sábado, 19 de abril de 2014

Más de 30 pueblos indígenas colombianos amenazados con desaparecer,según ADPI

María Parra

Barcelona, 19 abr (EFE).- Al menos 34 de los más de cien pueblos y comunidades indígenas que viven en Colombia viven una situación de "crisis humanitaria" y están amenazados con desaparecer, según Juan Manuel Ávila, colombiano afincado en Barcelona y activista del Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas de Colombia (ADPI).

En una entrevista con Efe, Ávila ha explicado que en Colombia existen actualmente un centenar de pueblos y comunidades indígenas, con una población que alcanza casi el millón y medio de personas, cuyo estilo de vida se basa en principios de "equilibrio entre los seres vivos, armonía, reciprocidad y defensa de los bienes comunes".

"Cuidan de su entorno y de la Naturaleza, y tienen una gran vocación democrática, con representación política rotativa y decisión comunitaria directa, que afecta a todas las personas de la comunidad por igual", ha añadido el miembro de la ADPI.

Pero 34 de estos pueblos ven peligrar su sistema de vida y viven amenazados y corren el riesgo de desaparecer, como ya reconoció la Corte Constitucional colombiana en 2009, situación que, lejos de arreglarse, se ha agravado, según Ávila.

Este colombiano lucha desde el otro lado del Atlántico para evitar "el exterminio humano y cultural" de estos pueblos desde el Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas de Colombia (ADPI), un colectivo de organizaciones y personas que trabajan en Barcelona para defender los derechos humanos y colectivos de los indígenas colombianos.

Ávila denuncia que la situación actual que están viviendo los pueblos indígenas es "una situación de crisis humanitaria, debido principalmente al conflicto armado" entre el ejército colombiano y la guerrilla de las FARC, "que se está desarrollando en algunos territorios indígenas".

"La posición autónoma en el conflicto armando les ha supuesto convertirse en víctimas de ambos bandos", asegura.

Por eso, ha añadido, "lo que exige el movimiento indígena es que les dejen al margen del conflicto y que desmilitaricen sus tierras".

Aunque parece que el conflicto armado está entrando en su fase final, con el inicio de las negociaciones de paz entre ambos bandos, el activista ha explicado que "los pueblos indígenas no han sido invitados a participar en las negociaciones", por lo que "se están negociando y pactando cosas sin tenerlos en cuenta".

Tampoco son optimistas respecto a la situación del posconflicto porque "el fin de la guerra no supone el fin de los proyectos empresariales, la mafia o el narcotráfico".

Según Ávila, los pueblos indígenas, como los Awá, los Nasa o los Senú, temen especialmente la puesta en marcha de "iniciativas y macroproyectos basados en la economía extractiva, porque van a generar violencia en el territorio por su control".

Otro de los problemas principales que han sufrido los pueblos indígenas ha sido la "invisibilización internacional", según el activista, por lo que su situación ha pasado desapercibida durante mucho tiempo.

No obstante, "gracias a la organización de los pueblos y comunidades, el movimiento indígena se está fortaleciendo" y están poniendo en marcha "mecanismos de derecho internacional" para traspasar fronteras y llegar a diferentes instituciones internacionales.

Así, el pasado mes de marzo algunos líderes indígenas hicieron una gira por Europa para denunciar su situación ante diferentes organismos, llegando hasta la oficina del Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, donde entregaron el "Informe sobre el exterminio del pueblo Awá".

El Observatorio ADPI está ayudando a promover todas estas acciones, y desde Cataluña se están creando "espacios de intercambio entre el movimiento indígena y los colectivos catalanes" para crear "lazos de solidaridad, no sólo en vertical, sino de ayuda y respaldo mutuo", ha concluido Ávila.

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