viernes, 21 de julio de 2017

Chile: Senado aprueba obra gruesa de “Ley de Aborto en Tres Causales” y la sombra del TC reaparece como amenaza

por  19 julio, 2017
Enviado por Danilo Quijano
Senado aprueba obra gruesa de “Ley de Aborto en Tres Causales” y la sombra del TC reaparece como amenaza
Felices y sacando cuentas alegres se encontraban los ministros de Gobierno que, luego de dos años de tramitación, consiguieron que el Senado aprobara los pilares fundamentales de la denominada Ley de Aborto. Un trayecto complejo que aún cuenta con nudos internos, principalmente la objeción de conciencia y algunos ítems del acompañamiento, sumado esto a que en el horizonte aparece ciertamente la sombra del Tribunal Constitucional, en cuyo caso la iniciativa debiera tramitarse antes de la segunda quincena de agosto, fecha en que cambiará la correlación de fuerzas al interior del organismo, pues, de lo contrario, la despenalización del aborto correría serio peligro de naufragio.

Tras casi dos años y medio de tramitación, el denominado proyecto de “Aborto en Tres Causales” fue aprobado esta madrugada en sus tres ítems por la Sala del Senado. Votación que era denominada como una prueba de “fuego” para el Ejecutivo, ya que en la Cámara Alta fue donde más costó cuadrar a los parlamentarios oficialistas, principalmente por la falta de un proceso de acompañamiento para la mujer, indicación que finalmente fue ingresada, razón por la cual hasta el senador Ignacio Walker se comprometió a respaldar las tres causales.
Por una estrecha mayoría, fueron aprobadas las tres columnas vertebrales que determinan la “interrupción del embarazo” en tres causales: cuando corre peligro la vida de la madre, inviabilidad del feto y en caso de violación. El proyecto también establece que, en cualquiera de las causales, la mujer deberá manifestar en forma expresa, previa y por escrito, su voluntad de interrumpir el embarazo. Además, prohíbe la publicidad sobre los hechos a los establecimientos que realicen los procedimientos y sanciona el ánimo de lucro o su uso para fines “distintos de los autorizados por la ley de transplantes, órganos, tejidos o fluidos humanos provenientes de una intervención propia de la interrupción del embarazo”.
La ley también incluyó en votación el proceso de acompañamiento a la mujer, el que se desarrollará previo a la interrupción del embarazo, durante y después, además de la polémica objeción de conciencia para “todo el equipo médico”, pero no para las instituciones médicas, cambio que fue agregado durante la tramitación en el Senado, ya que antes solo se definía para el médico a cargo.
"Toda la carga de la prueba es la mujer y eso me parece tremendamente injusto. Pregúntenles a sus hijas o mujeres. Yo conozco a algunas de ellas y sé que no representan lo que se está diciendo acá”, afirmó la senadora Lily Pérez, quien finalizó su intervención con una frase que reventó las redes sociales: “No me callo y no me voy a callar, porque soy mujer y quiero defender lo que las mujeres sentimos".

La fallida jugada de Zaldívar

A pesar de que el Ejecutivo logró cuadrar a prácticamente a toda la bancada oficialista, no pudo ponerle freno al senador Zaldívar, quien desplegó una última carta bajo la manga y retrasó la sesión inicial, ocupando todo el primer día de votación en la discusión de su indicación, que buscaba restituir, en el Código Sanitario, la despenalización de la interrupción del embarazo debido al peligro de vida de la madre. Lo que hacía que las otras dos causales pasaran a estar en un artículo 119 bis.
El conflicto estaba en si la indicación anulaba o no el resto del proyecto. Al respecto, el senador Allamand insistió en que "no afectaría el resto de los articulados". Pero los senadores oficialistas insistieron en que la iniciativa está "en las antípodas de la discusión ". "Aprobar está indicación es dejar inviables las otras causales y licuar el proyecto", aseguró Alfonso de Urresti (PS).
Finalmente, la indicación fue rechazada por 18 votos contra 17, luego de haber sido empatada en dos ocasiones. El presidente del Senado, Andrés Zaldívar, señaló que intentó llegar a un acuerdo con el Gobierno. "Efectivamente le envié al Ejecutivo una propuesta de acuerdo. El Gobierno me propuso un acuerdo parlamentario, una solución (...) para subsumir que en caso de peligro de la madre no hay aborto", pero habría habido “manifestaciones de algunos senadores –no voy a decir nombres– que no quisieron apoyar este acuerdo", dijo en la sesión.
El voto clave era el de la senadora Lily Pérez, quien el lunes había aprobado la indicación del senador Zaldívar. Minutos antes de la discusión se le vio con la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, y con la senadora Carolina Goic (DC), quienes habrían sido claves al momento en que Pérez determinó abstenerse de la votación esta vez, lo que cambió la correlación de los votos.
Tras la eliminación de esta indicación, un grupo de evangélicos que se encontraban en la Sala comenzaron a rezar y fueron sacados por Carabineros. Minutos después, un grupo de dirigentas del Partido Comunista desplegaron un lienzo que rezaba: “Nosotras parimos, nosotras decidimos”.

El triunfo de las tres causales

La causal que permite la interrupción del embarazo en caso de “riesgo vital” de la madre fue visada con 20 votos a favor y 14 en contra, pertenecientes a la oposición. Por otra parte, la segunda causal, que determina la interrupción del embarazo en el caso de que el embrión o feto padezca una patología congénita adquirida o genética, que sea incompatible con la vida extrauterina independiente, en todo evento de carácter letal, fue aprobada por 19 votos a favor y 14 en contra.
La discusión respecto a la segunda causal se centró en la determinación de la inviabilidad del feto, el equipo médico que lo definiría, la cantidad de meses como plazo para realizar la interrupción del embarazo y la distinción entre un “aborto” y un parto que ha sido adelantado.
El punto que intentaron dejar en claro los senadores falangistas, para justificar su apoyo a esta indicación, es que el foco de esta causal recae en la capacidad de la madre de poder “elegir”, de tener opciones. La senadora Adriana Muñoz (DC) manifestó que “hay dos visiones muy distintas, los que piensan que el embrión es sagrado y los que pensamos que es un objeto valioso, pero no sagrado, y creemos que las mujeres son sujetos de derechos”.
Por otra parte, la senadora Jacqueline van Rysselberghe (UDI) hizo hincapié en que después de las 22 semanas no es un aborto, ya que se define como la inducción de un parto de un “feto inmaduro”. Además, anunció la reserva de constitucionalidad para este artículo, debido a que estarían discriminando a un ser humano que está enfermo frente a uno que está sano, porque “no puede asegurar un tiempo de supervivencia extrauterina”.
Finalmente, el senador Allamand (RN) indicó que “soy contrario al aborto, pero también soy contrario a que la mujer que recurre al aborto caiga presa, de una penalidad excesiva (...). Tiene que haber una ponderación de la responsabilidad penal”.
Por 18 votos contra 16 fue aprobada la tercera causal, que se define en el caso de que el embarazo sea resultado de una violación, “siempre y cuando no hayan transcurrido más de doce semanas de gestación”. Este ítem determina que “tratándose de una niña menor de 14 años, la interrupción del embarazo podrá realizarse siempre que no hayan transcurrido más de catorce semanas de gestación. Además de su voluntad, deberá contar con la autorización de su representante legal o de un juez, punto que también fue aprobado por los parlamentarios, por 19 a favor, 6 rechazos y 6 abstenciones.
La causal de violación era el punto más complejo para el Gobierno, ya que el mismo senador Zaldívar había anunciado que no respaldaría dicha causal y, aunque los resultados fueron estrechos (18-16), los más complejo fue el debate. La senadora Lily Pérez lo dijo: “Llegamos a la causal más compleja en la discusión, el acompañamiento. Yo soy partidaria del acompañamiento de parte de privados… es muy difícil tener opiniones neutras”.
“He escuchado a hombres que hablan de ‘violaciones falsas’, de ‘matar guaguas’, de ‘el padre de la guagua’. Antes que senadora, soy mujer. Se trata a las mujeres como que somos irresponsables y que inventarán una violación para ir al médico a practicarse el aborto”, arremetió la parlamentaria.
“Toda la carga de la prueba es la mujer y eso me parece tremendamente injusto. Pregúntenles a sus hijas o mujeres. Yo conozco a algunas de ellas y sé que no representan lo que se está diciendo acá”, afirmó la senadora, quien finalizó su intervención con una frase que reventó las redes sociales: “No me callo y no me voy a callar, porque soy mujer y quiero defender lo que las mujeres sentimos”, dijo.
La senadora Van Rysselberghe contraargumentó: “No nos digan que esto no va hacia el aborto libre… una joven de 13 años que queda embarazada de su pololo de 17 años va a poder ir a abortar sin ninguna argumentación de por medio”. Esta línea argumentativa fue seguida por el senador Espina (RN), quien aseguró que la medida “favorece la impunidad del violador. Estamos en el caso de un niño que no tiene ninguna responsabilidad y le tocó la desgracia de que su padre es un delincuente y nosotros lo matamos”. Junto con esto, el senador emitió una serie de declaraciones que despertaron la furia de las redes sociales, principalmente al enunciar que el abuso en una sola ocasión corresponde a “una violación común y corriente” o “normal” y al afirmar que “el violador se la hace completa” a la víctima, cuando esta no se ve obligada a denunciar y se vuelve a ver expuesta ante el abusador.
Desde el oficialismo también hubo críticas, principalmente centradas en que las iniciativas “no son suficientes” y que son mínimas ante un Estado en deuda con las mujeres del país. El senador Eugenio Tuma aprobó el proyecto, pero aseguró que es “muy marginal, que no da cuenta de la realidad de nuestro país”.

Acompañamiento y objeción de conciencia

Respecto al acompañamiento, la propuesta salida de la Comisión de Constitución y que fue el principal requerimiento de la Democracia Cristiana, establece que el prestador de salud debe proporcionar alternativas a la interrupción del embarazo y “sobre los programas de apoyo social, económico y de adopción disponibles; debiendo, además, la información ser siempre completa y objetiva”. Agrega que “la mujer tendrá derecho a un programa de acompañamiento”, el que se desarrollará previo a la interrupción del embarazo, durante y después.
Chile Vamos estableció una indicación que busca generar un “sistema alternativo que se financie íntegramente por las instituciones privadas”, que deben ser sin fines de lucro y hasta de características religiosas, “éste es un esfuerzo para las tareas del Estado”, explicó Allamand. El senador RN agregó que va a existir una “política pública financiada por el Estado, del Estado y una opción privada que no requerirá de financiamiento del Estado”, por lo tanto, “la mujer va a tener que elegir si quiere acompañamiento y luego quién le dé dicho acompañamiento”.
Desde la Nueva Mayoría consignaron que este punto ya estaba incluido en el escrito original, el cual permitiría la existencia de programas de acompañamiento de carácter privado, peor “sin fines de lucro”. El senador Guido Girardi puso énfasis en el cuidado de las organizaciones que asuman esta responsabilidad, aseveró que se deben cuidar de “locos y maniáticos” y agregó que se deben comprometer a que no recibirán financiamiento del Estado
La senadora Lily Pérez arremetió tras la intervención del senador Navarro y consignó que es necesario tener una asociación público-privada; añadió que lo ideal sería que el Estado acompañara a la madre en todo el proceso, no sólo a la hora de abortar, sino que también al tener sus hijos y que les brindará educación y salud aseguradas.
La indicación fue aprobada por 16 votos, 9 rechazos y un 1 abstención pareada. Se determinó que fuera el Ministerio de Salud el que dará la acreditación a estos centros que den este apoyo institucional, resguardando lo solicitado por la Nueva Mayoría, especialmente el ítem de financiamiento. Finalmente con 20 votos a favor y 7 abstenciones se aprobó la disposición original respecto al acompañamiento.
En otro ítem, según la redacción emanada de la Comisión de Constitución del Senado y que fue incluida por el Ejecutivo, la objeción de conciencia “autoriza a los médicos cirujanos y a todo el personal profesional al que corresponda desarrollar funciones al interior del pabellón quirúrgico durante una intervención de aborto, a formular objeción de conciencia, quedando exento de la obligación de participar, siempre y cuando esta objeción se haya formulado al Director del establecimiento de salud, en forma escrita y previa. En tal caso, el establecimiento está obligado a asignar a la paciente otro médico cirujano”. Agrega, que la objeción de conciencia es de carácter personal y en “ningún caso por una institución médica. No será aplicable en el caso de que la mujer requiera atención médica inmediata e impostergable, por riesgo vital.
Un punto fundamental para la oposición es la ampliación de la objeción de conciencia hacia las instituciones médicas, solicitud que había sido expresada también por el Rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez. Solicitud que no ha tenido asidero en proceso de tramitación del proyecto, pero que fue expuesta y solicitada por el senador Hernán Larraín en su intervención y finalmente rechazada por la Sala.
Otro nudo se centra en la extensión de la objeción de conciencia hacia todo el equipo médico, la modificación que fue ingresada por el Ejecutivo en la Comisión de Constitución, buscaba anular la posibilidad de que la medida se declarara inconstitucional por “discriminatoria” y fue respaldada por la Sala. Fórmula que no dejó felices a todos los senadores oficialistas, ya que tras la modificación, se generaron discordancias con el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados y podría ser uno de los puntos por los cuales podría pasar a Comisión Mixta, tras su votación en la Cámara.

La sombra del Tribunal Constitucional

El principal fantasma que persigue a la denominada Ley de Aborto en Tres Causales es el del Tribunal Constitucional (TC), el mismo que ha recorrido proyectos emblemáticos del segundo Gobierno de Michelle Bachelet, como el de la gratuidad, que fue declarada “discriminatoria” por parte del TC.
Que las tres causales aprobadas cuenten con reserva de constitucionalidad, da por hecho que el proyecto llegará al TC. El problema, según diputados oficialistas, es que “si pasa de agosto, no será aprobado”. El equilibrio de fuerzas al interior del Tribunal Constitucional estaría dando un empate virtual respecto a la iniciativa, en cuyo caso es el presidente de la instancia el que dirimirá.
Actualmente está el DC Carlos Carmona a la cabeza del TC, lo que aseguraría el paso del proyecto de aborto en tres causales, pero su presidencia debería cambiar en la segunda quincena de agosto. Allí asumiría Ivan Aróstica, ministro designado por el Presidente Sebastián Piñera, lo que complicaría la aprobación de la iniciativa.
Para evitar lo que sería realmente “un bochorno a la altura de la gratuidad”, en opinión de un diputado oficialista, se han realizado "malabares" para que el proyecto ingrese a la Cámara y sea aprobado de forma rápida. Es más, ya en horas de la tarde del martes estaba en la tabla de sesiones de hoy miércoles de la Cámara de Diputados.
Desde la Comisión de Salud de dicha instancia, indican que el peligro es la dilación y que la iniciativa pase a comisión mixta, “ante las grandes diferencias entre el proyecto que se aprobó en la Cámara y el que se ha tramitado en el Senado”, lo que se suma a que la próxima semana es distrital. En el Ejecutivo, sin embargo, mantienen la esperanza y han trabajado para evitar que esto ocurra, razón por la cual el propio ministro Nicolás Eyzaguirre se opuso a que la votación se aplazara para esta tarde.

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