lunes, 6 de mayo de 2013

Perú: Hacia el Desarrollo Sostenible y el Trabajo Decente. Aprender de la realidad y avanzar obedeciendo al pueblo

Julio Cesar Bazán Figueroa
Presidente CUT PERU
Adital


La semana que culmina en el Perú han concurrido una serie de hechos cuyas consecuencias han terminado por configurar, con claridad, un nuevo escenario de correlación política. Por un lado la derecha unida perdedora de la elecciones del 2010, 2011 y 2013 cantando victoria por el retorno de Humala al redil en el caso de Repsol y vociferando de todo en torno al caso de Venezuela. Y por otro lado los sectores populares burlados programáticamente, una vez mas y abandonados a su suerte políticamente, dando claras muestras de la enorme profundidad de la vacilación y la total dispersión de las Izquierdas; así como, de la desarticulación cabal con las organizaciones sociales.

En la semana, se realizaron las celebraciones del 1º de Mayo, cada central de acuerdo a sus propios objetivos; la CUT PERU optó en Lima, por realizar sendos actos de conmemoración en los distritos y con los diversos sectores de su membrecía, impulsando la estrategia CUT; de promover empleo productivo y plena vigencia de los derechos laborales ahora, luchando por el desarrollo sostenible y políticas de Trabajo Decente; por su parte, de las otras acciones que conocemos, la CGTP realizó una marcha en Lima y anunció la convocatoria a un Paro Nacional para el 4 de Julio.

La Derecha y la CONFIEP, el organismo empresarial peruano, a su vez; impulsaron una intensa campaña mediática, configurando el fantasma del retorno de Humala al estatismo y al populismo de la gran Transformación, empaquetando el caso Repsol y Venezolano, para atacar la promesa electoral de avanzar en la Seguridad Energética, fortaleciendo PETRO PERU y envestir a UNASUR como alternativa política de integración. El gobierno por su parte terminó asumiendo los reclamos del empresariado y aupándose una vez más a la derecha, ahora unida como Amigos de Venezuela.

Esta situación nos demuestra una vez más, con claridad como la dispersión política de los sectores populares y la falta de claridad programática unitaria de las izquierdas, en cualquier confrontación política solo pude esperar como desenlace la acumulación política de la derecha. Es evidente que las acciones repetitivas de reinvindicacionismo gremial, utilitarismo político mediocre, sectarismo gremial y político y la arrogancia progresista, les hacen muchísimo daño a los trabajadores y en general a la sociedad entera, porque la acumulación de la derecha retrasa el tan buscado cambio y la tan deseada transformación pendiente. 

Esta es la hora de aprender de la realidad y de abandonar para siempre en los hechos las practicas sectarias, porque tenemos enfrentamientos políticos con la derecha unida en el Gobierno de Lima, en las elecciones complementarias de noviembre del 2013 y en las regionales y nacionales del 14 y el 16. Se trata a nuestro entender de hacerle caso al pueblo y sus organizaciones sociales, que vez tras vez exige a los partidos de Izquierda y las organizaciones populares, Unidad y Solida propuesta programática. Es hora de construir el Referente Político Unitario, con los partidos y organizaciones sociales, de Izquierdas. 

Lima 4 de Abril del 2013.

Venezuela: CNE inició hoy la auditoría del resto de las urnas electorales

Tatiana Félix

Periodista de Adital

Adital

La auditoría del 46% restante de las mesas de votación, referentes a las elecciones presidenciales del último 14 de abril en Venezuela, comenzó este lunes (6) en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Fila de Mariches, estado de Miranda. El proceso se extenderá por 30 días, hasta el 4 de junio, para verificar 350 cajas por día hasta llegar al total de revisión de 10.500 urnas.

De acuerdo con informaciones de Prensa Latina, participarán en el proceso 24 auditores, 60 asistentes externos y 60 asistentes del CNE, seis coordinadores externos, 12 del poder electoral y 30 técnicos de organizaciones políticas como de los partidos Poder Laboral y Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), además de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela.

La semana pasada, el CNE cumplió con las fases previas para la verificación, cuando se sortearon las cajas que se revisarán y también se realizó la capacitación y acreditación de los participantes. En esta revisión ampliada se compararán los comprobantes de voto depositados en las cajas de resguardo con las actas de votación emitidas por las urnas, previamente auditadas por los partidos políticos.

A pesar de que las normas electorales venezolanas ya determinaron la verificación del 54% de las mesas de votación el mismo día de cada elección, el comando opositor y perdedor de las últimas elecciones presidenciales, encabezado por el candidato Henrique Capriles, exigió un recuento manual de los votos, que no está contemplado en la normativa electoral, pues se negó a reconocer la victoria del socialista Nicolás Maduro, que obtuvo casi el 51% de los votos.
En virtud de la polémica, el 18 de abril se realizó el recuento de una muestra aleatoria del 0,5% de las mesas y en las dos ocasiones el resultado de la verificación no demostró la existencia de errores. La verificación de la votación y el recuento total se hacen de manera automatizada desde 2004. 

Considerando que no es posible realizar una nueva votación, el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió que sería viable ampliar la auditoría de verificación ciudadana para el 46% restante y con esto disipar las dudas sobre el funcionamiento del sistema. De esta forma, el 100% de las urnas habrán sido auditadas. A pesar de esta decisión del CNE, los sectores de la oposición decidieron no participar en el proceso alegando que este mecanismo, previsto por la ley electoral, no satisfacía sus aspiraciones.

Con informaciones de agencias.

Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com

 



Ecuador: La procesión correísta fue más chica


La procesión correísta fue más chica
La crónica

Roberto Aguilar

Editor de contenidos


La marcha del Primero de Mayo en Quito volvió a estar dividida en dos. En esta ocasión, algunos se cambiaron de lado. En la plaza de San Francisco, Correa habló durante 40 minutos entre los telepronters.

Los desfiles del Primero de Mayo pueden ser muy reveladores. En la Unión Soviética de Brezhnev, los periodistas de las agencias extranjeras solían esperar ansiosamente la emblemática celebración porque ofrecía una rara oportunidad para conocer el estado de las luchas por el poder en el seno del Politburó. Si Podgorny, que el año anterior estuvo a la derecha del gran jefe, aparecía ahora a cuatro puestos de distancia, era señal inequívoca de su caída en desgracia; Tijonov, que subió del tercero al segundo puesto por la izquierda, aparecía como su más seguro reemplazo en el ministerio. Estos albures siempre se confirmaban.

Este miércoles, en Quito, el presidente Rafael Correa saltó a la tarima levantada frente al atrio de la plaza de San Francisco acompañado por el alcalde de Quito, Augusto Barrera, y el presidente de la Confederación de Trabajadores del Sector Público, Marcelo Solórzano; no por Ricardo Patiño y Galo Mora, como en ocasiones anteriores. Señal inequívoca de que la movilización social, en esta nueva etapa de la revolución ciudadana, corre por cuenta de las organizaciones barriales y de la burocracia, no de los sindicatos o del partido.

La que históricamente se llamó marcha unitaria de los trabajadores lleva ya varios años, como muchas otras cosas en el país, dividida en dos: Gobierno y oposición. Esta circunstancia ofrece al ávido observador de los movimientos sociales y al aplicado investigador del sindicalismo criollo, la deliciosa oportunidad de comprobar las graciosas evoluciones de los protagonistas entre ambos bandos, el juego de las traiciones y las alianzas, el termómetro, en fin, de las fidelidades. Hay que ir a las marchas del Primero de Mayo, pero hay que ir a ambas, para averiguar quién está con quién. Frases del tipo “ve estos traidores miserables ya se pasaron de lado”, pronunciadas al desgaire a uno y otro lado, ayudan al observador a comprender los cambios.

Este año, por ejemplo, la marcha de la oposición se engrosó, y de manera considerable, con la inesperada presencia de varios sindicatos que, hasta el año pasado, desfilaban en el otro lado: los trabajadores del Consejo Provincial de Pichincha, más de 800 de ellos en cerrada y compacta formación de escuadra, avanzaban de diez o doce en fondo, hombro con hombro, ocupando a todo lo ancho la estrecha calle Guayaquil, impecablemente uniformados con sus camisetas amarillas y sus gorras rojas que los hacían distinguibles a la distancia; más allá, el Sindicato Único de Trabajadores del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, los trabajadores de Emaseo y, con sus banderas verdes (pero no verdeagüitas sino verdes cobalto, es decir, verdes de verdad), los el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. ¿En qué momento se operó este giro político impredecible?

Junto a ellos, los sindicatos históricos, los de toda la vida (Ceosl, Cedocut, FUT, UGT...), y las figuras políticas de rigor: Alberto Acosta, Lourdes Tibán, Cléver Jiménez, Luis Villacís... Su marcha, y esta fue una novedad que las informaciones oficiales omiten o directamente tuercen, le ganó en número de participantes a la del Gobierno. Todavía no terminaban de salir del parque de El Ejido los marchantes, disciplinados y en orden estricto, cada quien bajo su bandera correspondiente, cuando la cabeza de la manifestación coronaba ya la plaza del Teatro en su ruta hacia la de Santo Domingo, donde la tarima esperaba con música la llegada de los oradores.

Mientras tanto, en El Arbolito, a escasos 100 o 200 metros de la retaguardia opositora, una rala y espaciosa concentración de gobiernistas desesperaba por salir. “Todavía no salimos porque estamos coordinando con la cabeza para no chocarnos con la otra marcha”, disponía desde la tarima el maestro de ceremonias de voz combativa y revolucionaria, trepidante, que ora cantaba loas a la solidaridad de los pueblos, ora desgranaba epítetos inverosímiles contra el Imperio y sus secuaces, ora rechazaba los intentos de agresión a Irán o Siria, regímenes simpáticos donde los hay, ora expresaba su condolencia al hermano pueblo de Venezuela por “la desaparición física” de Hugo Chávez.

Si sobre un mapa de la ciudad se trazan dos líneas, una entre El Arbolito y San Francisco, otra entre El Ejido y Santo Domingo, se verá que inevitablemente se cruzan a la altura de San Blas. Problema: aun considerando que la marcha de la oposición debe salir una hora antes que la del Gobierno, ¿cómo evitar que manifestantes dispersos o rezagados se encuentren en ese lugar, se amenacen unos a otros (con la consabida actitud de desabotonarse la camisa y ofrecer el pecho a las balas, por ejemplo) y terminen intercambiando golpes como los que se han convocado alguna vez desde las sabatinas? El operativo es impecable. Una doble barrera ha dispuesto la Policía en la esquina de San Blas, a pocos metros de la casita triangular de planta colonial que la chispa quiteña bautizó, cien años ha, como “el calé de queso”. Una barrera es de carne y hueso: no menos de cincuenta uniformados que entrelazan los brazos y cubren todo el ancho de la calle ni bien termina de pasar el último hombre de la manifestación opositora. La otra es de infranqueable fierro: 25 motocicletas policiales colocadas una junto a otra.

La marcha del Gobierno recorrió la avenida Gran Colombia, bordeó La Alameda, cruzó la Guayaquil, ingresó al casco colonial por la calle Venezuela y enfiló por la García Moreno para saludar al compañero presidente a su paso por Carondelet. Algún rato decidió salir al balcón Rafael Correa, acompañado por el alcalde Barrera y darse un bañito de popularidad ante las masas que lo aclamaron a gritos y que provenían de las más variopintas y, en ocasiones, insólitas agrupaciones gremiales.

Junto a la Confederación de Trabajadores del Sector Público, el Partido Comunista con sus hoces y martillos, la histórica Federación Ecuatoriana de Indios que se había dado por muerta hace diez años y, por supuesto, el Movimiento PAIS, desfilaba por ahí el verdadero rostro popular del régimen, alegóricamente representado en nombres como los que siguen: Confederación de Trabajadores Motorizados de Pichincha, Asociación de Pequeños Comerciantes Ambulantes y Tranporte Público y Autónomo del Distrito Metropolitano, Sindicato de Carretoneros de Quito, Comerciantes Autónomos del Panecillo, Sindicato de Heladeros del Ecuador, Federación de Comerciantes Minoristas, Trabajadores Autónomos y Mercados de Pichincha, Asociación de Trabajadores de Mototaxi de Tosagua, Federación Ecuatoriana de Operadores y Mecánicos de Equipos Camineros...

Los hay de Los Ríos, El Oro, Esmeraldas, Guayas... Todos con las mismas banderitas y los mismos carteles que exigen radicalizar la revolución, o las pancartas con las caras de Lenin, Marx, Engels, Fidel Castro, Eloy Alfaro, el Che Guevara... Los agremiados a la Asociación Coco y Sabor, directamente llegados de la provincia verde, exhiben con orgullo la lustrosa palmerita que llevan bordada sobre el pecho. Cualquier espectador avisado no puede menos que sorprenderse por los logros de la revolución: ¿en qué otro lugar los heladeros reivindican a Engels?

Cerraba la marcha una gigantesca bandera ecuatoriana que cargaron entre un par de cientos de personas y, por último, los verdeagüita, la mayoría de ellos disciplinadamente uniformados. Ahí estuvo el recién electo asambleísta Carlos Viteri, quichua de Sarayaku con el disfraz de shuar que lo caracteriza desde que se hizo correísta; ahí estuvieron Gastón Gagliardo, Richard Espinosa, Marcela Aguiñaga... El ala derecha del régimen con familiares y amigos y cara de no haber participado en una marcha del Primero de Mayo en el transcurso de sus vidas, brillantes y reconocibles como claveles entre los cardos.

De los oradores, poco o nada que decir: nadie asiste a estas concentraciones para escucharlos. Ninguna de las dos plazas se llenó, ni siquiera la de San Francisco, donde llegó Correa haciéndose anunciar con la música de 'Patria, tierra sagrada', habló Correa 40 minutos entre los telepronters, vendió el puñado de ideas que vende siempre y se dejó ver tenso, malhumorado, irritable. Algo tiene que hacer el Presidente con su rictus de muelas apretadas: un día de estos va a arruinar su dentadura.




Ecuador: EL PRIMERO DE MAYO. por Natalia Sierra

Publicado por lalineadefuego 
 
El Gobierno de Alianza País parece estar convencido que todo puede ser convertido en un espectáculo mediático, acostumbrados como están a crear realidades a través de la manipulación informativa quieren convertir el primero de mayo en una fiesta cívica o, peor aún, en un show politiquero de los tantos que han producido en estos 7 años. Hay que recordarles a estos “revolucionaros” que el primero de mayo no es una campaña electoral, menos aún una sabatina, no es una más de sus tantas concentraciones de masas fabricadas para fortalecer la imagen de su líder.   
 
El primero de mayo es un acontecimiento que actualiza una y otra vez la lucha de los trabajadores.  Es el día que abre el tiempo de lo que no pudo ser, de lo que no es aún, de lo que se espera y por lo cual se lucha, es tiempo de utopía. En este día los y las trabajadoras asisten a la cita histórica entre las generaciones de trabajadores que fueron y la actual. La cita en la cual el deseo por otro mundo se vuelve presente de lucha, deseo de redención diría Walter Benjamín. 
  
En el primero de mayo la presencia de los trabajadores en la calles no es para afirmar una política estatal, un gobierno, menos un líder, están allí para con su cuerpo, con su existencia común negar el sistema que los explota. Es en este acto de negación ético-política donde radica la  autenticidad y fuerza de este día, de este nuestro día el de los trabajadores.
 
Cuando se entiende esto, se sabe que no hay gobierno, menos aún Estado de los trabajadores, como insensatamente dijo el líder de Alianza País. Cuando se sabe que la lucha de los trabajadores no puede ser contenida afirmativamente en ninguna política del estado capitalista ni aun de otro estado, indigna la farsa que monta este gobierno con sus marchas y contra marchas, con el fin empañar el acto más significativo de la lucha laboral.        
 
Solo a los estrategas políticos de Alianza país se les ocurre que puede haber un primero de mayo donde los trabajadores salgan a las calles a aplaudir la gestión de un gobierno que administra el Estado capitalista, responsable de sostener la explotación laboral. La “inteligencia revolucionaria” del gobierno parece que no ha comprendido que el primero de mayo actualiza la contradicción  trabajo-capital y que, por lo tanto, es obsceno que este acto sea organizado y dirigido por el Estado capitalista.  Solo  las mentes “lúcidas” de los tecnócratas del gobierno pueden engendrar la absurda o cínica idea de que el día de los trabajadores puede ser utilizado para que el gobierno hable sobre la verdad y legitimidad de la lucha de los trabajadores. Un gobierno que ha ordenado que se despidan miles de trabajadores del sector público, un gobierno que quiere ejecutar un tratado de libre comercio con Europa que beneficiará a los capitalista en detrimento de los trabajadores, un gobierno que permite que las empresas Chinas exploten y maltraten a nuestro trabajadores. Un gobierno que criminaliza la lucha de los trabajadores, que persigue, amedrenta, juzga y encarcela a sus dirigentes.   
 
Sin embargo, hay algo que esta “inteligencia” tecnócrata que dirige el Estado no sabe. No sabe que este día, primero de mayo, es imposible de ser expropiado; no importa que fabriquen una marcha, no importa que ocupen las calles y la plaza que históricamente le pertenece al trabajador, no importa que hagan una tarima para que su líder hable de los derechos de los trabajadores que él atropella y niega.  Este día, es el día de la epifanía de la lucha de los trabajadores, momento en que su Verdad acontece como razón histórica, el día en que la existencia de los comunes juzga la Mentira del Capital. Esto, señores del gobierno, no puede expropiarse, porque este acontecimiento escapa a la razón capitalista y a su sistema político a los cuales ustedes responden, y para lo cual trabajan. Este día escapa a la historia y al sistema que ustedes afirman, este día escapa a su política cínica y a sus trampas ideológicas.
 
Este día, es el día que el trabajador, solo él y ella y no los funcionarios del capital, saben que el hombre que no posee otra propiedad que su fuerza de trabajo, tiene que ser esclavo de otros hombres que se han convertido en propietarios y es por acabar con esa esclavitud por lo que luchan. Seguro que el líder “revolucionario” de alianza país  desconoce estas Verdad.     
 

http://lalineadefuego.info/2013/05/06/el-primero-de-mayo-por-natalia-sierra/

I Asamblea Continental de Movimientos Sociales

ALAI

Con el propósito de avanzar orgánicamente y establecer un plan de acción común, del 16 al 20 de mayo tendrá lugar la I Asamblea Continental de Movimientos Sociales, en Sao Paulo, Brasil, con una programación que contempla, entre otros temas, el análisis de los desafíos tanto ante la crisis mundial del capitalismo y la estrategia global que el imperio aplica en el continente; como los referidos a la construcción de un proyecto de integración popular.

La convocatoria de esta Asamblea, que se desarrollará en la Escuela Nacional Florestan Fernandes del Movimiento Sin Tierra de Brasil, parte del proceso de Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA que arrancó en julio de 2008, estableciendo que toma como referente al ALBA (la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) porque recoge las banderas históricas a favor de la integración de Latinoamérica y el Caribe como único camino de liberación verdadera de nuestros pueblos. Esto es, principios como el derecho y respeto a la autodeterminación de los pueblos, la solidaridad, la complementariedad y la cooperación, entre otros.

La Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA, nos dice João Pedro Stedile, integrante de la Coordinación Nacional del MST, es “resultado de un largo proceso histórico de articulación de los movimientos sociales que viene desde la ‘Campaña de Resistencia Indígena, Negra y Popular’ contra la celebración, en 1992, de los 500 años del inicio de la invasión europea. En aquellos años, la década de los 90, estábamos enfrentando a la hegemonía del capital, con su proyecto neoliberal. Y ahí comenzamos a articular nuestras fuerzas. Después vino la campaña contra la ALCA (el proyecto estadounidense de crear el Área de Libre Comercio de las Américas). Y después construimos juntos la idea del Foro Social Mundial (FSM), y dentro de él realizamos las asambleas de los movimientos sociales”.

Entonces, acota el dirigente del MST, “tras más de veinte años de caminar juntos, ahora tenemos una identidad programática común, contamos con una un importante plataforma política de los movimientos que fue adoptada durante el FSM de Belem (enero de 2009); tenemos unidad de proyecto en torno al ALBA, si bien hasta hoy es sólo un rotulo, pero que revela un proyecto de integración popular; tenemos confianza política suficiente como para construir un proceso más orgánico de todos los movimientos sociales del continente que se asumen como anti-neoliberales y anti-imperialistas, y que sueñan con una sociedad más justa e igualitaria”.

En tal sentido, precisa Stedile, el punto gravitante de la Asamblea “será el proceso de organización y a partir de esa unidad construir planes de acción. Por eso espero que la Asamblea permita profundizar la unidad para realizar cosas concretas, como: movilizaciones de masas unitarias en el continente contra nuestros enemigos, que son el grande capital, las transnacionales, el imperio, los bancos, los que explotan nuestros los recursos naturales. Realizar actividades conjuntas en el plano de la comunicación tanto a nivel continental como local, al igual que en el plano de la formación política, para tener más militantes preparados; realizar actividades conjuntas productivas, y también campañas de solidaridad con los pueblos que están enfrentando situaciones más difíciles como Haití, Cuba, Honduras y Colombia”.

Como la identidad de esta confluencia organizativa se remite al ALBA, preguntamos el parecer del secretario ejecutivo de tal entidad oficial, el abogado y diplomático venezolano Rodolfo Sanz, quien tajantemente señaló: “el ALBA sin los movimientos sociales es como el cuerpo sin alma, el alma son los movimientos sociales, el cuerpo son los Estados”. Para luego precisar: “que florezcan mil flores, los movimientos sociales deben ser autónomos, deben ser críticos, deben ser contrahegemónicos, si no hay calor de pueblo, y si el pueblo no produce ese calor de una visión alternativa, los procesos tienden a morirse en los Estados, en los gobiernos”.

Entonces, acota, “bienvenido ese proceso de asamblea de movimientos autónomos, independientes de los Estados, siempre y cuando tengan una visión crítica de la búsqueda de nuevos rumbos, de nuevos paradigmas, de generación de nuevos procesos que humanicen la sociedad en la cual vivimos”.

Fuente: http://www.alainet.org/active/63797


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Bolivia/Entrevista a Diego Ayo: La revolución burguesa de raigambre indígena



Pedro Portugal.- Has tenido la oportunidad de coordinar una de las investigaciones que ganaron la convocatoria del PIEB “Reconfiguración económica y social en la articulación urbano-rural de Bolivia 1998-2010”. Dinos de qué trata tu investigación y cómo se relaciona con el tenor de esa convocatoria.
 Diego Ayo.- Daré un rodeo analítico intentando ilustrar la tesis que sostengo. Considero que hay un conjunto de nuevas élites que vienen surgiendo. El cambio de actores que anuncia la Revolución en Democracia sí se está produciendo. Sólo que de modo menos acorde a lo que se supuso sería el largo pero seguro recorrido hacia

el Vivir Bien/socialismo comunitario. Por el contrario, lo que se observa es una verdadera revolución burguesa comandada por actores de raigambre indígena. Dos condiciones son propicias: el notable auge económico y la permisividad política gubernamental. El auge propicia el parto de élites comerciantes, transportistas, narcotraficantes, chuteras, contrabandistas, importadoras, y/o constructoras, entre otras. La permisividad política permite que todas ellas o infrinjan impunemente

la ley a efectos de lograr el ansiado proceso de “acumulación originaria de capital”, sea involucrándose abiertamente en actividades delictivas (casos narcotráfico y contrabando), sea manteniendo condiciones institucionales funcionales a lograr un mayor lucro: no pago de impuestos (o pago mínimo), salarios bajos a los empleados (muchas veces ahijados), inexistencia de seguros sociales, no entrega de indemnizaciones por despido, preferencia por mano de obra sumisa y barata (mujeres y, sobre todo, niños), entre otros rasgos. Por tanto, se produce una paradoja: tenemos indígenas o ciudadanos de origen indígena empoderados económicamente en el marco de un capitalismo notoriamente perverso.

P. P. - Podríamos decir que el MAS tiene un éxito indeseado, contradictorio con su ideología socialista: la emergencia de una “burguesía” nativa. Pero, ¿no crees que con Evo o sin Evo el resultado sería similar?

 D. A.- Sí y no. Sí, en el sentido de que la masiva afluencia de dinero igual hubiese terminado por empoderar sectores de la economía como los transportistas y/o comerciantes que manejaban ya un 15 al 20% del PIB. Y sabemos que son personas de origen indígena quienes se han dedicado prioritariamente a estas labores. Sin embargo, la respuesta es no en otro sentido: Evo Morales tiene, o al menos lo tiene su Vicepresidente, la firme intención de empoderar económicamente a sectores indígenas. Ya lo dijo desde un principio ni bien asumió Morales la presidencia: “ya tenemos el poder político, ahora hay que buscar el poder económico”.

 Y en ese caso la permisividad política de este gobierno quizás no se hubiese dado. Hay una sensibilidad muy particular en el MAS para que este empoderamientotenga lugar, sea como sea, legal, informal e ilegalmente. La cosa es que los indígenas tengan plata.

P. P.- Lo de “ahora hay que buscar el poder económico” muchos lo entienden como deseo del gobierno de buscar el poder económico del Estado, en los clásicos moldes socialistas, nada que ver con querer enriquecer a los militantes, por muy indios que sean… Por otro lado, arriba tú hablas de dos condiciones para el surgimiento de esta burguesía nativa: el notable auge económico y la permisividad gubernamental, condiciones una fuera de la voluntad del gobierno y la otra más defecto que virtud.

 D. A.- No sé si un anhelo socialista moldea el deseo del gobierno. Lo veo más como un esfuerzo de auto-preservación política a como dé lugar. Tengamos en cuenta que el principal objetivo de toda burocracia es la auto-reproducción. Y si para lograrla deben nutrirse de variados discursos revolucionarios acordes a la coyuntura del momento, así lo van a hacer.

 Baste ver el inicio del modelo socialista cubano. No fue lo que se concibió desde un principio. Por decirlo de algún modo, Fidel se volvió socialista frente a la radicalización estadounidense y fruto de la Guerra Fría. Chávez mismo comenzó su gobierno aplicando medidas antipopulares o, como las denominamos,neoliberales. Sólo la bondad de los precios del petróleo lo convirtió en un Papa Noel con bota militar. Y todo ello bajo el pomposo título de “socialismo del siglo XXI”. Sin la bonanza que le tocó vivir hubiese pasado desapercibido. Con eso no quiero negar la presencia de gente comprometida. Pero creo que es la excepción. La regla es el llunkerío prorrogista que va a aferrarse a lo que venga. Por eso, volviendo a tu pregunta creo que el objetivo es triple: primero, se debe lograr la autopreservación en el poder suceda lo que suceda; segundo, se debe menguar a como dé lugar el poder de los enemigos de antaño (aquellos ligados al periodo neoliberal) y sólo en tercer lugar creo que puede creer en un auténtico deseo de empoderar sectores indígenas.

No descarto que ese también sea un objetivo. No lo vería como algo no previsto, pero ciertamente predomina en orden jerárquico la voluntad de usufructuar el poder a como dé lugar; el deseo de callar a quienes “nos hicieron daño en el pasado” y sólo recién el propósito de alentar el surgimiento de actores indígenas empoderados económicamente.

Quizás, como tú mismo lo dices en la pregunta: como falla más que como algo expresamente formulado. Algo preconcebido estratégicamente, no creo que sea así. No tanto, al menos.

P. P.- ¿Hay otros elementos que confirman esta orientación económico-política de la que hablas?

D. A.- Pues sí. Lo dicho viene acompañado de un fenómeno alejado de la “revolución espiritual” que anuncia el gobierno. Lejos de esa revolución de los “usos y costumbres” que anuncia el gobierno, aludiendo al retorno de lo indígena entendido como un conjunto de valores y procedimientos colectivos. En mi criterio, lo que está en marcha es una profunda “revolución del individuo”, entendiendo por ella la posibilidad de quebrar las amarras de la superstición, la apología a dioses tutelares y seres demiurgos (los achachilas) que preservan lo comunitario, en favor de un “despegue” personal, donde el éxito de los indígenas de hoy no será colectivo, sino individual. No se propiciará una descolonización como suceso comunitario sino como suceso o múltiples y disconexos sucesos  individuales (no entrelazados entre sí, a no ser causalmente). Parece erradoafirmar esta tesis precisamente en un presente en el que las ceremonias religiosas indígenas son moneda corriente. Sin embargo, paralelamente, aunque de forma silenciosa, ocurren acontecimientos más ligados a esta peculiar Ilustración: el número de universidades indígenas se ha incrementado así como el cupo de estudiantes de origen indígena; muchas carreras han sido copadas por estudiantes de extracción aymara (por ejemplo en la Carrera de Historia de la UMSA el 85% de ellos se autodefinen como aymaras; la Carrera de Biología donde 3 de cada 5 estudiantes provienen de familias aymaras o la Carrera de Estadística donde su porcentaje alcanza al 90%).

Todos ellos influyen y brillan, inclusive, por mérito propio y no por su filiación colectiva, generando una segunda paradoja: los indígenas que guiarán al país serán, por decirlo de algún modo, indígenas “ilustrados”, seguramente legitimando su actividad con un discurso proclive a defender lo indígena. Pero lo cierto es que es más discurso que certeza.

P. P.- Pero este discurso deja de un lado a las clases medias. Sólo se habla de élites…

D. A.- Buen punto. Es por eso preciso mencionar que también se está promoviendo una “revolución de las clases medias”. Del mismo modo que muchas monarquías se aliaron a sectores ascendentes, dándoles puestos en lo que sería la “administración pública”, para lograr debilitar a sectores de la nobleza, tradicionalmente poseedores de esos privilegios, Evo Morales impulsó un cambio en el sector público a efectos de debilitar lo que fue siempre un bastión de las clases medias leales a los gobiernos “neoliberales”. Un cambio no de comportamiento, apuntando a lograr una gestión pública eficiente. Nada más alejado de sus intenciones. El cambio, por ende, se dirá, fue “sólo” de piel. Sin embargo, sólo una visión muy chicata podría ver esto como un asunto sólo de gestión.

En verdad, el empoderamiento de “otras” clases medias a costa del sector público (al menos durante una generación hasta que se generen ciertas capacidades), viene aparejado de familias contrayendo créditos de vivienda, haciendo estudiar a sus hijos en colegios privados, consumiendo más y mejor. Esta “urbanización de lo indígena” es una tercera realidad paradójica.

Tiene poco que ver con la idealización que la ideología oficial hace del mundo rural e indígena (en sentido tradicional). Incluso este mundo, el rural, empieza a empoderar a reducidos sectores  agrícolas (oligarquías indígenas), plenamente incorporadas a una vida regida por el mercado.

P. P.- En definitiva, lo que se está viviendo está lejos del socialismo comunitario anunciado, del respeto a la Pachamama o del Vivir Bien… ¿Estamos viviendo más bien una revolución indígena burguesa?

D. A.- No hay duda. La revolución en curso es más que nada una revolución burguesa, individualista y consumista. Y es en ese escenario que se comprende mi investigación, titulada originalmente “El ‘Estado Empresarial Autonómico’ como motor del capitalismo político en Bolivia. Continuidades y rupturas con la Participación Popular como partera de nuevas élites”.

P. P.- ¿Cuál era el mensaje implícito en el título?

D. A.- Para entender este título hay que comprender el concepto de capitalismo político, entendiéndolo como la injerencia informal/ilegal del Estado en el surgimiento de nuevas élites cuidadosamente seleccionadas por éste, en lo que deviene la aplicación de políticas de favorecimiento selectivo a determinados grupos de poder (y/o personas). La pretensión de utilizar este referente teórico es la de comprender qué rol juega el Estado (local o no) en el parto de nuevas élites. En nuestro caso, el Estado municipal (y el autonómico, en general) tiende muchas veces a favorecer a determinadas empresas en las licitaciones. Ahí está el meollo del asunto. No está la cosa en lo que se ha conocido como “municipio productivo”. Ese ha sido más un discurso de legitimación de la cooperación internacional frente a una realidad que está lejos de ese sueño de un municipio productivo/industrial. Lo que hay es otra cosa. O, para ser más justo: no es que no haya algo hecho como “municipio productivo”, pero es marginal.

P. P.- ¿Cómo marginal? Si lo que se requiere es que las autonomías se conviertan en una plataforma de desarrollo económico, ¿no es esto posible?

D. A.- Quizás lo pueda ser pero no como se piensa o ha pensado.

P. P.- No entiendo, ¿cómo entonces?

D. A.- Bueno, hay que tener en cuenta que se suele dividir el proceso municipal en su faceta económica en tres fases. Una primera se inició con la Ley de Municipalidades y Ley del Diálogo Nacional que otorgaron competencias a los gobiernos municipales para apoyar al sector económico productivo.
Precisamente la Ley 2028 reconoció a los gobiernos municipales la “planificación y promoción del desarrollo humano sostenible en el ámbito urbano y rural del municipio”. Esta competencia resultaba suficiente para apoyar al sector productivo. Pese a estas competencias, los gobiernos municipales destinaron poco o nada del presupuesto municipal a la promoción del desarrollo económico local.
La causa es fácilmente distinguible: “Hubo confusión y miedo en relación a la Ley SAFCO”. Una segunda fase quedó inaugurada en 2005 con la promulgación de la Ley de Hidrocarburos y los Decretos Supremos 28421 y 29565. Esta norma indica que los gobiernos subnacionales deben destinar recursos públicos en salud, educación y desarrollo productivo.

Asimismo, los artículos 2 de los Decretos Supremos 28421 y 29565 amplían y clarifican estas competencias. Sin embargo, pese a esta incuestionable autorización, los gobiernos municipales destinaron muy pocos recursos al rubro productivo.

Se calcula que hasta el año 2010, los gobiernos municipales destinaron sólo un 3,77% de los recursos del IDH a esta partida. Se repitió el resultado previo: no hubo apoyo a los actores productivos.
Finalmente, una tercera fase tuvo lugar en 2009 con la promulgación de la nueva Constitución y quedó refrendada con la aprobación de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización. Ya la CPE indica que los gobiernos municipales pueden crear “fondos fiduciarios, fondos de inversión y mecanismos de transferencia de recursos necesarios e inherentes a los ámbitos de sus competencias”. No hay duda: hay la facultad constitucional para apoyar al sector productivo. Lo propio sucede con el artículo 92 de la Ley Marco de Autonomías que otorga competencias en desarrollo productivo a los gobiernos municipales (se puede “transferir recursos públicos en efectivo o en especie, a organizaciones económico productivas…”.).

PP.- ¿Y cuál es el saldo final?

D. A.- El saldo no deja mucho que desear: no se ha emprendido proyecto productivo alguno, a no ser de forma excepcional en algunos municipios del país. Incluso en ellos no se ha destinado más del 1% del presupuesto municipal a estas actividades.

En ese escenario, cualquier orientación productiva, es excepcional. ¿Qué es entonces lo que en verdad existe? Lo que se ha visto es que la economía boliviana, en particular durante el periodo de la “Revolución en Democracia” liderada por Evo Morales, sufre el rigor de la enfermedad holandesa. Ella se caracteriza por un incremento de los ingresos del país por concepto de la exportación de un recurso natural: el gas, cuyo efecto evidente es el incremento en la capacidad de importar bienes transables. Ello ocurre en forma simultánea a la demanda de bienes no transables que no pueden ser importados y deben ser producidos localmente (es el caso típico de las “obras de cemento”, propias de lo que ha sido el gasto recurrente en la historia municipal). De ese modo, al producirse este incremento de demanda la economía reacciona reduciendo recursos del sector de transables (claramente manufacturas o, en términos usados en este estudio, recursos destinados al “municipio productivo”) para usarlosen la producción de no transables como son los sectores proveedores de servicios y también bienes de consumo básico local.

Por lo tanto, un incremento en el sector de recursos naturales conduce a una caída en los otros transables y a una concentración o dependencia de los no transables. En suma, y para simplificar, a mayor renta gasífera distribuida en toda la economía se privilegian las importaciones, el comercio y los servicios y no la productividad (la industria). Y los que se benefician con las licitaciones son precisamente este tipo de empresas.

P. P.- Pero eso no es necesariamente negativo. Finalmente tenemos más empresas.

D. A.- Estás en lo correcto, no lo es necesariamente, pero hay un dato adicional: el 99% de las empresas no pertenecen a los propios municipios. Son de la capital e incluso algunas son extranjeras. Hay pues, por decirlo de algún modo, una “fuga de capitales locales” que favorecen a mucha gente menos a los lugareños, que terminan siendo consumidores de obras.

Sólo eso: consumidores, no empresarios. El festejo a la inauguración del Coliseo en El Alto es parte de esto. No es que esté mal, pero está claro que con eso no generas industria, no fomentas la importación de tecnología y uso comprensivo de esta tecnología. Eso sería descolonización como bien lo dice el economista Benjamín Grossman.

Por eso lo que hay, para sintetizarlo, es una enorme proliferación de empresas dedicadas a productos no transables (no exportables), pocos empresarios beneficiados, licitaciones muchas veces amañadas con alcaldes y concejales  como parte de nuevas redes de poder y consolidación de estructuras de poder clásicas.

P. P.- Pero y tampoco hay nuevos empresarios. Los datos parecen mostrar que si hay una nueva camada de empresarios.

 D. A.- Sí, los datos de Fundempresa muestran que en 2005 no habían más de 5 mil empresas y hoy sobrepasan las 60 mil. Es un crecimiento enorme. Eso es positivo, por eso hablaba del auge de una revolución burguesa. Pero si bien eso puede ser positivo es en función al entronamiento de una economía extractivista. Es el gas el que permite esto. No hay un cambio de la matriz productiva. No hay generación de empleos de nuevos sectores industriales.

No, lo que hay es más informalidad adherida a facciones económicas ilegales: aquellas contrabandistas, narcotraficantes y políticamente conectadas, gerentando empresas nacionalizadas y, en nuestro caso, aprovechando vínculos “incestuosos” para ganar licitaciones.

Eso nos ha llevado a una conclusión última que corresponde al nuevo título de la investigación: Municipalismo sin élites municipales: empresarios no-locales, empresarios golondrina y empresarios políticos como estandartes privilegiados de la descentralización municipal.

Creo que el título lo dice todo: los empresarios beneficiados no son locales, son muy volátiles (surgen en función, por ejemplo, al Programa Evo Cumple, y luego desaparecen) y están conectados políticamente (aquello que denominamos capitalismo político).

P. P.- Muy sugerente. Gracias Diego

D. A.- Gracias a ti.



Costa Rica: ¿Es posible un frente electoral popular y de izquierdas?

Giovanni Beluche

Sociólogo y dirigente sindical

Adital

06 de Mayo de 2013

Existe una oportunidad sin precedentes para presentar una opción de izquierda, popular, unitaria y con independencia de clases, que canalice tanto descontento.

El contexto actual favorece que el proceso electoral se convierta en un espacio de crecimiento de la consciencia de clase de las y los trabajadores y sectores populares. También es propicio para llevar a la Asamblea Legislativa diputados y diputadas que representen los intereses de nuestro pueblo. Existe una oportunidad sin precedentes para presentar una opción de izquierda, popular, unitaria y con independencia de clases, que canalice tanto descontento. Está en manos de las dirigencias de las organizaciones de izquierda, principalmente de las que tienen inscripción electoral a escala nacional: el Frente Amplio (FA) y del Partido de los Trabajadores (PT) aprovechar esas oportunidades o que por el contrario, los sectores populares vuelvan a entregar sus ilusiones a los cantos de sirena de las fórmulas neoliberales.

El contexto político

El entorno está marcado por el desgaste del Partido Liberación Nacional (PLN) ante tanto escándalo de corrupción, su incapacidad para resolver los problemas básicos de la población y la gestión técnica del Estado. La prepotencia de la actual administración, su nula capacidad de escucha que le ha llevado a conflictos cotidianos con gran cantidad de sectores sociales, contribuyen al deterioro de un PLN que se sobrepone por la incapacidad de la oposición de presentar una disputa política creíble.

El cacareado crecimiento económico sigue concentrado en pocas empresas "ganadoras” del modelo de acumulación capitalista vigente, no se refleja en mejoras de las condiciones materiales de vida de las grandes mayorías. Por el contrario, para amplias franjas de la población, crece la brecha social, la desigualdad, la exclusión y la pobreza. Peor aún, con el deterioro de los servicios públicos que antes permitían atenuar la desigualdad. Destaca el menoscabo de la seguridad social y los intentos de privatización de los EBAIS.
Sigue la debacle de la pequeña producción campesina y de las microempresas urbanas, sin políticas públicas favorables, sin asistencia técnica y en competencia desleal contra los emporios transnacionales. Las promesas "aristas” de banca de desarrollo se esfumaron en favor de los jugosos salarios que se embolsan los Directores de la banca pública.

En el campo continúa el despojo de tierras campesinas para dar paso a los megaproyectos turísticos y a los monocultivos, en los que se enrolan miles de trabajadores agrícolas costarricenses y emigrantes, sometidos a despiadadas condiciones de sobre explotación. Hombres, mujeres, niños y niñas sufren todo tipo de vejámenes a vista y paciencia de las autoridades de migración, PANI, CCSS, MTSS, etc.

Los pueblos indígenas simplemente no existen en el mapa de la clase política costarricense, las poblaciones costeras y fronterizas concentran índices de pobreza material que nada tienen que envidiar a los países de mayor rezago en el IDH. Los blandengues controles ambientales permiten el deterioro de los ecosistemas en favor de la "producción” y la "libre empresa”.

Las desigualdades de género siguen profundizándose ante la inacción de un gobierno extremadamente machista. La Política Nacional de Igualdad y Equidad de Género no pasa del papel al ejercicio real de derechos. Los derechos civiles de las parejas del mismo sexo, siguen obstaculizados por los pactos de la Presidenta de la República con las iglesias de diferente signo.

Dos acontecimientos recientes marcan la cancha política en adelante: el masivo rechazo de las comunidades de occidente al modelo de concesión de obra pública, que es la base del Estado neoliberal. Y el triunfo de las comunidades del este del Valle Central, encabezadas por el SINDEU, contra la privatización de los EBAIS. Son dos hechos equivalentes a la derrota del combo eléctrico de la administración Rodríguez Echeverría.
No hay oposición

A pesar de la desastrosa administración Chinchilla y de tanto escándalo de corrupción, el régimen político sigue estable, sobre todo por la colaboración de la falsa oposición que si acaso hace algún que otro pataleo sobre la corruptela, pero no cuestiona el fondo de un modelo de acumulación que comparte y que ayudó a construir. PUSC, Movimiento Libertario y los dos partiditos evangélicos fueron cómplices de la aprobación del TLC, su agenda de implementación y de todo el andamiaje jurídico neoliberal.

Luego se sumaron el PASE y el propio PAC para ayudar a administrar el desastre. El PASE directamente al servicio del gobierno desde la Presidencia del Congreso y el PAC que colocó su prestigio político en favor de un nefasto y fracasado plan fiscal. Ante la visita de Obama, el principal líder del PAC Otón Solís, lejos de asumir una postura crítica pidió a los costarricenses pintar las casitas. Los diez puntos del programa de gobierno que está promoviendo el PAC para una "Convergencia Nacional 2014 – 2018” ni siquiera alcanzan a constituirse en una propuesta desarrollista, keynesiana y antineoliberal.

La oposición tradicional ha sido incapaz de presentarse como ficha de recambio útil al modelo neoliberal que defiende. Sus torpezas, divisionismo y sobre todo su anuencia al neoliberalismo le pasan la factura. Ante la ausencia de propuesta alternativa, emerge la figura de Johnny Araya como "opción” frente a los políticos actuales; no poca gente se come el cuento porque recuerda al alcalde josefino como el opositor a la maniobra de Oscar Arias de ungir a Laura Chinchilla como candidata.

¿Y la izquierda?

En este contexto, se abren posibilidades sin precedentes para la articulación de una propuesta electoral de izquierdas, que convoque a un frente común de las organizaciones populares, comunales, sindicales, campesinas, feministas, indígenas, de la diversidad sexual y políticas de la clase trabajadora. Una propuesta articulada alrededor de un programa anti neoliberal, socialista, con independencia de clase, en el que cada organización mantenga su soberanía política.

Pero, ¿qué han hecho el Frente Amplio (FA) y el Partido de los Trabajadores (PT)? Públicamente el PT le propuso al FA discutir una alianza electoral, también consta que la dirección de FA desestimó tal oferta. El PT siempre habló de una alianza con el FA, y aplicó al resto de la izquierda la misma política que recibió del FA. Para ambas organizaciones no hay nada más allá de sus propias toldas, o nadie reúne la "pureza” suficiente y es mejor imaginarse que el resto de la izquierda no existe.

Al final, más de lo de siempre, cada uno encerrado en su propia concha, definiendo por aclamación sus candidatos y luego a casa con la "satisfacción” de que se "autoproclaman el non plus ultra”.


Asía: Oficialismo gana comicios en Malasia y extiende gobierno de 56 años

La coalición gobernante de Malasia ganó el domingo las elecciones nacionales para extender sus 56 años en el poder, al imponerse a una alianza opositora que se había comprometido a limpiar la política y poner fin a los conflictos raciales en la tercera mayor economía del sudeste asiático.

Pese a los esfuerzos, la oposición multiracial fue incapaz de derribar uno de los gobiernos más antiguos del mundo y lograr lo que habría sido la mayor sorpresa en la historia electoral de Malasia.

El gobernante Barisan Nasional, o Frente Nacional, superó los 112 escaños que significan una mayoría simple en el Parlamento nacional compuesto por 222 asientos.