lunes, 26 de enero de 2015

La izquierdista Syriza triunfa en las elecciones de Grecia y anucia fin de la austeridad

 
La coalición izquierdista Syriza, liderada por Alexis Tsipras, ganó hoy las elecciones generales en Grecia al obtener el 36.4% de los votos de los votos tras el cierre de los colegios electorales.
“Hoy los griegos están llamados a hacer un último paso para recobrar la esperanza”
De acuerdo a estos datos, con una participación de 63,75 %, Syriza obtuvo 149 escaños y se quedó a solo dos diputados de lograr la mayoría absoluta.
El líder de Syriza, Alexis Tsipras, vencedor de las elecciones, afirmó que "el pueblo le ha dado un mandato claro", que Grecia cambia de rumbo y que "deja la austeridad tras cinco años de humillación".

En una declaración en la Universidad de Atenas, Tsipras afirmó que la decisión del pueblo griego hace que la troika de acreedores "sea pasado".
El líder izquierdista dijo que es consciente de que el pueblo no le da un cheque en blanco "sino un mandato para reorganizar el país"
Tsipras tendió la mano a los que no le han votado y afirmó que en estas elecciones no hay "ni vencedores ni vencidos" y que formaría un gobierno "para todos los griegos"
"Hoy perdió la Grecia de los oligarcas y de los corruptos", dijo Tsipras, quien afirmó que "hoy ganó la Grecia del trabajo, del conocimiento y de la cultura".
"Ganó la Grecia que lucha y tiene esperanza", agregó el líder izquierdista entre los vítores de sus seguidores, que lanzaron fuegos artificiales.
En clave europea, Tsipras afirmó también que su victoria es también "la de todos los pueblos de Europa que luchan contra la austeridad que destroza nuestro futuro común".
"El nuevo Gobierno negociará con nuestros socios europeos", dijo Tsipras, quien afirmó que presentará su propio plan de reformas "sin nuevos déficit pero tampoco sin un superávit irrealizable".
"El nuevo gobierno desmentirá a todos los que ven destrucción -dijo Tsipras-. No habrá desastre, ni tampoco sumisión. Nuestro objetivo desde el primer día es restablecernos de las consecuencias de la crisis".
"Pero antes de todo, el pueblo debe recobrar su dignidad, el optimismo, la sonrisa...ese es el mensaje primordial", añadió.
Los conservadores de Nueva Democracia, el partido del primer ministro Andonis Samarás, obtuvieron un 27,8 % de los votos, lo que supone 76 escaños, mientras que el tercer lugar lo ocupan los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6,3 % de los sufragios y 17 escaños.
Tras conocerse los resultados preliminares, Samarás admitió la derrota y agradeció 'la difícil batalla' a sus electores.
"El pueblo se pronunció y respetamos su decisión. Hoy dejo un país que sale de la crisis, miembro de la Unión Europea y del euro. Deseo que el próximo gobierno mantenga estos éxitos", señaló el candidato.
Les siguen los centristas del nuevo partido To Potami (El Río), con un 6 % de los votos y 17 escaños.
A continuación se sitúan los comunistas del KKE, con el 5.5 % y 15 escaños y el hasta ahora cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del viceprimer ministro Evángelos Venizelos, con un 4.7 % de los votos, que se traduce en 13 escaños.
En la cola de partidos está la formación Griegos Independientes, derecha nacionalista, con un 4,7 % y 13 escaños.
Cerca de diez millones de griegos estaban llamados hoy a votar en estos comicios adelantados que transcurrieron sin incidentes, salvo problemas puntuales relacionados con el mal tiempo en algunas zonas del país.
Los griegos votaron el domingo en unas legislativas cruciales y muy seguidas en Europa, que tenían ya como favorito a Syriza, el partido opuesto a la austeridad.
Un total de 9.8 millones de electores fueron llamados a votar para elegir a 300 diputados.
Durante el proceso previo a las urnas, el lema de la gubernamental Nueva Democracia ha sido "continuidad o aventura", mientras que el de la izquierdista Syriza fue "esperanza o estancamiento", precisa Efe.
"Nuestro futuro común en Europa no es un futuro de austeridad", subrayó Tsipras tras votar en su barrio de Kypseli, en Atenas, cita la Agencia France Press.
"Hoy los griegos están llamados a hacer un último paso para recobrar la esperanza", dijo, antes de proseguir: "Mañana decidiremos si la troika (de acreedores) regresará a Grecia para aplicar las medidas que Samaras decidió o si nuestro país se lanza en una negociación difícil para recuperar la dignidad".
Samaras, que votó por su parte en Pylos (sur), se mostró confiado en el resultado de "estas elecciones decisivas para nuestro futuro y el de nuestros hijos". "Hoy decidimos si avanzamos o si nos lanzamos hacia lo desconocido", dijo.
Los observadores dan por descontada la victoria de Syriza, quedando por ver si logrará la mayoría absoluta o tendrá que buscar aliados para formar gobierno.
Las promesas
 
Durante la campaña, Tsipras prometió aumentar el salario mínimo, abolir determinados impuestos para los más pobres y negociar una disminución de la deuda externa de Grecia, que suma 300,000 millones de euros (más de 336,000 millones de dólares) y representa 175% del PIB.
Tsipras dijo además que no se considera atado a las exigencias de la troika de acreedores - Unión Europea (UE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) -, que a cambio de una ayuda financiera impuso un drástico plan de austeridad económica.
Samaras por su lado defendió la política de austeridad diciendo que era la única posible y advirtió contra el peligro de una victoria de Syriza, que podría, según dijo, aniquilar los esfuerzos realizados por los griegos.
A cambio de un préstamo de 240,000 millones de euros (unos 269,000 millones de dólares), la troika impuso un plan de austeridad que tuvo graves consecuencias para parte de la población.
Las medidas implicaron una importante bajada de los salarios, en algunos casos a la mitad, y un espectacular aumento del desempleo, actualmente de más de 25% de la población activa.
El discurso de Samaras de no aflojar en ese esfuerzo que empieza a dar sus frutos tiene sus adeptos.
Surgen esperanzas
 
La AFP subraya que la elección griega da esperanzas a los partidos de la izquierda radical en Europa, particularmente en España, donde se registró un espectacular aumento del partido Podemos, surgido del movimiento de los indignados.
Los países de la Unión Europea se resignaron al parecer a una victoria de la izquierda.
"La población griega va a elegir de manera libre e independiente el camino a seguir. Estoy segura de que encontraremos soluciones tranquilamente", declaró el viernes la canciller alemana Angela Merkel, poco querida en Grecia por su política en favor de la austeridad.
Syriza espera la mayoría absoluta en el nuevo parlamento -151 diputados sobre 300- gracias al plus de 50 escaños atribuido al partido más votado.
Para lograrlo necesita por lo menos 36% de los votos y que 12% de los sufragios se dispersen en pequeños partidos que no alcancen el mínimo de 3% obligatorio para participar en la distribución de escaños.
Si no obtiene la mayoría absoluta, Tsipras tendrá que formar una alianza.
Como posible aliado figura To Potami (El Río), fundado apenas hace un año, que aspira a ser el tercer partido de Grecia. Los sondeos le atribuyen 6% de los votos.
Otro partido que aspira al tercer lugar es la formación neonazi Amanecer Dorado.
A pesar de tener a siete diputados y decenas de sus militantes presos, acusados de "pertenecer a una organización criminal", Amanecer Dorado mantiene una intención de voto elevada.
En el caso de que ninguno de los tres partidos más votados logre formar gobierno, los griegos tendrán que volver a votar en marzo.

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