ex mandatario para poder luego tomar cualquier decisión.
(b) No se puede afirmar que las condiciones carcelarias del ex mandatario impidan que reciba el cuidado que pudiera requerir. Fujimori es el único reo en las instalaciones de DIROES, vive en una instalación construida especialmente para él, y goza de pleno acceso a tratamiento médico cuando ha sido necesario, como se ha constatado a través de los años.
En virtud de lo arriba expuesto, los abajo firmantes proclamamos que:
(4) Si bien el Presidente de la República tiene la potestad de otorgar el indulto humanitario, está a su vez obligado a ceñirse al Estado de derecho, y su decisión debe respetar las obligaciones internacionales del Perú.
(a) Es especialmente importante tomar en cuenta el derecho de los familiares a la verdad y la justicia, derechos que les fueron negados por casi 20 años.
(b) Sería un agravio para los sobrevivientes y familiares de las víctimas que el Presidente de la República otorgara el indulto humanitario sin que ello se amerite por las condiciones de salud del ex mandatario.
(5) Debido a la gravedad de los crímenes por los cuales el ex Presidente Fujimori fue condenado, le exhortamos no ceder ante las presiones de concederle el indulto humanitario a menos que estén plenamente demostrados los criterios para concederlo.
El juicio y condena al ex Presidente Fujimori fueron un hito en la lucha contra la impunidad en el Perú y en América Latina en general. Es por ello que su Gobierno debe afirmar el Estado de derecho en el Perú y no ceder ante presiones que desconocen la legalidad nacional e internacional en esta materia.
 Atentamente,
 Joy Olson - Directora Ejecutiva WOLA
Jo-Marie Burt - Asesora Principal WOLA
Coletta Youngers  Asesora Principal WOLA
Viviana Krsticevic - Directora Ejecutiva -CEJIL

Perú: Y frente al racismo… ¿qué hacemos?

Wilfredo Ardito Vega
Catedrático universitario. Activista de derechos humanos. Master en Derecho Internacional de los DH y Doctor en Derecho.
Adital

Me ha pasado muchas veces: los asistentes a una charla sobre racismo llegan con desinterés, especialmente si acuden solamente porque la actividad ha sido dispuesta por sus jefes o profesores o porque se ha ofrecido un certificado de asistencia.

Luego, durante la charla, la expresión de todos comienza a cambiar, pues súbitamente se dan cuenta que ellos han sufrido racismo o lo han practicado. Quizás recuerdan los abusos recurrentes que se producían en el colegio, alguna dolorosa escena familiar o las burlas que se practican contra los compañeros de trabajo de piel más oscura. Acaso se ponen a pensar en el trato que reciben las empleadas del hogar que conocen. Es un momento muy duro, porque quienes creían que iban a una capacitación más, se sienten tocados en sus fibras más íntimas: se está hablando de algo tan frustrante y permanente que es preferible no pensar en ello.
Y luego, es posible que alguien, como abrumado por todo lo que está pensando, pregunte:

-¿Qué se puede hacer contra todo esto?
La pregunta debe ser respondida con detenimiento, porque sería un error imitar las respuestas de otros países, pues en el Perú el racismo tiene características particulares, como la dificultad para ubicar a discriminados y discriminadores o la interiorización del racismo por sus propias víctimas. Sería también un error pretender enfrentar el racismo con políticas similares a las usadas contra el machismo o la discriminación por discapacidad.

En el aspecto normativo, se tienen ya leyes y ordenanzas que sancionan el racismo y, además, el Proyecto de Ley 756, de ser aprobado, implicaría la realización de políticas públicas al respecto.
Sin embargo, es necesaria también una decisión institucional e individual: el Estado y cada uno de los peruanos debemos reconocer que el racismo existe y que está en todos nosotros.

Aceptado el problema, es fundamental enfrentar los estereotipos racistas, sobre los cuales se basan los prejuicios, que a su vez generan las acciones discriminatorias. Se debe actuar, nuevamente, desde una esfera personal e institucional, para corregir la asociación de belleza, éxito y felicidad familiar con rasgos europeos. Esto debe hacerse en las instituciones públicas, los colegios, las empresas privadas y los medios de comunicación.
Resulta fundamental que todas esas instancias exista también un plan interno para prevenir y enfrentar los casos de racismo y discriminación. Sabemos que en muchos colegios ahora se pretende implementar estrategias antibullying, pero éstas parten de una premisa equivocada: reducir el maltrato a las circunstancias personales del agresor, sin reconocer el componente racista que tienen muchos insultos y maltratos. El agresor se siente reforzado por un entorno familiar y escolar donde se considera que existen seres inferiores, maltratables.
Se necesita además un observatorio sobre el racismo que pueda señalar los casos más graves de racismo, como la exclusión de personas andinas o negras de la publicidad, de la Escuela de Oficiales de la Marina y proponer soluciones. Esta instancia sólo tendrá credibilidad si posee la suficiente independencia para intervenir ante cualquier institución, sea la Municipalidad de Lima, la Defensoría del Pueblo o las ONGs, sin asumir a priori que existen lugares exentos de racismo.

A mi modo de ver, además, es importante tener cuidado con los "cargamontones antirracistas”, llenos de insultos y amenazas, que se producen cuando un episodio racista llega a los medios de comunicación. Estos casos deben ser considerados una muestra de una realidad más amplia. De lo contrario, focalizarse desproporcionadamente en estos episodios encubre problemas mucho más extendidos: la semana pasada, por ejemplo ocurrieron cientos de casos de racismo en los colegios de Chiclayo o Arequipa; en Puno o Huancavelica miles de enfermeras tuvieron actitudes racistas hacia los campesinos; en el Poder Judicial decenas de vigilantes pidieron documentos a las personas cuyos rasgos físicos los hacían pasar como "sospechosos”, mientras dejaban pasar a personas blancas y en Lima o Trujillo, miles de trabajadoras del hogar se fueron a dormir en habitaciones reducidas, que más parecen depósitos. Todos estos casos no se solucionarán espontáneamente, sino mediante políticas públicas.
Algunas personas insisten en las charlas que es necesario centrarse en formar en los niños más consciencia contra el racismo. En todo caso, los niños requieren que padres y profesores, cambien su comportamiento. Un adulto puede perfectamente aprender que determinadas frases y actitudes hacen daño.

¿Será muy costoso promover la lucha contra el racismo? Hay quienes pretenden enfrentar otros problemas sociales organizando eventos inútiles en costosos hoteles, gastando con desenfreno el dinero de la cooperación internacional. Lamentablemente, así es posible que una causa valiosa termine desprestigiada. No creo que ni siquiera haya que comprar una empanada para luchar contra el racismo. De hecho, ni las Ordenanzas, ni las sanciones a locales racistas costaron un sol. Lo prioritario es asumir que el problema existe y que necesario enfrentarlo en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.