domingo, 24 de febrero de 2013

Izquierda llega con leve ventaja sobre Berlusconi en elecciones de hoy

Italia vota hoy y mañana para renovar su Parlamento. Una rápida campaña electoral, provocada por las dimisiones del Ejecutivo de tecnócratas y embestida por varias investigaciones judiciales, deja el país agotado e incierto sobre el éxito del voto: la centroizquierda ganaría con cerca del 34%, seguida, con tranquilo destaque, por la derecha de Silvio Berlusconi (29%). Muy detrás, la lista cívica del economista Mario Monti, actual primer ministro.

Sobre todos ellos ondea el fantasma de la victoria partida, del desgobierno: la ley electoral garantiza a la coalición más votada una amplia mayoría en el Congreso, pero no en el Senado. Una variable puede hacer más o menos concreta esta pesadilla, que volvería muy inestable la zona euro: el consenso del Movimiento 5 Estrellas, del ex comediante Beppe Grillo. La fuerza antisistema puede alcanzar el 20% de los votos. No tiene posibilidades de resultar el primer partido, pero sí de impedir que salga un vencedor rotundo, ya que drena votos a derecha, izquierda y centro.

Por eso, las campañas de los principales dirigentes italianos se cerraron con una apelación contra las tentaciones del populismo.

Así lo hizo Pierluigi Bersani, 62 años, líder de la coalición de centroizquierda y secretario de su mayor partido, el Partido Democrático. “Grillo nos lleva donde Grecia. Me da miedo cuando dice que hay que salir del euro y pasar de la deuda soberana. Su victoria sería un desastre. Los mercados nos aniquilarían. Y sobre los escombros no se gobierna, sobre los escombros sólo puede estar bien un millonario”, dijo, y frunció el ceño preocupado.

Bersani es un político de larga trayectoria y sabe muy bien qué parte del caudal de votos con los que cuenta el ex cómico llega de la izquierda. De los que su partido decepcionó y no supo retener: un pueblo desquiciado por la blanda oposición a Berlusconi y por el siguiente apoyo a la austeridad del gobierno técnico, tras las dimisiones del Cavaliere en noviembre de 2011.

MOVIMIENTO 5 ESTRELLAS

Si el Movimiento 5 Estrellas guiña el ojo al electorado de la izquierda, Grillo sabe también que puede conquistar a muchos de los que votaron derecha en los últimos comicios. La franja menos culta, menos informada y partícipe. Los que, sin embargo, están hartos de los líos jurídicos de Berlusconi y de los escándalos de cohecho y sobornos que han embestido algunas regiones gobernadas por su partido.

Por eso, Berlusconi jugó contra el cómico sus últimos dardos, antes del silencio del sábado: “Quitad votos a los moderados. A mí nadie me da miedo, pero Grillo es un peligro para el país”. El empresario convertido en político, tres veces jefe de gobierno y dos veces perdedor en las urnas, no acudió al último mitin de su campaña electoral. El médico le prohibió viajar hasta Nápoles por una conjuntivitis aguda. Berlusconi envió entonces a sus seguidores un videomensaje, donde, además de criticar a Grillo, volvió a jugar su carta favorita: la de las promesas irrealizables.

Hace 15 días anunció con bombos y platillos que en caso de ganar va a restituir a los italianos lo que versaron en 2012 de impuesto sobre la primera vivienda, una tasa que introdujo Monti. Se trata de cuatro mil millones. “Si no hay dinero en las arcas públicas, voy a ponerlos yo de mi propio bolsillo”, dijo. A pesar de sus sonrisas y de la buena salud de su cuenta corriente personal, es improbable una victoria de Berlusconi, con 76 años, ha agotado su crédito en Europa y en los mercados, lidera con esfuerzo un partido desunido y está acosado por los fiscales.

Tampoco tiene posibilidades de victoria el actual Primer ministro, Monti.

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