jueves, 30 de enero de 2014

España: Un tercio de las mujeres con patologías neurológicas sufre violencia doméstica

MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Un tercio de las mujeres que padecen algún tipo de patología neurológica sufren también violencia doméstica, según ha alertado la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo de la celebración, el 30 de enero, del Día Mundial de la No Violencia.

   Además, la organización ha señalado que los maltratos que se producen durante la infancia pueden originar y agravar diversas enfermedades neurológicas en la etapa adulta como, por ejemplo, trastornos cognitivos y del sueño e, incluso, ictus, fibromialgia y ciertas patologías autoinmunes.

   "En los últimos años, una de las enfermedades cuya cronicidad más se ha relacionado con la violencia infantil y de género ha sido la migraña. El factor que con más frecuencia provoca y cronifica los ataques de migraña es el estrés. Los acontecimientos estresantes vitales, especialmente aquellos muy graves, tanto del presente como del pasado, pueden ser un factor de agravamiento de la historia natural de la migraña, aunque con frecuencia, ni el paciente ni el médico son conscientes de dicha relación", ha comentado el coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, David Ezpeleta.

   Asimismo, los estudios que han comparado mujeres con y sin experiencias de violencia de género han observado que existe un incremento significativo del riesgo de migraña en aquellas que sufren maltrato en cualquiera de sus formas, siendo mayor en las mujeres con abusos sexuales y en aquellas con síntomas depresivos asociados.

   En concreto, uno de los estudios más recientes realizado en España, encontró una diferencia de 12,8 puntos más en las mujeres que sufrieron maltrato de género en el último año respecto a las mujeres que no lo habían sufrido nunca.

   "A la vista de las investigaciones actuales, es importante considerar una historia de maltrato en las pacientes con cefalea, en especial en las que se identifiquen factores de riesgo o favorecedores de cronificación, como trastornos psicoafectivos, trastornos del sueño, otros dolores crónicos y sobreuso de medicación, así como en cualquier paciente neurológico con una patología neurológica crónica discapacitante", ha destacado la miembro del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, Sonia Herrero.

58% DE LOS PACIENTES CON MIGRAÑA CRÓNICA SUFRIERON ABUSOS EN LA INFANCIA

   Del mismo modo, varios estudios han confirmado la asociación entre cefaleas crónicas diarias de los adultos (sobre todo la migraña crónica) y antecedentes de abuso sexual, físico o psíquico en la infancia. Uno de ellos, realizado en Estados Unidos y Canadá, señala que los pacientes adultos con migraña crónica presentan antecedentes en la infancia de abusos en general (58%), psíquicos (38%), físicos (21%) y sexuales (25%).

   Por otra parte, estudios pediátricos muestran que el antecedente de abuso sexual y físico también es más frecuente en niños con cefaleas crónicas diarias. "Los abusos en la infancia parecen provocar en niños, predispuestos genéticamente, una mala regulación del eje hormonal hipotalámo-hipofisario-adrenal, hecho que se ha relacionado con un menor umbral para el dolor. La importancia de este tipo de datos está en que la asociación entre abuso infantil y dolor actual o futuro no es meramente estadística, sino que obedece a alteraciones biológicas que la explican y confirman", declara el miembro del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, Robert Belvís.

   Y es que, quien ha sufrido abusos en la infancia establece mecanismos para olvidar recuerdos "tan desagradables". Sin embargo, según apostilla Belvís, ante un estímulo que evoque de alguna manera la situación en la que se produjo el abuso, el adulto puede empeorar su migraña o cualquiera de las enfermedades antes citadas.

   Por todo ello, Ezpeleta ha destacado la necesidad de que los profesionales sanitarios estén "alerta" ante la posibilidad de que un paciente presente síntomas de abuso maltrato, ya que son el "primer punto de contacto" de las víctimas de violencia.


La unidad es el futuro de África, afirma hijo de Patricio Lumumba

Imagen activaLa Habana, 29 ene (PL) Ronald Lumumba Okito, el menor de los cuatro hijos del líder congoleño Patricio Lumumba, asesinado por la CIA en enero de 1961, aseguró hoy aquí que África solo puede sobrevirir mediante la unidad de sus Gobiernos y pueblos.

Ver más imágenes en FotosPL El también presidente de la Fundación Patricio Lumumba para la Democracia y el Desarrollo (Fpldd), quien visita Cuba por segunda vez, declaró a Prensa Latina que esa cohesión regional integra el legado ideológico de su padre en la lucha contra la metrópolis belga.

Lumumba, quien viajó a Cuba para para donar al país dos obras de arte congoleñas, precisó que la herencia histórica del héroe fue ocultada durante 40 años de dictaduras militares y es interpretada de distintas maneras por los jóvenes congoleños y africanos.

El hijo del primer Primer Ministro de la República Democrática del Congo (RDC, 1960) estima que las enseñanzas de su padre son acogidas de distintos modos en cada Estado, según la difusión que en cada uno de ellos tuvieron sus ideas, pero en su país no son bien conocidas.

"Muchos de quienes lo mataron gobernaron después el país y carecían del interés de que fueran difundidos los preceptos de soberanía nacional, anticolonialismo y panafricanismo propugnados por Lumumba", afirma Ronald.

Ellos no podían hablar mal de Lumumba, porque la personalidad y proyección progresista de mi padre fueron tan grandes que tuvieron que declararlo incluso como héroe nacional congoleño (1966), pero hicieron todo lo posible por impedir la difusión de su pensamiento, agregó.

Respecto al conflicto interno en su país, Ronald opina que deberá ser resuelto por los propios nacionales y cualquier solución que venga de entes externos estará condicionada por intereses.

La Fpldd que él dirige, fundada en 1994 y reactivada en el 2000, promociona la herencia independentista y anticolonial de su progenitor y garantiza apoyo a la juventud africana para su desarrollo educacional, cultural y económico.

Esa organización ofrece alternativas en particular para la autosuficiencia alimentaria a adolescentes que trabajan en la actividad agropecuaria, donde constituyen fuerza vital para el impulso a la economía congoleña, señala Ronald.

La Fpldd presta también al sector juvenil servicios médicos a través de una clínica, apoyo imprescindible por los altos precios de la salud pública en el país, añadió.

Entre los proyectos de la fundación citados por el menor de los

Lumumba figura la creación de un banco regional para que pueda acceder a pequeños créditos la mujer del continente, sector cuyo desarrollo integra los objetivos de la Unión Africana.

Ronald se reunió durante su primera visita a la Isla en 2011 junto a su madre, Pauline Lumumba Opongo Anosamba, con miembros del Batallón cubano Patricio Lumumba que prestó ayuda internacionalista entre agosto de 1965 y enero de 1967 en el entonces Congo Brazzaville.

Esa fuerza, conocida como Columna Dos, tenía entre sus misiones apoyar las acciones guerrilleras que desarrollaba la Columna Uno, dirigida por el héroe argentino-cubano Ernesto Che Guevara en Congo Leopolville.

Patricio Lumumba fue ultimado el 17 de enero de 1961 en un complot organizado por la AgenciaVCentral de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) con la complicidad del Gobierno de la antigua metrópolis belga y del llamado "trío maldito", formado por los políticos Moisés Tshombe, Joseph Kasabubu y Mobutu Sese Seko.

En esa ocasión, Jorge Risquet Valdés, jefe de aquella fuerza y actual miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, afirmó que Lumumba representó en los 60' las más preclaras ideas anticolonialistas y el derecho a la libertad y soberanía.

pgh/apb

Los nuevos senderos del movimiento indígena: protesta ambientalista

Llorente&Cuenca
Madrid, 29 enero 2014

La emergencia y visibilidad de lo indígena es uno de los fenómenos políticos y étnico-sociales más importantes en la historia reciente de América Latina. Se trata de un hecho que corrió paralelo a la democratización de los países latinoamericanos en los años ochenta.

LA PAZ (BOLIVIA), 17/07/2013.- EFE/Martin AlipazSi bien hundía sus raíces desde comienzos del siglo XX, fue en el último cuarto de la pasada centuria cuando los propios intelectuales y líderes indígenas tomaron las riendas del movimiento y se convirtieron en un nuevo actor político, logrando introducir sus demandas en las agendas políticas nacionales, mediante una intervención política directa.

Hace 30 años, coincidiendo con las transiciones a la democracia (en los años 80) y la definitiva consolidación de la misma (los años 90) aparecieron los movimientos indigenistas, con especial fuerza e intensidad en Ecuador y Bolivia, y con menor capacidad de expansión en otros países como México, Guatemala, Brasil, Perú y Chile.

Pero, ¿por qué se dio ese auge de los movimientos indígenas en los años ochenta y noventa?
Al menos, se pueden entresacar cuatro factores, consistentes en la apertura democrática, la reacción a los cambios económicos y sociales provocados por las reformas “neoliberales” de los años 90, el nacimiento de una élite intelectual indígena urbana y el favorable contexto internacional.

Tras el renacimiento del movimiento indígena ocurrido en los años 80 y el impulso experimentado a comienzos de la siguiente década, llegó el momento del despliegue y crecimiento en los 90. A lo largo de esos años se pudo ir comprobando que ese movimiento se caracterizaba por su heterogeneidad y por la diversidad en sus demandas y estrategias con especificidades propias y variedad de situaciones de país a país.

De todas maneras, sí es posible encontrar ya en los 90 una serie de importantes paralelismos y continuidades a escala global en toda la región. Las aspiraciones de estos movimientos se dirigían en varias direcciones reclamando derechos económicos, sociales, culturales así como derechos civiles y políticos

A lo largo y ancho de la región, con mayor o menor intensidad, se vivieron ejemplos de este tipo de “despertar indígena”, aunque fue en Ecuador donde arraigó con más fuerza.
Todas estas movilizaciones indígenas de finales de los 80 y los 90 tuvieron muy evidentes efectos políticos y legislativos pues fue acompañada de una oleada de reconocimientos constitucionales de los derechos indígenas, por parte de los Estados en la década de los noventa. Las protestas convirtieron, además, a los indígenas en interlocutores públicos lo que les permitió modificar propuestas o políticas gubernamentales.

El movimiento indígena se fue desdibujando de diversas maneras en la región entre finales de los 90 y comienzos de la nueva centuria.

Desde el cambio de siglo el panorama de las movilizaciones reúne una serie de características peculiares:

1-. La vía armada no es un camino pero sí los conflictos y protestas de baja intensidad que ponen en cuestión el monopolio de la violencia de un Estado que no puede reprimir esas protestas de forma tan contundente como lo hacía ante las antiguas sublevaciones. Todo lo cual les proporciona a los movimientos indígenas poder de veto y de “chantaje al Estado”.

2-. Además esos grupos indígenas logran articular alianzas amplias que van más allá del tema indígena enarbolando banderas que pueden ser acogidas por otros grupos sociales en “alianzas estratégicas que pueden abrir el camino para avanzar hacia soluciones realmente integrativas de la cuestión indígena ya que afectan a todos los sectores sociales”.
Desde hace una década, los movimientos indígenas cuentan con una agenda mucho más extensa que abarca y acoge intereses sociales y étnicos más amplios. Además, la presión y disputa creciente sobre recursos naturales ubicados en tierras indias (o reivindicadas por ellos) favorece la unificación de las diferentes étnicas y les sirve de base para elaborar una propuesta de desarrollo alternativa (ecologista y ambientalista) que gana apoyos entre sectores no indígenas, urbanos, y capta respaldo internacional lo cual legitima este mensaje de tipo ambientalista.

La mayoría de los conflictos sociales actuales en América Latina, según un informe del Banco Mundial, giran sobre las dimensiones ambientales y sociales de la minería. También la Defensoría del Pueblo peruano, en un reciente informe, identifica como una de las causas de los conflictos socioambientales al “temor justificado de la población a la potencial contaminación que pueden ocasionar las actividades extractivas”. A esto no escapan las propias empresas mineras que han incorporado como un elemento infaltable de la Responsabilidad Social Corporativa el tema medioambiental.

Conclusiones

El tema indígena está presente en la realidad latinoamericana con un fuerte componente político desde hace más de 30 años. Ha tenido diversas fisonomías y características pero lo que parece sobresalir es que posee una formidable capacidad de adaptación que le permite perdurar en el tiempo. Tuvo un mensaje indigenista hasta los años 50, marxista (indígenas vistos como clase social) hasta los 80-90 y actualmente ambientalista y antiglobalización.
Además, es uno de los pocos fenómenos que se da a escala regional desde México, pasando por Centroamérica y la mayoría de países de Sudamérica (Colombia, Perú, Brasil, Chile y Argentina). El Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina calcula que en la región hay 175 conflictos socio-ambientales que involucran a 183 proyectos mineros y a 246 comunidades.

Posee asimismo una importante capacidad para marcar o alterar la agenda política de los países. El indigenismo ambientalista, si bien de carácter eminentemente local, tiene potencialidad para crear redes de apoyos y solidaridad a escala nacional e incluso internacional que potencia su presencia y posibilidades de influencia.

Asimismo, los conflictos que desencadenan las protestas indígenas medioambientales tienen un carácter muy disruptivo pues generan sensación de ingobernabilidad o de pérdida del monopolio de la violencia legítima por parte del Estado, aunque, en realidad, en escasas ocasiones, poseen fortaleza para acabar con la propia institucionalidad.

América Latina ha entrado en un ciclo de mayor estabilidad, pero existen temas clave como las cuestiones medioambientales, ligadas con la tierra y los recursos naturales que pueden alterar esos equilibrios. Algunos analistas creen que estos conflictos tenderán a escalar por falta de vías institucionales capaces de ofrecer soluciones y plataformas de negociación.
Los Estados nacionales no han sido aún capaces de articular cauces institucionales para atender las reclamaciones indígenas ambientalistas y hacerlas compatibles con las necesidades de desarrollo de los países.

Su capacidad para alterar la política nacional puede verse incrementado en caso de crisis coyunturales en las que el malestar de las clases medias se aúne con las movilizaciones indígenas en un común rechazo a la institucionalidad y a la presencia de intereses foráneos.
Como señala Alicia Bárcena, Secretaria General de la CEPAL, “los actuales patrones de producción y consumo son insostenibles pues generan grandes costos económicos y sociales y ambientales que erosionan sus propias bases de sostenibilidad material en el mediano y largo plazo. El tema ambiental forma parte de la agenda pública… por las crecientes demandas ciudadanas” que encuentran así un nexo de unión con las reclamaciones indígenas.

Resumen del informe especial publicado en www.dmasillorenteycuenca.com.