Los expertos del Foro Económico Mundial han enumerado los principales riesgos que el mundo habrá de afrontar en 2014. Son los desastres naturales, el cambio climático y la crisis alimenticia y de agua potable. De acuerdo con los científicos, la economía mundial pierde el 1.5 % del PIB o 1.2 mil millones de dólares anuales, debido a la ralentización del crecimiento a causa del cambio del clima en el planeta. Para 2030 dichos índices con toda seguridad se duplicarán, mientras que para los países más pobres las pérdidas económicas podrían alcanzar el 11 % del PIB nacional.

Así, la elevación de la temperatura en 1.5 grados en los países centroasiáticos podría provocar unas cosechas más pobres y acarrear pérdidas para la agricultura. Los beneficios que se obtienen del sector se reducirían en este caso en un 50 %, minando la economía de la región, ya bastante enclenque. Los ecólogos apuntan que en la zona de riesgo se encuentran numerosos países desde Portugal hasta la China Oriental, así como amplios sectores de África, Asia y América Latina.

Al mismo tiempo, habría que tener en cuenta que el cambio climático, además de sequía, puede provocar otro tipo de desastres naturales, lluvias torrenciales, inundaciones, huracanes, tornados y brotes de enfermedades, explica el director del sector energético del Instituto de energía y finanzas, Alexéi Grómov:

-Las consecuencias negativas consisten en que el desequilibrio de los parámetros climáticos afecta al número de catástrofes y calamidades y, por lo tanto, al pago de seguros que cubren la liquidación de los daños por éstas causados. Los mencionados índices se han disparado últimamente y ello no puede menos de afectar al desarrollo económico.

No obstante, los científicos subrayan que algunos países, sobre todo, los nórdicos, pueden aprovechar el cambio climático. Así, la economía de Rusia se beneficiaría con un pequeño aumento de la temperatura media anual, opina el experto en economía, Director ejecutivo del grupo de empresas ALOR, Serguéi Jestánov:

-La economía rusa podría verse potencialmente beneficiada por dos factores. En primer lugar, por la ampliación del territorio idóneo para la agricultura. El segundo,- y más importante factor,-es el cambio de la frontera de los hielos perpetuos. La Ruta marítima del Norte en las últimas décadas se ha transitado en mayor medida por los buques normales, de ahí el aumento del interés hacia esta arteria. Gracias al calentamiento global los buques de carga también pueden seguir esta ruta, que conduce desde el Sudeste asiático a Europa de una forma más rápida que el canal de Suez y pasa por una zona libre de ataques piratas. Ello podría suponer para Rusia un considerable beneficio económico.

Los expertos en clima llaman a los gobiernos a promover la adaptación a las nuevas condiciones climáticas, prestando más atención al desarrollo de la infraestructura de las zonas costeras, en concreto, a la construcción de diques y terraplenes que sirvan de protección contra las inundaciones y la erosión de las costas. Dichas medidas, además de disminuir los daños que causan las calamidades, aportarían beneficios adicionales a la economía.
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Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.