jueves, 17 de enero de 2013

Bolivia: Tras el modelito criollo

Menudencias Juan León Cornejo
 Eso del “centralismo democrático” es un modelo de acción de gobiernos revolucionarios de antigua data. Del modelito teorizaron Marx y Lenin, tras la revolución de octubre, hace casi un siglo. Lo aplicaron, al menos en teoría, otros gobiernos totalitarios. Los nazis de Hitler en Alemania y los fascistas de Mussolini en Italia. Es interesante, como discurso de plaza. También los chinos lo intentaron.

En el caso doméstico, puede ser interesante tal vez recurrir al “centralismo democrático” para justificar ante las bases la purga interna. Sobre todo cuando está prohibido pensar, opinar y, sobre todo, disentir.

Pero pretender que se crea cierto que ése es el modelito en práctica real es bastante ingenuo, para usar un eufemismo en lugar de: estúpido.

Veamos un poco, en palabras de Mao, que sí teorizaba e intentaba verdaderamente aplicar el modelito de marras. “Para resolver las contradicciones en el seno del pueblo no podemos recurrir a insultos ni a puños y menos aún a fusiles o cuchillos.

Sólo podemos usar el método de discusión, de razonamiento, de crítica y autocrítica”, dijo en una conferencia magistral sobre el Centralismo Democrático, en enero de hace 50 años, ante el Comité Central del Partido Comunista Chino. Y recordó que dentro y fuera del Gobierno “debe existir una vida plenamente democrática” porque sin ese requisito “no puede haber ningún centralismo correcto”.

Mao explicó entonces que “si la gente aún no entiende los problemas, si no ha expresado sus puntos de vista, ni ha dado rienda suelta a su ira represada, ¿cómo puede establecerse la unificación centralizada? Sin democracia no hay posibilidad de sintetizar correctamente la experiencia.

Si no hay democracia, si las ideas no provienen de las masas, es imposible establecer una línea correcta, buenos métodos y una buena política general y específica. Los asuntos no pueden decidirse arbitrariamente por voluntad exclusiva del primer secretario”.

A la luz de esa explicación, por ejemplo, ¿puede alguien decir que se le consultó a alguien en diciembre de 2010 para lanzar el gasolinazo? La medida fue totalmente inconsulta, pero sus consecuencias le cuestan todavía mucho al país.

Más cerca en el tiempo, ¿se puede sostener con un mínimo de honestidad que hubo debate sobre la utilidad de un camino por el TIPNIS? ¿Se escucharon los puntos de vista de la gente sobre la adjudicación a la OAS de su construcción?

El “centralismo democrático” no se aplica, evidentemente, cuando se habla de “gobernar obedeciendo al pueblo”.

Es más, a la luz de los acontecimientos recientes, ni siquiera se aplica dentro del partido gobernante. Lo ocurrido a Rebeca Delgado por sus objeciones al proyecto de Extinción de Bienes es botón de muestra de lo que le ocurre a la gente que piensa y se anima a decir lo que piensa.

Las diferencias, según el Vicepresidente, “las arreglamos nosotros, como militantes. Si somos librepensantes nos vamos a la televisión. Si somos revolucionarios nos vamos al debate democrático interno”. Según su explicación, la gente que piensa y opina con libertad debate fuera del Gobierno. Dentro quedan sólo los que aceptan, sin chistar alto, las órdenes. En los cuarteles se dice que las órdenes se cumplen, no se discuten. Mao recriminaba a los dirigentes de su partido que le “temen a las masas, temen que las masas hablen de ellos, temen la crítica de las masas”.

Y las masas, complemento, temen que les pase lo que le pasó a Rebeca Delgado, pese a ser presidenta de la Cámara de Diputados. Por eso, tal vez, la ex constituyente lamentó que no se incluyera en la Constitución el “ama llunku”, junto al “ama quilla, ama llulla y ama suwa”, que tampoco se cumplen.

Más allá de la anécdota, se podrá decir allá ellos con su conciencia. Pero como el poder, igual que los males, no dura cien años, vale la pena recordar que las decisiones verticales, sin sustento legal, profesional ni ético, además de perjudiciales para el país, pueden generar también riesgo a quienes las asumen. Por ejemplo, ¿cómo justificar no sólo moral, ética y políticamente una ley que, entre otras cosas, condena a muerte a los pueblos indígenas del parque Isiboro Sécure?

“La intangibilidad, reconoció el Vicepresidente, era la muerte de los hermanos yuracarés, mojeño-trinitarios y chimanes”. Tal vez en ese contexto de proyectos que “levantamanos” inconscientes aprueban sin chistar en las cámaras porque les dicen que son “decisión política del Presidente”, la diputada Delgado dijo que sólo pretendía “cubrirle las espaldas” al jefe de su partido, cuando objetó la ley de Extinción de Bienes y demandó que la investigación de la red de extorsión llegue hasta donde deba llegar.

Pero eso que lo explique ella, si tiene dignidad suficiente para defender lo que piensa.
En el caso doméstico, puede ser interesante tal vez recurrir al “centralismo democrático” para justificar ante las bases la purga interna.

Bolivia: Prohibido pensar

Rodolfo Mier Luzio

Cualquier ser humano puede ser encarcelado; pero, de ninguna manera su libertad de pensar, y eso lo comprobó quien ahora plantea no pensar. Estuvo entre rejas, pero su pensamiento perdura.

Sin embargo, dijo enfáticamente a los militantes de su partido: “Si no se someten al ‘centralismo democrático’ para fijar una posición única ante los medios de comunicación y por el contrario son ‘librepensadores’, pueden dejar el proceso de cambio”. Por supuesto que no estoy de acuerdo con esas declaraciones, pero las respeto porque es su forma absolutamente subjetiva de ver las cosas y de percibir la política.

Ya no estamos en el siglo XIX, para pensar que el “centralismo” y “la democracia” puedan convivir. O se es demócrata o se actúa dentro de un centralismo secante que puede derivar en una dictadura política.

Históricamente se puede ligar el centralismo democrático a las formas organizativas de la Comuna de París expuestas por Karl Marx en La guerra civil en Francia (1871), aunque se atribuye su formulación moderna a Lenin, en su obra ¿Qué hacer? (1902). Correspondió posteriormente a la forma de organización de la inmensa mayoría de los partidos comunistas después de 1917. Es una propuesta que nunca se ha concretado, con muy pocas excepciones, mayormente en los partidos comunistas y con matices.

Entender un Estado, que se dice democrático, sin el respeto al ejercicio de la libertad de expresión, escrita o verbal, relacionada además con los diversos derechos de libertad como son el de tránsito, de conciencia, de asociación, religiosa y desde luego, de pensamiento, es imposible.

Si el prohibir pensar se aplicara, sólo a los militantes del partido oficialista, no tendría mayor trascendencia; pero, aun así, resulta chocante. Porque, hasta esos militantes son ciudadanos bolivianos que tienen el derecho a disentir, a tener sus propias ideas, su propia manera de ver las cosas. Pero, que se intente extender a toda la población boliviana, eso es un desatino.

El derecho a pensar es tan igual como el derecho a respirar. “La frase libres pensadores se compone de dos palabras imperiosas, de dos palabras trascendentales.

Libre es alguien que tiene facultad para obrar dichosamente, que no es un esclavo; es alguien que es independiente, que no está sujeto a opinión o mandato de otro; que tiene esfuerzo y ánimo para hablar lo que es dichoso para todos y para sí. Pensador es aquél que piensa o medita eficaz e intensamente; es el que se dedica, discurre y examina con cuidado una cosa para dictaminar sobre ella. En palabras más sencillas, librepensador es un ser humano completo”.

Librepensador es aquél que tiene la capacidad para discurrir sin gritar; es el que tiene fundamentos para probar lo que dice, el que basa sus planteamientos en verdades; puesto que se basa en verdades, es un ser verdadero.

Por lo tanto, el que impone una creencia no solamente viola la libertad de los subordinados, también viola su propia libertad.

Por otro lado, hablar en este momento de una ideología política inexistente, no es bueno. Porque, una ideología política no se basa sólo en un eslogan como “Movimiento de Cambio”, “Socialismo del siglo XXI” o “Movimiento al Socialismo”.

Una ideología política es mucho más que eso. Marx y Lenin han vuelto en las palabras de quienes ahora gobiernan; sólo que lo han hecho en una época histórica distinta. En un ámbito diferente; es decir, se perdió en el tiempo y en el espacio.

En este siglo, los eunucos mentales han dejado de existir.
Entender un Estado, que se dice democrático, sin el respeto al ejercicio de la libertad de expresión, escrita o verbal, es imposible.

Rodolfo Mier Luzio es periodista.

Boliovia: Obligadopensantes

Alejandro Almaraz 

La descalificación y defenestración de Rebeca Delgado, a la que las máximas autoridades del Estado se han dedicado personalmente durante las últimas semanas, ha resultado tener, como argumento de fondo, la reprobación a los “librepensantes” en el partido de Gobierno.

Así, el vicepresidente García, secundando al presidente Morales con la prontitud y esmero de siempre, ha sostenido que en el centralismo democrático que existe en el MAS, en cuya virtud las decisiones partidarias surgen de los consensos internos, los librepensantes no tienen cabida. Si no se quiere librepensantes que piensen con libertad, por consecuencia lógica, lo que se quiere son “obligadopensantes” que lo hagan en sujeción a los dictados del “centralismo democrático” o, tal vez mejor, no-pensantes que se limiten a actuar en función de los mismos encargos.

El caso de Delgado advierte de la drasticidad con que el MAS depura a librepensantes y se previene de ellos, pues, sin que su actitud pueda considerarse como rebelión política, ruptura ideológica o cosa parecida, ha merecido la severa condena de los máximos mandos partidarios.

En verdad, todo lo que ha hecho Delgado, seguramente cansada de tener que dar la cara por la legalización de tanta aberración jurídica enviada desde el Ejecutivo para su pronta y expedita aprobación, es observar la inocultable inconstitucionalidad de la última de éstas, la Ley de Extinción de dominio de bienes en favor del Estado, y proponer, como corresponde al más humilde sentido de fiscalización legislativa, que la investigación del siniestro caso de la red de extorsionadores no se agote en los mandos medios.

En el fondo, sólo se ha negado a continuar siendo moral y profesionalmente degradada por el servil acatamiento a la arbitrariedad autoritaria que viene pisoteando la Constitución y la democracia; se ha negado, también, a ser la diligente abogada-legisladora que arregla los alevosos disparates a los que Evo Morales “le mete nomás”.

Pero este gesto de elemental integridad ética y consecuencia política es demasiado libertinaje intelectual para el pensamiento obligatorio que desciende de lo alto del “centralismo democrático”.

Si bien este pensamiento carece de una exposición integral y orgánica, tiene expresiones muy ilustrativas de su sentido en los actos del Presidente y en las justificadoras y más elocuentes palabras del Vicepresidente.

Este pensamiento es el que considera que los indígenas del TIPNIS “siguen viviendo como animalitos” y, por supuesto, deben alcanzar la condición humana recibiendo el desarrollo que les llevará la carretera; es el que da por nacionalizados los hidrocarburos porque simplemente así lo dice un decreto sin importar que, a siete años de la nacionalización, más del 80% de la producción esté controlada por dos transnacionales; es el que ha proclamado que “el Estado no puede perder ante nadie”, como máximo fundamento de la “revolución de la justicia”.

La verdad es que en esta oportunidad, como en tantas otras, el Gobierno acude al discurso de las revoluciones socialistas en su culposo y compulsivo afán de legitimación simbólica. Pero las distancias son demasiado grandes.

En el propósito de su defensa y continuidad, las revoluciones socialistas crearon o aplicaron, dentro del sistema de partido único, el centralismo democrático que, por cierto, no se reduce a que una vez tomados los acuerdos no puedan expresarse posiciones personales contrarias, como señala el simplismo vicepresidencial, sino que establece un sistema organizativo por el que las direcciones controlan la definición y renovación de los mandatos orgánicos. Esta forma de organización restringió sensiblemente la libertad política de la sociedad y, a despecho de sus propósitos, devino en el congelamiento, burocratización y decadencia de las revoluciones que la adoptaron. Pero no hay razón para temer que esa historia se repita en Bolivia, pues en la “Revolución democrática y cultural” está muy lejos de haber socialismo o centralismo democrático, y si de mandos se trata, lo que hay es la simple captura de todos los poderes y decisiones importantes del Estado y, obviamente, el simbólico instrumento político, por parte de Evo Morales.

En este estado de cosas, está clarísimo que la Presidencia de la Cámara de Diputados no puede estar en manos de una librepensante, y seguramente resentida, que comete traición al estorbar la voluntad imperial con majaderías constitucionalistas; ese alto cargo es para un (o mejor una) obligadopensante, como tiene que ser todo buen “soldado de la revolución”.
 
Si no se quiere librepensantes que piensen con libertad, por consecuencia lógica, lo que se quiere son “obligadopensantes”.

Bolivia: Los “librepensantes” en el Gobierno

Editorial de www.paginasiete.bo

 El vicepresidente Álvaro García Linera dio una muy precisa explicación de lo que es la democracia en el interior del MAS. Sobre el partido dijo: “No es un club de amigos, no es un grupo folklórico. Quienes nos incorporamos al instrumento político lo hacemos asumiendo no solamente su planteamiento estratégico, sino que lo hacemos asumiendo sus mecanismos de democracia interna”.

Y luego añadió que si alguien no está de acuerdo “en mantener esa forma de trabajo puede retirarse, no hay ningún problema, tiene el derecho a no aceptarlo, pero una vez que acepta las reglas, no es ni un grupo de amigos ni somos librepensantes, somos revolucionarios”.

Esta visión de la política, que es la misma que la de la de los partidos durante todo el siglo XIX y XX, es equivocada. La democracia en un país se asienta sobre bases muy endebles si los partidos políticos, que están en los cimientos del sistema, no son democráticos.

Una de las lacras de la política boliviana es el caudillismo, un rasgo que ha estado presente en los 180 años de vida republicana. Más que las instituciones valen las personas. Hoy ello es claramente evidente en el proceso político que vive el país. Si Evo Morales abandonara la política, el MAS se dividiría en diez facciones diferentes y su capacidad de reproducirse en el poder sería mínima. Le sucedió, sólo considerando los últimos 30 años, a ADN, MIR, MNR, Condepa y UCS. Hoy el Vicepresidente advierte a los “librepensantes”. Hace dos décadas, Max Fernández dijo que en UCS hasta los ceniceros le pertenecían. Es la misma lógica.

La visión antidemocrática del Vicepresidente se basa en que el partido no puede mostrar disensos, opiniones distintas, visiones diferentes a las del jefe. La posición de García Linera se dio en el marco de comentar el pedido de audiencia con el Jefe de Estado, en una carta llena de concesiones, solicitada por la presidenta saliente de la Cámara Baja, Rebeca Delgado. O sea que para quien ose salir de la línea oficial lo que se debe esperar es el castigo. Ya le sucedió al senador del MAS Eduardo Maldonado.


Hace dos años, cuando se registraban fuertes protestas en Potosí, éste dijo que el Gobierno y la dirigencia departamental debían dialogar y realizó una breve huelga de hambre. Nada más. Y eso fue suficiente para que la ira del Gobierno lo deje como un senador relegado. Delgado fue mucho más allá, desafió las opiniones de la jerarquía masista. En el futuro veremos cuál será la sanción que reciba.

Es interesante ver el cambio de ciertas opiniones entre un intelectual fuera del poder, como lo fue García Linera, a un Vicepresidente, como lo es ahora. García Linera insistía en la necesidad de democratizar a las fuerzas políticas del país.

Bolivia: El Presidente sobre la Cámara Baja

Editorial de www.paginasiete.bo 
 
Es decidora la declaración del presidente Evo Morales sobre la forma en la que ha coordinado su trabajo el Órgano Ejecutivo con el Legislativo. “En la primera gestión, de 2006 a 2009, no ha habido problemas en el Legislativo; de 2010 a 2011 tampoco en la segunda gestión, pero 2012 (') es cierto, con la señora Delgado ha habido muchos problemas”, declaró Morales en un acto en Cochabamba sobre el desempeño de la presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, que ha tomado recientemente posiciones autónomas e incluso críticas con respecto al oficialismo. El Primer Mandatario añadió que con Héctor Arce como presidente de la Cámara Baja, “no había problemas”.

Decimos que es decidora la opinión del Presidente porque, por lo visto, éste no concibe que en democracia es natural que existan tensiones -y acercamientos- entre el Ejecutivo y el Legislativo, y también dentro de él. Sobre todo para un aspecto tan importante como legislar, es ilógico pensar que no existirá debate y contraposición de opiniones, incluso dentro de una misma organización política.

Lo que ha vivido el país durante la democracia, y especialmente en los últimos años, es -salvo pequeñas excepciones- la presencia de un Poder Legislativo sumiso ante los deseos del Ejecutivo. Ni en éste ni en anteriores gestiones los gobiernos de turno dejaron de pensar que el Parlamento es nomás un apéndice que debe aprobar todo lo que se le pide.

Para poner un ejemplo, el año pasado el Legislativo aprobó sin chistar una ley propuesta por el Ejecutivo que declaró al TIPNIS como “intangible” (lo que impedía la construcción del camino a través de ese parque) para posteriormente, nuevamente a pedido del Gobierno, aprobar otra en sentido opuesto: la que aceptaba que se realizara una consulta en el TIPNIS (y que permitía construir la vía). Ello ocurrió en un plazo muy breve. Las dirigencias oficialistas de ambas cámaras no hicieron más que desempeñarse como “correas de transmisión” de los deseos del Presidente y su gabinete. Hubo cero críticas, cero contrapropuestas, cero proactividad, sólo sumisión ante el Palacio de Gobierno. No es nuevo (ha ocurrido siempre, como decimos), pero no por ello es algo que debe ser considerado “normal” y, menos, adecuado.

La molestia de Morales con la conducción de la Cámara de Diputados se debe, aparentemente, a la oposición que realizó su presidenta a la aprobación de la ley de extinción, resistida por importantes sectores de la población. El poderoso ministro de Gobierno, que propuso dicha ley, también criticó a Delgado. Hoy su permanencia en el cargo de presidenta de la Cámara Baja está en entredicho.

 

Bolivia: Evo pretende extorsionar al pueblo con un nuevo gasolinazo


ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA DEL PUEBLO

Evo Morales intenta tapar el asalto y el robo que practica su gobierno acusando a su patrón Estados Unidos y ahora:
Pretende extorsionar al pueblo con un nuevo gasolinazo
El Gobierno vuelve a amenazarnos con un nuevo gasolinazo y aumento del pasaje, “anuncio” que fue realizado esta vez por su lacayo Franklin Durán, dirigente transportistas vinculado al MAS. Conocemos ya las consecuencias  y el efecto multiplicador que significa este crimen económico para el pueblo Boliviano, porque aumenta el precio  de los alimentos y todos los productos de la canasta familiar. 
Esta extorsión a millones de bolivianos y bolivianas que, es mas lacerante cuando no hay trabajo, los salarios son bajos, después de 7 años de gobierno masista y no se ha reactivado el aparato productivo.
García Linera dijo que  aumentar el precio de los combustibles, era para incentivar la inversión extranjera. Así está confesando que quieren aumentar las jugosas ganancias de las transnacionales y que los hidrocarburos siguen en manos de Petrobrás, Repsol y otras.
El escándalo de la red de Extorsión, organizado por abogados que eran las máximas autoridades jurídicas del país, nombrados por el gobierno y mantenidos en sus puestos por Evo Morales durante 5 años, quieren taparlo acusando al imperialismo. Pero es una cortina de humo, pues es el propio gobierno el que mantiene en el país el poder de las transnacionales, a las que declaró “socias”, que es la forma en que Estados Unidos y todo el imperialismo saquean al país, en primer lugar minerales e hidrocarburos. También es el gobierno el que mantiene relaciones militares con Estados Unidos y participa en la ocupación a Haití, un país hermano, ordenada por  Estados Unidos. Es el gobierno el que quiere hacer una carretera por el Tipnis para entregar también las riquezas de la Amazonía a las transnacionales. Y es el pueblo el que enfrenta a las transnacionales saqueadoras como es el caso de South American Silver en Mallku Khota.
La enorme corrupción que muestra la red de extorsión está extendida a gran parte del Estado y también a muchos dirigentes de organizaciones sindicales y sociales que trabajan para el gobierno. Y es encubierta por todo el poder del Estado, incluyendo el Judicial y Legislativo, subordinados también a los dictados del gobierno. Por eso, que una sola diputada masista como Rebeca Delgado pidiera investigación de los ministros por red de extorsión, mereció que la destituyeran de su cargo de presidente de la Cámara de Diputados. Dirigentes sindicales y sociales están hacen un silencio complice frente al escándalo, porque muchos de ellos son partícipes de la corrupción. 
La corrupción es estructural al Estado boliviano capitalista dependiente. Las transnacionales saquean fácilmente coimeando a los funcionarios. El gobierno masista mantiene ese sistema.
¡No a cualquier gasolinazo! ¡No al aumento desconsiderado del pasaje!
¡No a la carretera de las transnacionales en el Tipnis!
¡Castigo a los corruptos!
¡Expropiación y expulsión de las transnacionales de Bolivia!

 Eliseo Mamani,          Carlos Barrera,         Florian Calcina,     Gualberto Arenas,      Gonzalo Sanjinés,    Edgar


Apaza  Quiñones,                    Tito Lequipe,           Carlos Rojas             
             
                 Por Dirección Alternativa Revolucionaria del Pueblo


DESDE EL TIPNIS
ESto duele cuando se lee, se escucha y se siente. Las lágrimas mojeñas no caerán en vano, la resistencia es evidente en el territorio al margen de dirigencias la gente resiste por mantener su casa, su vida y el futuro de sus hijos.
http://www.youtube.com/watch?v=xNYbGwzDP_I&feature=player_embedded


Gracias a Jorge Riester por compartir esto
Ayer por ejemplo la carretera Transamazónica en el Brasil, hoy el intento de una carretera por el TIPNIS
La historia se repite, documental
 “En homenaje a todas las naciones indígenas de América que luchan por el respeto a sus territorios ancestrales”
 Ver en http://www.youtube.com/watch?v=9WFSMvMW6ds
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