jueves, 10 de octubre de 2013

Venezuela/ La batalla por la renta petrolera: el tipo de cambio como apariencia


Simón Andrés Zúñiga

ALAI AMLATINA, 10/10/2013.- Y si hoy la política no parece ya posible, es porque de hecho el poder financiero ha secuestrado por completo la fe y el futuro, el tiempo y la esperanza. Giorgio Agamben
(Citado por el Presidente Nicolás Maduro en la Asamblea Nacional el 8 de octubre de 2013)

Estas dos semanas fueron testigo de un proceso de decantación de las posiciones en política económica. Las decisiones que está tomando el alto gobierno en materia económica, son resultados de un cálculo en el escenario de la confrontación política y social.

Por el lado del gobierno, se anunciaron medidas que matizan el peligroso sesgo que, desde el Ministerio de Finanzas, se había presentado como una propuesta monolítica y unidimensional. Insistimos en que el gran problema de la flexibilización cambiaria, a través del “mercado libre”, es su gran incoherencia e impertinencia con el escenario de confrontación con los grupos dominantes donde destaca el predominio del capital financiero.

En esta guerra económica tenemos que tener claro cuatro cosas para mantener la correlación de fuerzas a favor de la revolución: a) quién es el enemigo; b) conocer el terreno de la confrontación; c) conocer su estrategia; y, d) mantener el apoyo del pueblo.

El escenario del dólar es un campo de batalla fundamental de la guerra económica actual. El tema cambiario es una muestra de lo que se disputa: es la pugna por la renta petrolera, controlando tanto la distribución de los dólares (Control de Cambio, SICAD, bandas cambiarias) como la generación de los dólares (PDVSA)

Conocer el terreno: la pugna por el control de la renta

Los sectores que manejan el poder económico, en los últimos 8 años, han logrado cambiar la correlación de fuerzas a su favor, y acorralaron al gobierno en febrero de este año, quien trató de salir del sitio de una forma estrepitosa: devaluando fuertemente.

Ellos poseen el control de la renta petrolera que ha fugado y la mantienen en cuentas del exterior. Sólo en activos financieros disponen de 160.144 millones de dólares de acuerdo a la información del Banco Central de Venezuela (BCV). Al acumular esa masa de recursos lograron cambiar la correlación de fuerzas en contra del Gobierno y pudieron desmontar, corromper y desprestigiar el control de cambio (CADIVI).

Su demostración de poder es aplastante. Lograron colocar el tipo de cambio paralelo en más de 40 bolívares el dólar, generando una expectativa altamente pesimista que llevó a los fijadores de precios a generan una espiral alcista acompañada con un desabastecimiento de productos claves. Lo lamentable es que, el uso y abuso de algunas de las políticas aconsejadas por los representantes del capital financiero (nacionales e internacionales) contribuyeron a facilitar la fuga: las notas estructuradas, la emisión masiva de endeudamiento en dólares y el SITME.

Conocer la estrategia del enemigo

El control de cambio (CADIVI) junto a PDVSA son las colinas que el enemigo se propone conquistar. De esa forma, lograr retomar el dominio sobre la generación de la renta (PDVSA) y la distribución de la misma (Control de cambio). Ya lograron un control parcial sobre la distribución de la renta petrolera, es decir, ya lograron quitarle el poder que el Gobierno conquistó después del golpe de Estado de abril 2002 y del sabotaje petrolero, es decir alcanzaron arrebatarle al gobierno el poder de controlar las divisas a través de CADIVI.

La Jefatura del Estado Mayor del gobierno chavista y bolivariano, está dando muestras de que está consciente de la situación.

Ciertamente se anunció la creación del Órgano Superior Económico y se acentuó la percepción de una “guerra económica”. Pareciera que la propuesta de los partidarios a la flexibilización cambiaria y al resurgimiento del mercado permuta perdieron terreno frente a la resistencia de los sectores organizados de la revolución y frente a la análisis del terreno de guerra que hizo el Gobierno dirigido por el Presidente Nicolás Maduro.

Entre las medidas que el gobierno anunció esta la agilización del control de cambios y el reforzamientos de los mecanismos de supervisión. Hay que rescatar a CADIVI del foso donde lo metieron los poderes del Capital, en complicidad con la burocracia pública corrupta que aspira a convertirse en clase burguesa con la acumulación originaria que le permitió el robo de grandes recursos financieros.

Por el lado de los promotores del desmontaje del control cambiario, se definió un polo formado por las propuestas del grupo de los ex-ministros (Felipe Pérez, Víctor Álvarez y Gustavo Márquez). Ya habrá tiempo de confrontar ideas con este sector, que se limita a hacer análisis económico desprovisto de referencias a la confrontación de clases. Moverse en el mundo irreal de los modelos de los economistas convencionales, es lo más parecido soltar a un elefante en una tienda de cristales. Optar por el desmontaje del control de cambio e ilusionarse con el modelo de bandas cambiarias, es una “ingenuidad” política que puede favorecer a la correlación de fuerzas de los representantes del capital.

El desmontaje del control del cambio, en esta circunstancia de la confrontación de clases, resultaría en un error no sólo económico sino político, es decir contribuiría de manera definitiva con el desmontaje del proceso revolucionario.

Conocer al enemigo

Del brillante discurso del Presidente Maduro en la Asamblea Nacional, en ocasión de la solicitud de los poderes habilitantes, se identifica claramente al enemigo principal en la actual coyuntura de la guerra económica: el capital financiero especulativo y parasitario. En otras palabras, cuando hablamos del capital financiero especulativo nos referimos a la banca privada y toda la alianza con poderosos capitales productivos y comerciales.

El capital financiero y especialmente el sector bancario privado tienen secuestrada la economía. En la cita que el Presidente hizo de Giorgio Agamben, está claro quién es uno de los enemigos más poderoso en esta guerra económica:

“La Banca con sus grises funcionarios expertos ha ocupado un lugar que dejaron la iglesia y los sacerdotes; al gobernar el crédito, lo que manipula y gestiona es la fe, la escasa incierta confianza que nuestro tiempo tiene aún en sí mismo, y lo hace de la forma más irresponsable y sin escrúpulos, tratando de sacar dinero de la confianza y las esperanzas de los seres humanos, estableciendo el crédito del que cada uno puede gozar y el precio que debe pagar por él. De esta forma, gobernando el crédito gobierno no sólo el mundo, sino también el futuro de los hombres, un futuro que la crisis hace cada vez más corto y decadente.”

Hay enemigos secundarios como algunos sectores productivos nacionales que tienen vínculos estrechos con el capital extranjero. Ellos manejan la logística del circuito de producción-distribución. Pero quien domina el patrón de acumulación es el capital financiero, es este bloque capitalista que hizo posible la apropiación delictiva de la renta y su fuga hacia el exterior.

El capital financiero además de parasitario y especulativo es cínico. Como el pueblo no lo identifica directamente como el enemigo, como no aparece directamente como cómplice en el alza del dólar paralelo, de los precios de los bienes salarios y del desabastecimiento, se presenta como consejero del Gobierno. Ofrece su amplia experiencia y su conocimiento profesional. Son como los PRANES que se ofrecen para aconsejar basados en su práctica mafiosa.

Mientras tengamos esa banca privada y su red de relaciones con el aparato productivo, la transición al socialismo será imposible.

Mantener el apoyo del pueblo

El principal afectado por esta confrontación ha sido el pueblo trabajador. A partir de una situación de desesperanza, de incertidumbre que acompaña al deterioro brutal del ingreso, quieren debilitar el apoyo popular.

Esto cuenta con el apoyo de los medios de comunicación privados, cuyo objetivo ha sido tratar de confundir al pueblo colocando al gobierno como el único y principal responsable de la situación. El periodismo de folletín crea una novela donde los protagonistas son Merentes, Giordani y Ramírez. Mientras los actores principales se ocultan tras el escenario, mientras logran el objetivo de dividir y dispersar las fuerzas populares y revolucionarias.

Urge reforzar la conciencia política del pueblo, desarmando, develando a sus enemigos. Es un momento delicado, en gran parte desfavorable, pero también es un momento de grandes saltos cualitativos en cuanto a la concientización de la población.

- Simón Andrés Zúñiga es economista venezolano, forma parte del colectivo Sociedad de Economía Política Radical

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La marea de refugiados procedentes de África apenas va a remitir


La marea de refugiados procedentes de África apenas va a remitir

Inmigrantes supervivientes al accidente en la isla de Lampedusa (Imagen del 3 de octubre de 2013) Crédito: picture alliance / Photoshot/dpa

Por Laszlo Trankovits (dpa)

MOGADISCIO, 9 oct (dpa) - Los refugiados que murieron ante la costa de Lampedusa probablemente no serán los últimos que paguen con su vida el sueño de buscar una vida mejor en Europa. Los expertos consideran que son miles los africanos que seguirán intentando llegar a la anhelada Europa. "Muchos somalíes son conscientes de que arriesgan su vida y lo hacen para huir de los combates diarios", señala el politólogo Mohamed Sheij Mohamud en Mogadiscio.

"Pagué 2.000 dólares (1.470 euros) por el viaje a Libia de mis dos hijos. Ahora necesitan otros 4.000 dólares para llegar a Italia", señala Abdisalan Omar en la capital de Somalia, donde la guerra civil y el terrorismo de las milicias islamistas Al Shabaab han llevado a huir a millones de personas, que ahora son desplazados internos o han acabado en campos de refugiados en la vecina Kenia. "No será fácil para mis hijos, pero aquí con la violencia y el desempleo no tienen ninguna oportunidad".

En muchos países de África, muchas personas venden todo lo que tienen para poder pagar a las organizaciones criminales de trata de personas que piden sumas astronómicas por llevar a Europa en condiciones inhumanas a aquellos que se atreven a asumir las penurias del viaje. La también somalí Barlin Shadoor, de 33 años, quiere hacer todo lo que esté a su alcance para salir del campo de refugiados y eso a pesar de la fatídica experiencia: "Mis dos hermanos murieron a pesar de haber pagado 2.500 dólares para llegar a Italia a través de Libia", informa esta mujer, madre de seis hijos en Nairobi.

Naciones Unidas estima que tan sólo en 2013 unas 30.000 personas partieron de África y Cercano Oriente hasta Italia y Europa. "Los refugiados se arriesgan a ser torturados, violados, encarcelados y también a perder la vida", comenta en Nairobi el director para el este de África de la Organización Internacional para la Migración (IOM), Ashraf El Nour. Según la organización de inmigrantes Migreurop, en los últimos dos años habrían muerto unas 20.000 personas en su intento de llegar un país donde vivir mejor.

En África, la tragedia vivida ante la costa italiana no es un tema que ocupe gran espacio en las noticias. La Unión Africana, que suele intervenir en temas de política internacional, no se ha pronunciado sobre este tema. "África debería plantearse dolorosas preguntas sobre nuestra sociedad y nuestros gobernantes", señaló con amargura un analista en el "Business Day".

Las personas huyen de guerras civiles, regímenes brutales o porque forman parte de una minoría que es perseguida, como ocurre en muchos casos con los cristianos. El Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugadios (ACNUR) señala en su último informe que en África hay 13 millones de refugiados. Sin embargo, la cifra es en realidad  mucho más elevada. Tan sólo de Zimbabwe, país en ruinas gobernado desde hace lustros por autócrata Robert Mugabe, habrían huido más de dos millones de personas.

A menudo se huye de la miseria y eso a pesar de que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional no dejen de entusiasmarse con las cifras de crecimiento económico en África desde hace una década. La economía del continente seguirá creciendo, según los pronósticos. A los políticos en Europa les gusta hablar del "despegue" de África. Pero a pesar del boom, muchas de las naciones africanas figuran entre las más pobres del mundo. Según el Banco Mundial, casi la mitad de los africanos viven con menos de 1,25 dólares al día.

Los refugiados llegan de países "florecientes" como Nigeria o Etiopía. Las exportaciones de materias primas que conllevan mucho dinero tan sólo enriquecen a las corporaciones internacionales y a una pequeña élite nacional. Aún es peor la huida ilegal de capitales. El ex presidente de Sudáfrica Thabo Mbeki cifró en 50.000 millones de dólares las exportaciones anuales de capitales de África, un dinero que en vistas de la pobreza de la población, las miserables infraestructuras y las malas condiciones de las escuelas y hospitales, se necesitaría con urgencia en el continente.

Son muchos los indicios que apuntan a que cientos de millones de africanos seguirán viviendo en la más absoluta pobreza en el futuro. Al igual que antes, África produce muy poco para la exportación y apenas existe un comercio regional. Lo único que prospera es la corrupción y la mala gestión. En muchos lugares la agricultura sufre la falta de mejoras técnicas, formación y voluntad política. Además, muchos países dependen de las importaciones de alimentos y de la ayuda internacional. Y eso que más de la mitad de africanos vive de lo poco que cultiva y el ganado que tiene en su pequeña propiedad, donde igualmente la producción suele ser deficiente.

A su vez, en muchos lugares aumenta sin freno el desempleo juvenil debido al boom de población, una frustración de la que sacan partido islamistas, que con dinero de países árabes reclutan a seguidores en el este y oeste de África. Los recientes atentados terroristas en Nigeria o Kenia ponen de manifiesto la frágil situación política en el continente. Pero ni siquiera una estabilización detendría la oleada migratoria hacia Europa. "Aún cuando en algunos países la economía crezca, la cifra de inmigrantes no deja de crecer, porque siempre habrá quien consiga los medios para pagar a las bandas de traficantes", señala Ashraf El Nour de la Organización Internacional para la Migración.